El agua se extrae de un enorme acuífero subterráneo bajo la Vega Media que contiene 1.000 hm3 y del que se estarán sacando recursos mientras dure la sequía MAR MORENO M. M./MURCIA

MURCIA PRIMERAS AGUAS. Un hombre observa la salida del primer caudal del pozo de sequía. / JUAN LEAL

200 litros por segundo. Ése es el caudal de agua que, por ahora, están aportando los pozos de emergencia abiertos esta semana en la Vega Media por la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS). Este agua procede de las dos primeras instalaciones situadas en el Meandro Rincón de San Antón, a la orilla del río. Para los próximos días, el organismo de cuenca tiene previsto abrir un tercer pozo en la misma zona, el más grande de todos, que aportará más de 100 litros de agua por segundo.

Estos caudales irán exclusivamente destinados al regadío tradicional de la Vega Baja, que ayer veía con inquietud cómo eran cerrados los pantanos de La Pedrera y del Sifón de Orihuela. Estos hechos fueron calificados por el Juez de Aguas de la zona, Antonio Barberá, como «un auténtico desastre».

La Confederación ya había anunciado que compensaría este cierre con la apertura de 14 pozos de sequía. Estos 3 son los primeros y serán complementados en las próximas semanas con el resto. En total, «todos juntos, a pleno rendimiento y sin anomalías», según explica el geólogo encargado de las exploraciones, Alfredo Martínez, llevarán más de 1.500 litros por segundo al río a través de unos conductos que ya se están construyendo. Por el momento, sin embargo, se utilizan acequias y canalizaciones privadas.

Los técnicos de la CHS trabajan estos meses sin descanso para dejar preparada una batería de pozos de emergencia que sirvan para futuras sequías. Aunque son perfectamente conscientes de que llegan tarde y con las cosechas muy adelantadas, esperan que este agua de última hora haga más llevadero para los agricultores el final de este horrible año hidrológico. La Región de Murcia es la única comunidad de España que, mientras se seca en la superficie, mantiene una inmensa riqueza de agua en el subsuelo. Así lo asegura el geólogo de la CHS, Francisco Turrión, refiriéndose a los acuíferos a los que está recurriendo el organismo de cuenca durante esta sequía.

Sin embargo, a pesar de que este agua es casi inagotable, Turrión insiste en que el abuso de los recursos «puede más tarde traer terribles consecuencias, como ocurrió en el año 95», cuando las excavaciones afectaron a los niveles freáticos de la ciudad