El conseller de Medio Ambiente y Vivienda de la Generalitat, Salvador Milà, aseguró hoy que el decreto de emergencia por la sequía que esta elaborando la Agencia Catalana del Agua (ACA) y que prevé más restricciones de agua podría entrar en funcionamiento en octubre si no llueve abundantemente antes.
El decreto que el Gobierno catalán aprobará a mediados de septiembre se aplicará cuando los pantanos lleguen al 20% de su capacidad y separará el sistema del río Ter y el del Llobregat ya que hay un desequilibrio en la situación de ambas cuencas.
Concretamente, los pantanos de la cuenca del río Ter están al 32,72% de su capacidad con un volumen de agua de 130,32 hectómetros cúbicos, por lo que entraría en emergencia a los 80. Los de la cuenca del Llobregat están al 24,67%, con 52,74 hectómetros cúbicos y entraría en emergencia a los 42.
El director del ACA, Jaume Solà, aseguró que la situación es más delicada en la cuenca del Llobregat por lo que los pueblos que sólo se abastecen de agua de este río podrían ser los primeros que sufriesen restricciones. También remarcó que "no se contempla ninguna situación de emergencia antes de principios de octubre".
El decreto establecerá que cuando se llegue a una situación de emergencia se aportará a los depósitos de cabecera de los municipios 230 litros por persona y día. Esta dotación máxima se reducirá progresivamente según la situación de los pantanos y puede llegar a 160 litros por habitante y día si la reserva de agua en los pantanos baja al 5%.
En este sentido, Milà señaló que el ACA repartirá los litros de agua equitativamente entre todos los municipios y que cada ayuntamiento tendrá que administrarlos según sus propios recursos, aunque precisó que la cantidad establecida "es suficiente par el uso doméstico y puede llegar también a usos industriales, si se consume de forma razonada".
También puntualizó que algunas medidas que pueden aplicar los ayuntamientos son la disminución en la presión del agua o la reducción de agua para riegos de parques y jardines. Sin embargo, matizó que cada población seguirá el plan de contingencia que ha elaborado su consistorio.
AGUA HASTA PRIMAVERA DE 2006.
Con la aplicación de este decreto, se pretende asegurar la disponibilidad de reservas a los pantanos como mínimo hasta la primavera de 2006, cosa que pasaría en el "peor de los casos, en que no lloviera nada", precisó Milà.
Asimismo, se quiere dotar a los titulares del servicio de abastecimiento y a sus gestores de las herramientas necesarias para un aprovechamiento más eficiente de los recursos.
Además, dentro de las medidas de contingencia que establecerá el decreto se incluirán actuaciones que forman parte del programa estratégico de las obras previstas en la alternativa al Plan Hidrológico Nacional.
También estará previsto la realización de obras con carácter urgente y prioritario, como el transporte de agua mediante camiones cisterna, obras para reparación o construcción de nuevas infraestructuras de abastecimiento u obras de mejora de conectividad de redes de suministro, entre otras.
En este sentido, Milà aseguró que los ayuntamientos podrán tramitar una revisión de las tarifas de agua, en el caso que tengan que hacer una inversión concreta para garantizar el abastecimiento de agua, pero matizó que el decreto de emergencia no prevé ningún incremento del canon del agua.