The UE will have to reexamine the financing of the Júcar-Vinalopó divert if its course is changed

Fri, 05/08/2005

Europa Press

> La Comisión Europea aseguró hoy que deberá reexaminar la financiación comunitaria del trasvase Júcar-Vinalopó, al sur de la Comunidad Valenciana, si finalmente se cambia su trazado, tal y como baraja el Ministerio de Medio Ambiente, aunque precisó que ello no significa necesariamente que se vayan a perder los 80 millones de euros que la UE asignó al proyecto en diciembre de 2003
"Cualquier cambio a un proyecto ya aprobado tendrá que ser examinado por la Comisión teniendo en cuenta la legislación comunitaria aplicable", aseguraron a Europa Press fuentes del Ejecutivo comunitario. "Los cambios no significan que se suspenda la ayuda inicialmente concedida. No obstante, la Comisión tendrá que tomar una nueva decisión para aprobar los cambios si se pretende utilizar la ayuda original para el proyecto modificado", recalcaron.
El departamento de Política Regional de la Comisión señala que "no existe un riesgo inminente de pérdida de fondos" para la Comunidad Valenciana porque las ayudas al Júcar-Vinalopó se enmarcan en el programa de fondos estructurales para el periodo 2000-2006, y en el peor de los casos podrían redirigirse a pagar otros proyectos. No obstante, advierte de que los fondos tienen que gastarse como muy tarde el 31 de diciembre de 2008.
Las fuentes consultadas señalaron que, en todo caso, el Ministerio de Medio Ambiente todavía no ha comunicado a la Comisión que pretenda introducir ningún cambio en el trazado del trasvase.
El Ejecutivo comunitario aprobó en diciembre de 2003, tras un informe favorable del Banco Europeo de Inversiones (BEI), la concesión de 80 millones al Júcar-Vinalopó, en plena polémica sobre la financiación europea del trasvase del Ebro. Las ayudas estaban condicionadas al cumplimiento de una serie de estrictos requisitos, entre ellos la exigencia de que los caudales trasvasados provengan de las medidas de ahorro de aguas para riego y no de ningún aporte externo.
Bruselas exigió además la elaboración de unas normas de explotación del trasvase que tengan en cuenta, con carácter prioritario, todas las necesidades de la cuenca del Júcar, especialmente las de carácter medioambiental, y que fijen un 'caudal ecológimo mínimo' para el río, por debajo del cual quedaría prohibido trasvasar agua.