Big Chinese rivers are contaminated by the economic development

Mon, 22/08/2005

La Vanguardia

Los siete mayores ríos de China y 25 de los 27 mayores lagos están contaminados, concluye un informe de la agencia nacional del medio ambiente


RAFAEL POCH
Corresponsal
pekín. - En China, el desarrollismo acelerado tiene consecuencias medioambientales igualmente aceleradas. 'En sólo dos décadas, hemos condensado los problemas medioambientales que los países desarrollados hubieron de afrontar gradualmente a lo largo de más de un siglo', ha declarado una alta funcionaria de la Administración medioambiental china. Mientras el país concentra el mayor proceso de urbanización de la historia, con el consiguiente crecimiento de consumo de energía per cápita, la rapidez de los procesos y su carácter contradictorio -lo que va bien al desarrollo va mal al medio ambiente- suponen muchos problemas.
La mayoría de los grandes ríos y lagos están contaminados, ha concluido la Sepa, la agencia nacional de protección medioambiental. La lista incluye los siete mayores ríos y 25 de los 27 mayores lagos. El gran río más contaminado sigue siendo el Huaihe, que abastece de agua a 150 millones de habitantes. La frecuencia de las lluvias ácidas ha aumentado, así como el número de ciudades que las sufren (298), casi doscientas urbes carecen de plantas de tratamiento de residuos y depuradoras de agua, y sólo una tercera parte de las aguas utilizadas y el 57% de los residuos son objeto de procesamiento, señalan los responsables de la agencia.
Aunque al más alto nivel hay una mayor preocupación por el desarrollo sostenible y el medio ambiente, la situación a nivel local, donde se deciden las situaciones concretas, se ve complicada por la complicidad entre contaminadores y administradores. En el 2004, la agencia medioambiental china gestionó más de 200 casos de gobiernos locales que protegían a industrias contaminantes. 'El clientelismo local es un gran dolor de cabeza para nuestra agencia', dijo la subdirectora de la Sepa, Wang Jirong. Al tiempo, 'China sigue siendo un país en desarrollo, y el desarrollo no se puede detener', añadió.
En territorio chino se encuentran siete de las diez ciudades más contaminadas del mundo, según el Banco Mundial. China es el principal emisor mundial de dióxido de azufre (SO2) a causa de su enorme consumo de carbón, un problema sin horizonte de solución. Sólo un 5% de las centrales térmicas alimentadas con carbón cuentan con recursos para reducir las emisiones de dióxido de azufre. El pronóstico es que, aunque se instalen más filtros, la situación irá a peor, pues la previsión oficial es que el país habrá doblado en el año 2020 su actual capacidad generadora de electricidad, alcanzando los 1.000 gigawatios, con la mayoría de las centrales de carbón. Actualmente, el 75% de la electricidad producida en China se consigue quemando carbón, en una red de más de 2.000 centrales térmicas.
De las 23 centrales térmicas proyectadas que se pararon por vulnerar criterios y normas medioambientales, sólo una no ha logrado el permiso para continuar, dijo Wang.
Un 37% del territorio del país acusa los efectos de la degradación de la tierra y de la deforestación, sus áreas de cultivo soportan un uso excesivo de pesticidas y abonos químicos, y el coste total de la degradación ambiental representa del 2% al 3% del PIB, según la estimación oficial habitual, aunque nadie ha explicado cómo se hace el cálculo y un estudio de la Universidad Qinghua de Pekín divulgado en el 2004 afirmaba, por ejemplo, que sólo el 'impacto agrícola y forestal' de la lluvia ácida es responsable anualmente de pérdidas equivalentes a un 2%-3% del PIB.


La crisis medioambiental alarma al Gobierno, pero no a los ejecutivos locales, que en general protegen a las empresas contaminantes