Presion will be reduced and water will be cut in Catalonia due to the drought
Sun, 28/08/2005
La Generalitat aprobará un decreto a mediados de septiembre con
el fin de garantizar las reservas hasta la próxima primavera
Estrella Digital/Efe
Barcelona
El decreto de emergencia contra la
sequía que la Generalitat aprobará a mediados del próximo mes, con
el fin de garantizar las reservas hasta la próxima primavera,
comportará una disminución de la presión del agua corriente y cortes
del suministro doméstico durante algunas franjas horarias. La Generalitat garantizará a cada municipio un mínimo diario de
230 litros por habitante y día cuando las reservas estén al 20%, 210
litros al 15% de capacidad, 180 al 10% y 160 al 5%, siempre por
encima del consumo medio por habitante y día en Cataluña, que se
sitúa en 130 litros.
El conseller de Medio Ambiente, Salvador Milá, y el director de
la Agencia Catalana del Agua (ACA), Jaume Solá, presentaron el
borrador del decreto de emergencia, que el viernes se debatió en el consejo de administración de la ACA y está previsto que el Consell Executiu lo apruebe, como muy pronto, el próximo 13 de septiembre.
No obstante, hasta principios del próximo mes de octubre no está
previsto que ninguna cuenca interna de Cataluña entre en la fase de
emergencia, que se declarará cuando los embalses estén al 20% de su
capacidad total, y el sistema hídrico que actualmente está en peor
situación es el del Llobregat, al 24,6%.
Cuando se haya declarado la fase de emergencia en una cuenca
hídrica, serán los ayuntamientos, mancomunidades y las compañías
suministradoras de agua de cada municipio las encargadas de aprobar
sus planes de contingencia para "administrar la precariedad" de
agua, comentó el conseller.
Pese a que las restricciones al consumo doméstico dependerán de
cada plan de contingencia, "se puede prever fácilmente que serán una
combinación de disminución de la presión y de horas en las que se
cortará el agua", señaló Jaume Solá.
La Generalitat garantizará a cada municipio un mínimo diario de
230 litros por habitante y día cuando las reservas estén al 20%, 210
litros al 15% de capacidad, 180 al 10% y 160 al 5%, siempre por
encima del consumo medio por habitante y día en Cataluña, que se
sitúa en 130 litros.
Milá aseguró que esos límites "serán iguales para todos los
municipios", independientemente de que consuman más o menos, y
añadió que si las poblaciones "hacen una buena gestión de sus
recursos propios, el agua les puede dar incluso para usos
industriales".
El decreto de emergencia establece restricciones progresivas al
consumo para garantizar las reservas de agua en Cataluña por lo
menos hasta la próxima primavera, "en el peor de los escenarios
posibles", según el conseller de Medio Ambiente.
La entrada en vigor del decreto de emergencia comportará la
separación de las cuencas del Ter y Llobregat a efectos de su
gestión, puesto que actualmente se encuentran en situaciones muy
distintas: mientras la primera está al 32,72% de su capacidad, con
un total de 130,32 hectómetros cúbicos, la segunda se sitúa en el
24,67%.
La cuenca del Llobregat, que abastece en exclusivo a una parte de
los municipios del área metropolitana de Barcelona, dispone
actualmente de 52,74 hectómetros cúbicos de agua, por lo que está a
sólo 10 hectómetros de la declaración de la fase de emergencia.
El decreto podrá tener repercusión en el precio del agua, ya que
autoriza a los ayuntamientos o compañías suministradoras a subir las
tarifas en el caso de que hayan necesitado invertir en
infraestructuras para asegurar el ahorro de los recursos hídricos.
el fin de garantizar las reservas hasta la próxima primavera
Estrella Digital/Efe
Barcelona
El decreto de emergencia contra la
sequía que la Generalitat aprobará a mediados del próximo mes, con
el fin de garantizar las reservas hasta la próxima primavera,
comportará una disminución de la presión del agua corriente y cortes
del suministro doméstico durante algunas franjas horarias. La Generalitat garantizará a cada municipio un mínimo diario de
230 litros por habitante y día cuando las reservas estén al 20%, 210
litros al 15% de capacidad, 180 al 10% y 160 al 5%, siempre por
encima del consumo medio por habitante y día en Cataluña, que se
sitúa en 130 litros.
El conseller de Medio Ambiente, Salvador Milá, y el director de
la Agencia Catalana del Agua (ACA), Jaume Solá, presentaron el
borrador del decreto de emergencia, que el viernes se debatió en el consejo de administración de la ACA y está previsto que el Consell Executiu lo apruebe, como muy pronto, el próximo 13 de septiembre.
No obstante, hasta principios del próximo mes de octubre no está
previsto que ninguna cuenca interna de Cataluña entre en la fase de
emergencia, que se declarará cuando los embalses estén al 20% de su
capacidad total, y el sistema hídrico que actualmente está en peor
situación es el del Llobregat, al 24,6%.
Cuando se haya declarado la fase de emergencia en una cuenca
hídrica, serán los ayuntamientos, mancomunidades y las compañías
suministradoras de agua de cada municipio las encargadas de aprobar
sus planes de contingencia para "administrar la precariedad" de
agua, comentó el conseller.
Pese a que las restricciones al consumo doméstico dependerán de
cada plan de contingencia, "se puede prever fácilmente que serán una
combinación de disminución de la presión y de horas en las que se
cortará el agua", señaló Jaume Solá.
La Generalitat garantizará a cada municipio un mínimo diario de
230 litros por habitante y día cuando las reservas estén al 20%, 210
litros al 15% de capacidad, 180 al 10% y 160 al 5%, siempre por
encima del consumo medio por habitante y día en Cataluña, que se
sitúa en 130 litros.
Milá aseguró que esos límites "serán iguales para todos los
municipios", independientemente de que consuman más o menos, y
añadió que si las poblaciones "hacen una buena gestión de sus
recursos propios, el agua les puede dar incluso para usos
industriales".
El decreto de emergencia establece restricciones progresivas al
consumo para garantizar las reservas de agua en Cataluña por lo
menos hasta la próxima primavera, "en el peor de los escenarios
posibles", según el conseller de Medio Ambiente.
La entrada en vigor del decreto de emergencia comportará la
separación de las cuencas del Ter y Llobregat a efectos de su
gestión, puesto que actualmente se encuentran en situaciones muy
distintas: mientras la primera está al 32,72% de su capacidad, con
un total de 130,32 hectómetros cúbicos, la segunda se sitúa en el
24,67%.
La cuenca del Llobregat, que abastece en exclusivo a una parte de
los municipios del área metropolitana de Barcelona, dispone
actualmente de 52,74 hectómetros cúbicos de agua, por lo que está a
sólo 10 hectómetros de la declaración de la fase de emergencia.
El decreto podrá tener repercusión en el precio del agua, ya que
autoriza a los ayuntamientos o compañías suministradoras a subir las
tarifas en el caso de que hayan necesitado invertir en
infraestructuras para asegurar el ahorro de los recursos hídricos.