The Júcar-Vinalopó divert and the new water policies
Desde hace un mes asistimos a un amplio debate sobre el Júcar-Vinalopó, cuyo origen se encuentra en los informes elaborados en el seno de la Comisión Técnica para el Trasvase.
Lo primero que habría que decir es que estos informes no cuestionan la realización del trasvase. Esto debería moderar los términos del debate. Lo que cuestionan es la idoneidad del punto de toma del agua (Cortes de Pallás).
En concreto, el último informe de la Sociedad Estatal de Aguas del Júcar (Ajusa), citado en el Documento de Síntesis que se presentó a la Comisión Técnica el día 28 de julio, llega a la conclusión de que, con un caudal mínimo en la desembocadura de 4 m3/segundo y una aportación a la Albufera de 170 hm3/año, las medias de caudales que se habrían podido trasvasar desde el Júcar al Vinalopó en los últimos 25 años habrían sido las siguientes:
1) Con la toma en Cortes de Pallás, habrían llegado al Vinalopó 19,9 hm3/año, siempre y cuando el Consell hubiera modernizado los regadíos en la Acequia Real del Júcar. En 15 de los 25 últimos años las condiciones del río no habrían permitido enviar agua al Vinalopó desde Cortes, según el Documento.
2) Con la toma en el Azud de la Marquesa, habrían llegado al Vinalopó 39,4 hm3/año, incrementables hasta 80 hm3/año, mediante envío al Vinalopó de parte del caudal ambiental del Júcar en este punto, que se compensaría -dada su cercanía a la desembocadura- con aportaciones de las golas del Mareny de Barraquetes y del Mareny de San Lorenzo. Según estas estimaciones, en Cortes de Pallás hay menos agua y sale más cara que en el Azud de la Marquesa. Esto es especialmente relevante en un trasvase que, según el propio Plan de Cuenca y la Comisión de la UE, sólo puede hacerse si hay excedentes y siempre que se garanticen las condiciones ambientales del Júcar y de la Albufera y los derechos de los usuarios tradicionales, los cuales dan su apoyo a la toma en el Azud de la Marquesa.
En tales circunstancias es preciso responder a una pregunta clave: a la vista de esta situación, ¿es aconsejable profundizar en el análisis y estudiar otras alternativas para la toma del trasvase que, sin ponerlo en riesgo, aseguren caudales suficientes para responder a las demandas a precios razonables? El Ministerio ha respondido afirmativamente a esta pregunta. Está estudiando los cálculos y trabajando en la alternativa que más agua garantice al Vinalopó. La Confederación Hidrográfica del Júcar está profundizando en el análisis comparativo de los datos existentes. La propia ministra ha declarado que la decisión será la que garantice más agua al Vinalopó y con más estabilidad.
El Consell y el Partido Popular han respondido negativamente y defienden el trazado actual sin que se pueda tocar una sola coma. Por su parte, el PSPV, ha puesto un conjunto de condiciones para mejorar la nueva alternativa del Ministerio, si finalmente se produce: 1) Que efectivamente haya más cantidad de agua en la nueva toma; 2) Que la calidad del agua sea apta para la agricultura; 3) Que los agricultores y usuarios del Vinalopó paguen sólo cuando reciban el agua y no tengan que hacer pagos anticipados a cuenta del trasvase, hipotecando sus tierras, como les exigió el anterior Gobierno; 4) Que el coste del agua sea similar al de otros trasvases; 5) Que continúen las obras en los tramos comunes V, VI y VII; 6) Que se acorten al máximo los plazos.
La última decisión sobre el cambio de toma está en manos del Ministerio de Medio Ambiente y será adoptada probablemente en el mes de septiembre.
Pero los problemas de cantidad y calidad del agua en el Vinalopó-l'Alacantí-Marina Baja necesitan de la colaboración de todas las instituciones, especialmente del Gobierno Valenciano. El Consell tiene que hacer sus deberes y ejecutar la modernización de regadíos en la Acequia Real del Júcar. Esas obras cuestan 130 millones de euros y el Ejecutivo Valenciano, en cinco años, sólo ha hecho 3 de los 45 sectores en que se dividen. También es responsabilidad del Consell ejecutar las obras de la margen izquierda del Postrasvase Júcar-Vinalopó (160 millones de euros), que no ha iniciado.
Ese mismo Consell debe invertir más en depuración y en reutilización de aguas, pues sólo en Alicante, a través de los emisarios submarinos de las depuradoras de Rincón de León y de Orgegia, se están arrojando al mar -frente a San Gabriel y la Albufereta- entre 30 y 40 millones de metros cúbicos/año de aguas residuales que contaminan y ocasionan problemas en lugar de ayudar a resolverlos.
