Andalucia Government want to save 10% of water to guarantee another year of consumption
Sun, 07/08/2005
La consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, lo advertía hace unos días: «Si en octubre o noviembre no se registran lluvias habrá que tomar medidas más drásticas». El fantasma de la sequía vuelve a planear sobre Andalucía en un año que, según el Instituto Nacional de Meteorología, puede ser el más seco desde los años cuarenta y en el que las cuencas que abastecen la comunidad se encuentran ahora a menos del 50%de su capacidad. Por ello, la Junta ha puesto en marcha una campaña para ahorrar un 10% en todos los usos del agua en Andalucía, lo que garantizaría el abastecimiento de la población durante un año más. Pero de no llover en otoño, las cosas no pintarían bien. Sin embargo, la situación, no es alarmante, según fuentes de la Agencia Andaluza del Agua.
Los periodos de sequía meteorológica, señalan, son propios del clima mediterráneo y tienen suceden ciclicamente, el último de ellos en los años noventa. Estos periodos suelen desarrollarse con un patrón fijo: a un año muy seco, le sucede otro húmedo y a este uno muy seco.
«Ser fuerte y gestionarla bien»
Desde la Consejería de Medio Ambiente, se afirma que ahora se dispone de un 20% más de capacidad de margen para actuar en estos periodos que en 1990 y que ante este la sequía lo que hay que hacer es «ser fuerte y gestionarla bien».
Para empezar, puntualizan, hay reservas para año y medio, es decir, que hay agua disponible -en embalses, acuíferos, pozos y retornos- para dar respuesta a las necesidades de consumo de la población aunque se suceda un año y medio sin precipitaciones. Por lo que no se puede hablar de sequía hidrológica.
A fecha de 1 de agosto, las diferentes cuencas hidrográficas mostraban estas cifras: Guadalquivir, 3.998.406 hectómetros cúbicos de agua almacenada, lo que supone un 46,47% de su capacidad; Mediterránea Andaluza -que abarca las provincias de Almería, Málaga, Granada y Cádiz-, 376.7 hectómetros cúbicos, un 36% de su capacidad; y la Zona Sur del Guadiana -fundamentalmente Huelva-, 230,96 hectómetros cúbicos, un 49,12 de su capacidad.
Si llueve de forma prolongada en otoño, redundará en una mayor cantidad de agua en los pantanos. Pero, además, señalan desde Medio Ambiente, en dos o tres años estarán operativas nuevas infraestructuras, como los pantanos de Arenoso y Melonares en la cuenca del Guadalquivir, y, más adelante, el de Breña II y una serie de desaladoras en los municipios costeros.
Prioridad, el abastecimiento urbano
Con todo, la Consejería ha iniciado actuaciones tendentes al ahorro. Ahí se enmarca la campaña que tiene como principal objetivo el ahorro de un 10% en todos los usos del agua en Andalucía (doméstico, agrario, industrial y turístico). Ese ahorro del 10% es equivalente, con el volumen actual de reservas embalsadas, a las necesidades de toda la población andaluza durante un año para consumo doméstico.
Esa es la prioridad de la Administración autonómica, el abastecimiento urbano -al que se destina el 14% del agua-, siendo el uso agrario el primero que sufriría restricciones, que absorbe el 77% de este recurso. El jueves, el consejero de Agricultura y Pesca, Isaías Pérez Saldaña, instó a los regantes a suscribir un pacto por el agua para reducir en un 10% su consumo y evitar una subida de precios. También insistió en modernizar las actuales hectáreas de regadíos y se mostró en contra de su ampliación.
Con todo, la Junta ya ha comenzado a tomar medidas para paliar una situación de sequía agrícola. La más llamativa son los bancos públicos de agua, un instrumento pionero en España que permitirá el intercambio de recursos entre distintas cuencas hidrográficas con el fin de garantizar el abastecimiento de agua a la población y la agricultura. Para ello, ya trabajan la Consejería y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
Los recursos de estos bancos se obtendrán, de un lado, de los ahorros procedentes de las modernizaciones de regadíos y las redes de abastecimiento a las poblaciones; de otro, de aportaciones voluntarias de derechos concesionales de determinados usuarios
Los periodos de sequía meteorológica, señalan, son propios del clima mediterráneo y tienen suceden ciclicamente, el último de ellos en los años noventa. Estos periodos suelen desarrollarse con un patrón fijo: a un año muy seco, le sucede otro húmedo y a este uno muy seco.
«Ser fuerte y gestionarla bien»
Desde la Consejería de Medio Ambiente, se afirma que ahora se dispone de un 20% más de capacidad de margen para actuar en estos periodos que en 1990 y que ante este la sequía lo que hay que hacer es «ser fuerte y gestionarla bien».
Para empezar, puntualizan, hay reservas para año y medio, es decir, que hay agua disponible -en embalses, acuíferos, pozos y retornos- para dar respuesta a las necesidades de consumo de la población aunque se suceda un año y medio sin precipitaciones. Por lo que no se puede hablar de sequía hidrológica.
A fecha de 1 de agosto, las diferentes cuencas hidrográficas mostraban estas cifras: Guadalquivir, 3.998.406 hectómetros cúbicos de agua almacenada, lo que supone un 46,47% de su capacidad; Mediterránea Andaluza -que abarca las provincias de Almería, Málaga, Granada y Cádiz-, 376.7 hectómetros cúbicos, un 36% de su capacidad; y la Zona Sur del Guadiana -fundamentalmente Huelva-, 230,96 hectómetros cúbicos, un 49,12 de su capacidad.
Si llueve de forma prolongada en otoño, redundará en una mayor cantidad de agua en los pantanos. Pero, además, señalan desde Medio Ambiente, en dos o tres años estarán operativas nuevas infraestructuras, como los pantanos de Arenoso y Melonares en la cuenca del Guadalquivir, y, más adelante, el de Breña II y una serie de desaladoras en los municipios costeros.
Prioridad, el abastecimiento urbano
Con todo, la Consejería ha iniciado actuaciones tendentes al ahorro. Ahí se enmarca la campaña que tiene como principal objetivo el ahorro de un 10% en todos los usos del agua en Andalucía (doméstico, agrario, industrial y turístico). Ese ahorro del 10% es equivalente, con el volumen actual de reservas embalsadas, a las necesidades de toda la población andaluza durante un año para consumo doméstico.
Esa es la prioridad de la Administración autonómica, el abastecimiento urbano -al que se destina el 14% del agua-, siendo el uso agrario el primero que sufriría restricciones, que absorbe el 77% de este recurso. El jueves, el consejero de Agricultura y Pesca, Isaías Pérez Saldaña, instó a los regantes a suscribir un pacto por el agua para reducir en un 10% su consumo y evitar una subida de precios. También insistió en modernizar las actuales hectáreas de regadíos y se mostró en contra de su ampliación.
Con todo, la Junta ya ha comenzado a tomar medidas para paliar una situación de sequía agrícola. La más llamativa son los bancos públicos de agua, un instrumento pionero en España que permitirá el intercambio de recursos entre distintas cuencas hidrográficas con el fin de garantizar el abastecimiento de agua a la población y la agricultura. Para ello, ya trabajan la Consejería y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
Los recursos de estos bancos se obtendrán, de un lado, de los ahorros procedentes de las modernizaciones de regadíos y las redes de abastecimiento a las poblaciones; de otro, de aportaciones voluntarias de derechos concesionales de determinados usuarios