Continúa el conflicto entre los regantes de los municipios de Aznalcóllar y Aznalcázar por el uso del agua del embalse que utilizaba la mina de Boliden para los trabajos que allí se desarrollaban. La noticia aparecida hace un par de semanas, de la que se desprendía que la balanza de la adjudicación de esas aguas iba a inclinarse hacia Aznalcázar, ha provocado un «sentimiento de humillación» en los habitantes de Aznalcóllar, que ven en el pantano «la solución a la situación social que se vive en la zona desde aquel desastre».

El representante de la comunidad de regantes de este municipio, Marcial Domínguez, indica que el pueblo se encuentra «muy mentalizado» en la obtención del agua. Los datos sobre los que trabaja en estos momentos Dominguez son «contundentes»: la utilización de este recurso multiplicaría por 10 el número de peonadas, ya que en la actualidad se dan, anualmente, 21.000 en secano, y pasando a regadío se ascendería hasta las 221.000 peonadas reales.

Los agricultores indican que Salud Santana, alcaldesa de Aznalcóllar, siempre les ha trasladado una «sensación positiva» tras reunirse con la Consejería de Agricultura y «realizar otros contactos a nivel político». Al mismo tiempo, Domínguez indica que «no debería haber ningún problema en este sentido cuando la Junta de Andalucía nos considera «zona preferente» por el accidente de la balsa y, además, la opción presentada por Aznalcázar haría necesario transportar el agua hasta 35 kilómetros para regar, con lo que se perdería cierta cantidad de agua en ese proceso y si están concienciando a la sociedad sobre el gasto innecesario, es evidente que esto no puede ser así».

Los aznalcolleros indican a ABC que no entienden por qué esta reserva de agua ha estado «ociosa» durante varios años y ahora está en disputa. «Nosotros pedimos el caudal que necesitaba la empresa que trajo el trauma social a Aznalcóllar», apunta Domínguez, quien no duda en asegurar que los habitantes de la zona «reiteran su compromiso de llegar hasta donde sea necesario para conseguir algo que es suyo».

La aparición de la noticia que ha vuelto a destapar la polémica tiene, según el representante de los regantes, «un carácter de globo sonda por parte de ciertos latifundistas, que son los que tienen poder para hacer estas cosas».

Desde la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir aseguran que la noticia sobre la preferencia de Aznalcázar como destino para el agua de este pantano «no ha salido de ellos», apunta Marcial Domínguez, quien recuerda que sus competidores disfrutan de «toda una serie de tomas ilegales por las que ya han sido sancionados con más de 9 millones de euros». Los productores no creen que Confederación «apoye una ilegalidad como ésta» .