The farmers won´t be able to pay the cost of the modification of the divert

Thu, 04/08/2005

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La Generalitat anuncia que está dispuesta a financiar los tramos parados por Medio Ambiente

El conseller de Infraestructuras, José Ramón García Antón, desveló ayer los datos de un informe interno relativo a la modificación del trazado del trasvase Júcar-Vinalopó, según el cual el coste del agua prácticamente duplicará al del proyecto actual. Antón aseguró que el precio medio del agua será de 0,42 euros el metro cúbico, debido a que «el pago de las obras y del caudal posterior tendrá que ser asumido exclusivamente por los agricultores, ya que el agua del Azud de la Marquesa no sirve para el abastecimiento». El conseller recordó que las tarifas actuales fijan dos precios; 0,24 euros el metro cúbico para los abastecimientos y 0,12 euros para los regadíos.
El conseller aseguró, por otro lado, que según sus estudios el coste energético de elevar el agua de Cullera a Villena será también mayor, incidió en la mala calidad del caudal de la Marquesa por su alto contenido de pesticidas y sales y subrayó que «además de que por sus costes -entre 120 y 130 millones de euros más que el proyecto paralizado-, el nuevo trazado no pasará nunca un informe de impacto ambiental».
García Antón señaló que el Consell está «dispuesto a asumir la construcción de los tramos del trasvase que Aguas del Júcar ha paralizado cautelarmente hasta tomar la decisión definitiva sobre el cambio de trazado». Cuarenta y dos kilómetros de túneles correspondientes a los tramos II, III y IV, donde las obras debían haber empezado este mes, según anunció a los regantes del Vinalopó el 8 de julio en Cortes de Pallas el consejero-delegado de Aguas del Júcar. Quince días después, el Ministerio de Medio Ambiente y el PSPV cambiaron radicalmente de opción apostando por la modificación del proyecto.
El conseller -que también es consejero de la sociedad estatal Aguas del Júcar- recordó que el proyecto del trasvase Júcar-Vinalopó fue incorporado al PHN y aprobado por el Consejo de Ministros en julio de 1998. Antón aseveró que «nunca tuvo un voto en contra en el Consejo de Administración de Aguas del Júcar», la mercantil encargada de construir esta infraestructura hidráulica clave para recuperar los acuíferos de la provincia y garantizar el abastecimiento de un millón de personas.
El conseller informó de que el primer tramo, la toma e impulsión en Cortes de Pallás, está «prácticamente terminada», mientras que los tramos V y VI están ejecutados en un 80%, el VII -balsa de regulación de Villena- «muy avanzado», y quedan los tramos II, III y IV, que fueron adjudicados en febrero de 2004 y que se han paralizado «siempre con excusas medioambientales hasta llegar a la suspensión cautelar actual».
García Antón volvió a culpar a la ministra Cristina Narbona de la paralización que sufre la ejecución del proyecto. «El informe del Banco Europeo de Inversiones que financia las obras con 80 millones de euros fue clarísimo al certificar que el Júcar-Vinalopó era un proyecto viable desde el punto de vista económico, técnico y medioambiental e incluso apuntó que era un ejemplo a seguir en toda España. Ahora estamos a punto de hacer el ridículo más espantoso». Para el titular de Infraestructuras «todo responde a una estrategia de Narbona que quiere que fracase el trasvase para tener así un aval a su política hídrica donde según ella los trasvases no valen».
Sobre el cambio de opinión de las comunidades de regantes valencianos en la comarcas de la Ribera, García Antón recordó que «los usuarios del Júcar no presentaron alegaciones. Es más el presidente de los regantes de Sueca le dijo en enero al presidente Camps que sobraba agua y había suficiente para el Vinalopó». Según García Antón «todo esto responde a una filosofía muy concreta que viene desarrollando el PSOE y sus socios de ERC y que es la misma que la del trasvase del Ebro. Lo que ha pasado en el Ebro ha motivado que en el Tajo-Segura también aparezcan problemas importantes de solidaridad y que se haya roto la cohesión territorial y la composición de un estado de derecho donde las distintas regiones tienen que ser solidarias entre sí».

Caudal suficiente
Por otra parte, desde la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias -Seiasa-, su presidente, Francisco Rodríguez Mulero, responsable de Agricultura del PSPV, afirmó ayer que la toma de agua en el Azud de la Marquesa generará transferencias de entre 20 y 25 hm3 anuales. Cantidades que, según aseguran los colectivos contrarios al proyecto actual y el PSPV, son superiores a los que proporcionaría la toma de agua en Cortes, que estiman estaría entre 12 a 20 hm3. Para Mulero, el cambio de trazado del trasvase «no debe suponer un retraso» respecto a las obras del actual proyecto. El presidente de Seiasa situó la culminación del trasvase entre los años 2009 y 2010 y reiteró que el trazado modificado es «viable técnica y medioambientalmente, aportará más agua y servirá para recuperar el acuífero de Villena». Mulero admitió que la calidad de las aguas en Cullera «es peor pero puede atender los consumos de los regadíos de Vinalopó», subrayó.