El Partido Popular ha tenido su oportunidad durante años. Si hubiera resuelto nuestros problemas hídricos, no estaríamos ahora padeciéndolos. Desgraciadamente el PP nos ha convertido en la Comunidad más endeudada de España, pero ha errado en sus prioridades de gasto público.
No es razonable el nivel de crispación existente, ni el acoso al Gobierno que practica el Partido Popular, pues al fin y al cabo los dirigentes de este partido no acaban de llegar de otro planeta, sino que son los mismos que durante ocho años han tenido la responsabilidad de resolver nuestros problemas hídricos y no lo han hecho. El Gobierno socialista lleva poco más de un año y ha puesto sobre la mesa una propuesta de solución razonable y estable para los problemas hídricos del Vinalopó-l'Alacantí-Marina Baixa. Esta solución no puede provenir tan sólo del trasvase Júcar-Vinalopó, elemento importante e incuestionable, sino de un programa de actuaciones prioritarias y urgentes, que ha puesto en marcha el Ministerio de Medio Ambiente, a través del Programa Agua: 1) Desalación para producir agua potable suficiente para Alicante y Marina Baja; 2) Mejora del abastecimiento urbano de la Marina Baja a través del canal bajo del Algar; 3) Reutilización y balsa de regulación en Villajoyosa; 4) Reutilización de aguas residuales depuradas en el sistema Vinalopó-Alacantí: 5) Reutilización de las aguas residuales depuradas de las EDARs de Monte Orgegia y Rincón de León de Alicante por los usuarios del Vinalopó; 6) Depuración terciaria y reutilización del agua de las depuradoras de Novelda-Monforte; 7) Desalobración e infraestructuras para la posterior reutilización agrícola de las aguas residuales depuradas de la EDAR de Elda-Petrer por los usuarios del Vinalopó.; 8) Medidas de modernización de regadíos.
Tenemos ante nosotros la oportunidad de poner en marcha un conjunto de actuaciones esenciales para traer agua a Alicante. Ello precisa consenso político y social, que desde el PSPV estamos dispuestos a favorecer y apoyar, al tiempo que realizamos una llamada a la responsabilidad del Consell y a evitar la confrontación entre las comarcas de nuestra Comunidad.
Antonio Godoy es secretario de Infraestructuras y Transporte del PSPV-PSOE
Lo primero que habría que decir es que estos informes no cuestionan la realización del trasvase. Esto debería moderar los términos del debate. Lo que cuestionan es la idoneidad del punto de toma del agua (Cortes de Pallás).
En concreto, el último informe de la Sociedad Estatal de Aguas del Júcar (Ajusa), citado en el Documento de Síntesis que se presentó a la Comisión Técnica el día 28 de julio, llega a la conclusión de que, con un caudal mínimo en la desembocadura de 4 m3/segundo y una aportación a la Albufera de 170 hm3/año, las medias de caudales que se habrían podido trasvasar desde el Júcar al Vinalopó en los últimos 25 años habrían sido las siguientes:
1) Con la toma en Cortes de Pallás, habrían llegado al Vinalopó 19,9 hm3/año, siempre y cuando el Consell hubiera modernizado los regadíos en la Acequia Real del Júcar. En 15 de los 25 últimos años las condiciones del río no habrían permitido enviar agua al Vinalopó desde Cortes, según el Documento.
2) Con la toma en el Azud de la Marquesa, habrían llegado al Vinalopó 39,4 hm3/año, incrementables hasta 80 hm3/año, mediante envío al Vinalopó de parte del caudal ambiental del Júcar en este punto, que se compensaría -dada su cercanía a la desembocadura- con aportaciones de las golas del Mareny de Barraquetes y del Mareny de San Lorenzo. Según estas estimaciones, en Cortes de Pallás hay menos agua y sale más cara que en el Azud de la Marquesa. Esto es especialmente relevante en un trasvase que, según el propio Plan de Cuenca y la Comisión de la UE, sólo puede hacerse si hay excedentes y siempre que se garanticen las condiciones ambientales del Júcar y de la Albufera y los derechos de los usuarios tradicionales, los cuales dan su apoyo a la toma en el Azud de la Marquesa.
