Drought Observatory will be created by the Environment Ministry
Sun, 28/08/2005
Mejorar la gestión del agua y acabar con el despilfarro. Estos serán los objetivos fundamentales del Observatorio Nacional de la Sequía cuya creación anunció ayer la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona. Además, aseguró que la situación de sequía galopante que padece España pone en evidencia la validez de la gestión de los escasos recursos hidráulicos del país llevada a cabo por el Gobierno socialista así como el acierto de su política antitrasvases.
MADRID.- La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona apuntó ayer que, en vista de la falta de lluvia y la situación que estos días sufren Cataluña y Aragón, si el trasvase del Ebro se hubiera llevado a cabo hubiera generado “como mínimo los mismos problemas que está comportando el trasvase Tajo-Segura”. Para Narbona es muy importante la concienciación de los ciudadanos a la hora de paliar situaciones como las que estamos viviendo. Así, anunció la creación de un Observatorio Nacional de la Sequía para mejorar la gestión del agua y acabar con el despilfarro y subrayó el hecho de que los ciudadanos podrán visitarlo a través de una página web -que se presentará mañana en Santander- donde podrán consultar en tiempo real la situación de las distintas cuencas. Narbona abogó por que en esta materia exista la “máxima transparencia y la máxima implicación porque la sequía es un problema de toda la sociedad”.
La titular de Medio Ambiente sostuvo que España “es un país que ha confundido el bienestar con el derroche en muchos aspectos, con el despilfarro” del agua. En su opinión, “tenemos que ser capaces de estar a la altura de nuestra condición de país europeo y tomar ejemplo de países donde llueve muchísimo más que en España y, sin embargo, donde el consumo per cápita para determinadas finalidades domésticas, industriales y agrarias es mucho más eficiente”.
La ministra insistió en su teoría de que “la sequía confirma la validez de un enfoque basado en el aprovechamiento sostenible de los recursos hídricos de nuestro país, como es el Programa AGUA, donde se tiene muy en cuenta que los caudales de los ríos no son los que están detrás de los proyectos de trasvases e incluso de trasvases existentes como es el del Tajo-Segura”. La política hidráulica del Gobierno no puede depender del caudal del río sino que “se tiene que decidir en cada momento con la máxima racionalidad posible”, insistió.
MADRID.- La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona apuntó ayer que, en vista de la falta de lluvia y la situación que estos días sufren Cataluña y Aragón, si el trasvase del Ebro se hubiera llevado a cabo hubiera generado “como mínimo los mismos problemas que está comportando el trasvase Tajo-Segura”. Para Narbona es muy importante la concienciación de los ciudadanos a la hora de paliar situaciones como las que estamos viviendo. Así, anunció la creación de un Observatorio Nacional de la Sequía para mejorar la gestión del agua y acabar con el despilfarro y subrayó el hecho de que los ciudadanos podrán visitarlo a través de una página web -que se presentará mañana en Santander- donde podrán consultar en tiempo real la situación de las distintas cuencas. Narbona abogó por que en esta materia exista la “máxima transparencia y la máxima implicación porque la sequía es un problema de toda la sociedad”.
La titular de Medio Ambiente sostuvo que España “es un país que ha confundido el bienestar con el derroche en muchos aspectos, con el despilfarro” del agua. En su opinión, “tenemos que ser capaces de estar a la altura de nuestra condición de país europeo y tomar ejemplo de países donde llueve muchísimo más que en España y, sin embargo, donde el consumo per cápita para determinadas finalidades domésticas, industriales y agrarias es mucho más eficiente”.
La ministra insistió en su teoría de que “la sequía confirma la validez de un enfoque basado en el aprovechamiento sostenible de los recursos hídricos de nuestro país, como es el Programa AGUA, donde se tiene muy en cuenta que los caudales de los ríos no son los que están detrás de los proyectos de trasvases e incluso de trasvases existentes como es el del Tajo-Segura”. La política hidráulica del Gobierno no puede depender del caudal del río sino que “se tiene que decidir en cada momento con la máxima racionalidad posible”, insistió.