Fishes from the Llobregat will suffer a big death toll. The ACA says that is inevitalbe due to the use of recycled water
Tue, 09/08/2005
La crítica situación del río Llobregat, que tiene su caudal bajo mínimos debido a la sequía, podría cobrarse la vida de centenares de peces, especialmente tras la decisión de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) de permitir a los agricultores del margen derecho regar con agua depurada.
Tras conectar las depuradoras de Sant Feliu de Llobregat y Depurbaix, situada en El Prat, al canal del margen derecho, desde donde se bombeará el agua a los campos de cultivo, los centenares de peces que habitan en este conducto morirán, según las previsiones de la ACA. Los peces no soportarán el cambio de agua, aunque la procedente de las depuradas está desinfectada y cumple todos los parámetros sanitarios establecidos.
Un portavoz de la ACA consideró ayer «inviable y prácticamente imposible» el traslado de los peces debido a que la mayor marte parte del canal del margen derecho está soterrado. Ante la imposibilidad de salvar a los peces, la ACA se ha comprometido a retirar los que mueran. Desde ayer, los regantes del margen derecho ya pueden utilizar el agua de las dos depuradoras, según el pacto alcanzado el pasado 21 de julio con la ACA. Las comunidades de regantes del Baix Ter, en Torroella de Montgrí, y del río Tordera, en Blanes, ya han adoptado medidas similares a causa de la pertinaz sequía.
La ACA correrá con los gastos que suponen el bombeo, desinfección y control de las aguas, por lo que la comunidad de regantes del margen derecho del río Llobregat no tendrá que hacerse cargo de ningún gasto adicional.
Por otro lado, un fallo en la depuradora de Santa Eulàlia de Ronøana originó el pasado mes de mayo un vertido accidental de aguas residuales que provocó la muerte de dos centenares de peces en el río Tenes. Así lo explica el conseller de Medi Ambient i Habitatge, Salvador Milà, en respuesta a una pregunta parlamentaria de CiU.
Según Milà, la ACA tuvo conocimiento el 22 de mayo pasado de la presencia de peces muertos en el río Tenes, entre Santa Eulàlia y Lliøà d'Amunt. Tras una inspección en la planta depuradora de Santa Eulàlia, se conoció que se vertieron, de manera accidental, aguas residuales sin tratar al lecho del río Tenes como consecuencia de un fallo eléctrico en el bombeo de entrada. Este vertido duró unas dos horas antes de que fuera detectado y reparada la avería.
Tras conectar las depuradoras de Sant Feliu de Llobregat y Depurbaix, situada en El Prat, al canal del margen derecho, desde donde se bombeará el agua a los campos de cultivo, los centenares de peces que habitan en este conducto morirán, según las previsiones de la ACA. Los peces no soportarán el cambio de agua, aunque la procedente de las depuradas está desinfectada y cumple todos los parámetros sanitarios establecidos.
Un portavoz de la ACA consideró ayer «inviable y prácticamente imposible» el traslado de los peces debido a que la mayor marte parte del canal del margen derecho está soterrado. Ante la imposibilidad de salvar a los peces, la ACA se ha comprometido a retirar los que mueran. Desde ayer, los regantes del margen derecho ya pueden utilizar el agua de las dos depuradoras, según el pacto alcanzado el pasado 21 de julio con la ACA. Las comunidades de regantes del Baix Ter, en Torroella de Montgrí, y del río Tordera, en Blanes, ya han adoptado medidas similares a causa de la pertinaz sequía.
La ACA correrá con los gastos que suponen el bombeo, desinfección y control de las aguas, por lo que la comunidad de regantes del margen derecho del río Llobregat no tendrá que hacerse cargo de ningún gasto adicional.
Por otro lado, un fallo en la depuradora de Santa Eulàlia de Ronøana originó el pasado mes de mayo un vertido accidental de aguas residuales que provocó la muerte de dos centenares de peces en el río Tenes. Así lo explica el conseller de Medi Ambient i Habitatge, Salvador Milà, en respuesta a una pregunta parlamentaria de CiU.
Según Milà, la ACA tuvo conocimiento el 22 de mayo pasado de la presencia de peces muertos en el río Tenes, entre Santa Eulàlia y Lliøà d'Amunt. Tras una inspección en la planta depuradora de Santa Eulàlia, se conoció que se vertieron, de manera accidental, aguas residuales sin tratar al lecho del río Tenes como consecuencia de un fallo eléctrico en el bombeo de entrada. Este vertido duró unas dos horas antes de que fuera detectado y reparada la avería.