En tales circunstancias es preciso responder a una pregunta clave: a la vista de esta situación, ¿es aconsejable profundizar en el análisis y estudiar otras alternativas para la toma del trasvase que, sin ponerlo en riesgo, aseguren caudales suficientes para responder a las demandas a precios razonables? El Ministerio ha respondido afirmativamente a esta pregunta. Está estudiando los cálculos y trabajando en la alternativa que más agua garantice al Vinalopó. La Confederación Hidrográfica del Júcar está profundizando en el análisis comparativo de los datos existentes. La propia ministra ha declarado que la decisión será la que garantice más agua al Vinalopó y con más estabilidad.
El Consell y el Partido Popular han respondido negativamente y defienden el trazado actual sin que se pueda tocar una sola coma. Por su parte, el PSPV, ha puesto un conjunto de condiciones para mejorar la nueva alternativa del Ministerio, si finalmente se produce: 1) Que efectivamente haya más cantidad de agua en la nueva toma; 2) Que la calidad del agua sea apta para la agricultura; 3) Que los agricultores y usuarios del Vinalopó paguen sólo cuando reciban el agua y no tengan que hacer pagos anticipados a cuenta del trasvase, hipotecando sus tierras, como les exigió el anterior Gobierno; 4) Que el coste del agua sea similar al de otros trasvases; 5) Que continúen las obras en los tramos comunes V, VI y VII; 6) Que se acorten al máximo los plazos.
La última decisión sobre el cambio de toma está en manos del Ministerio de Medio Ambiente y será adoptada probablemente en el mes de septiembre.
Pero los problemas de cantidad y calidad del agua en el Vinalopó-l'Alacantí-Marina Baja necesitan de la colaboración de todas las instituciones, especialmente del Gobierno Valenciano. El Consell tiene que hacer sus deberes y ejecutar la modernización de regadíos en la Acequia Real del Júcar. Esas obras cuestan 130 millones de euros y el Ejecutivo Valenciano, en cinco años, sólo ha hecho 3 de los 45 sectores en que se dividen. También es responsabilidad del Consell ejecutar las obras de la margen izquierda del Postrasvase Júcar-Vinalopó (160 millones de euros), que no ha iniciado.
Ese mismo Consell debe invertir más en depuración y en reutilización de aguas, pues sólo en Alicante, a través de los emisarios submarinos de las depuradoras de Rincón de León y de Orgegia, se están arrojando al mar -frente a San Gabriel y la Albufereta- entre 30 y 40 millones de metros cúbicos/año de aguas residuales que contaminan y ocasionan problemas en lugar de ayudar a resolverlos.
El Partido Popular ha tenido su oportunidad durante años. Si hubiera resuelto nuestros problemas hídricos, no estaríamos ahora padeciéndolos. Desgraciadamente el PP nos ha convertido en la Comunidad más endeudada de España, pero ha errado en sus prioridades de gasto público.
No es razonable el nivel de crispación existente, ni el acoso al Gobierno que practica el Partido Popular, pues al fin y al cabo los dirigentes de este partido no acaban de llegar de otro planeta, sino que son los mismos que durante ocho años han tenido la responsabilidad de resolver nuestros problemas hídricos y no lo han hecho. El Gobierno socialista lleva poco más de un año y ha puesto sobre la mesa una propuesta de solución razonable y estable para los problemas hídricos del Vinalopó-l'Alacantí-Marina Baixa. Esta solución no puede provenir tan sólo del trasvase Júcar-Vinalopó, elemento importante e incuestionable, sino de un programa de actuaciones prioritarias y urgentes, que ha puesto en marcha el Ministerio de Medio Ambiente, a través del Programa Agua: 1) Desalación para producir agua potable suficiente para Alicante y Marina Baja; 2) Mejora del abastecimiento urbano de la Marina Baja a través del canal bajo del Algar; 3) Reutilización y balsa de regulación en Villajoyosa; 4) Reutilización de aguas residuales depuradas en el sistema Vinalopó-Alacantí: 5) Reutilización de las aguas residuales depuradas de las EDARs de Monte Orgegia y Rincón de León de Alicante por los usuarios del Vinalopó; 6) Depuración terciaria y reutilización del agua de las depuradoras de Novelda-Monforte; 7) Desalobración e infraestructuras para la posterior reutilización agrícola de las aguas residuales depuradas de la EDAR de Elda-Petrer por los usuarios del Vinalopó.; 8) Medidas de modernización de regadíos.
Tenemos ante nosotros la oportunidad de poner en marcha un conjunto de actuaciones esenciales para traer agua a Alicante. Ello precisa consenso político y social, que desde el PSPV estamos dispuestos a favorecer y apoyar, al tiempo que realizamos una llamada a la responsabilidad del Consell y a evitar la confrontación entre las comarcas de nuestra Comunidad.
Antonio Godoy es secretario de Infraestructuras y Transporte del PSPV-PSOE