Segura farmers won´t receive water from the swamps until October
Wed, 24/08/2005
La falta de lluvias en los últimos meses ha traido las consencuencias dramáticas que se esperaban. Las reservas de la Confederación Hidrográfica del Segura se encuentran al 13 por ciento pero, al reservar el mínimo ecológico, sólo le quedan a sus embalses a un dos por ciento. El presidente de la CHS, José Salvador Fuentes, informó que a partir de la semana próxima quedarán suspendidos los desembalses de recursos hasta iniciar el próximo año hidrológico, es decir, en octubre. Los 20.000 regantes de la Vega Baja ya no tendrán los riegos de socorro, por lo que sus cultivos pueden echarse a perder. El único abastecimiento para esta zona será el que provenga de los 18 pozos de sequía recientemente abiertos. Las reservas de los pantanos de esta cuenca, la que se encuentra en la situación más crítica de toda España, almacenan sólo 58 hectómetros cúbicos. Sin embargo, ni siquiera ese porcentaje es útil ya que a esa cantidad hay que detraer los caudales mínimos que se han de mantener por motivos ecológicos y técnicos. En municipios como Orihuela se podría dejar de regar hasta otoño el 80 por ciento de la superficie de huerta y se calcula que en toda la comarca se perderán hasta el 18 por ciento de los cultivos. En estas zonas están pendientes que nunca, a falta de desembalses, de las aperturas de pozos pendientes tanto por la Conselleria de Agricultura como por la CHS. La administración autonómica debe instalar las bombas de agua para que funcionen los 14 pozos que abastecen las acequias y la CHS debe adquirir otros tres pozos privados para convertirlos en públicos. Peligro para el Júcar. Casi en la misma situación se encuentra ya la cuenca del Júcar. Los pozos de sequía tendrán que empezar en breve a ponerse en marcha puesto que el embalse de Alarcón también está bajo mínimos. Esta situación, anunciada desde hace meses, hacía mucho tiempo que no se producía. De hecho, en la anterior campaña de riegos, desde la Confederación Hidrográfica del Júcar se aseguraba con mucho optimismo que había un año hidrológico garantizado. Los ciclos secos del clima mediterráneo no han perdonado a la Comunidad.