Study confirms that Plasencia will not suffer a drought in years

Mon, 25/07/2005

Hoy

El embalse del Jerte, del que se abastece la ciudad, puede llegar a acumular 59 hectómetros cúbicos 57 Hm es la cantidad mínima que ha llegado a tener en su historia A pesar de todo, se recomienda moderar el consumo de agua
PEDRO LEDESMA/PLASENCIA
Un estudio realizado por la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) en fechas pasadas, y al que este periódico ha podido tener acceso, concluye que la ciudad de Plasencia podría no sufrir en años una situación de sequía hidrográfica. La razón no es otra que el abastecimiento que tiene el embalse del Jerte, del que la población de la zona se surte.

Pues bien, este embalse tiene una capacidad de 59 hectómetros cúbicos, y la aportación media interanual del río es de 360, lo que supondría tener agua para algo más de 14 años. Si en todo este tiempo estuviera sin llover, la ciudad no se quedaría sin agua.

Con esto, los datos que maneja la CHT para el estudio determinan que el peor año de sequía en los últimos 65 el embalse recibió algo más de 57 hectómetros, cuando la CHT dice que la demanda de abastecimiento urbano es de 4 hectómetros cúbicos al año.

El mismo estudio recomienda además que se mantenga como volumen estratégico en el embalse del Jerte 10 hectómetros cúbicos de agua, lo que equivaldría a 2 años completos de abastecimiento urbano.

Estas conclusiones se enmarcan dentro del Protocolo de Actuación en Sequías que la CHT está llevando a cabo en la actualidad, y que tiene como objetivo la elaboración de un documento que determinará el tipo de sequía que se pueden dar en cada la zona, además de poner las líneas de actuación que se deberán seguir en cada caso.

Y aunque desde la CHT se recomienda un consumo moderado del agua, puesto que por el momento no se prevé que pueda llegar a llover, sus responsables ejemplifican con una situación el momento en el que se encuentra la zona: «tendría que quedarse seca toda España antes que Plasencia se quede sin agua», dicen.

Zonas regables

Y en cuanto a las zonas regables, la situación no es tan halagüeña. Los datos ofrecidos la pasada semana por la CHT hacen pensar que en la zona del Árrago existen problemas para llegar a acabar la campaña de riego que finaliza en el mes de septiembre.

Por eso, la comunidad de regantes de la zona ha duplicado los esfuerzos en concienciar a los agricultores, con la elaboración de una serie de instrucciones con las que hasta la fecha se está sobrellevando bien la situación. En todo caso, lo que sí está garantizado en esta zona es el abastecimiento urbano.

Por su parte, en el Alagón, aún cuando el volumen embalsado es muy bajo, en la actualidad contiene 248 hectómetros cúbicos de los 914 que puede llegar a almacenar, la campaña de riego de este año está asegurada. Otra cosa será el volumen del pantano que reste a finales de septiembre, lo que determinará el transcurso de la próxima. Con todo, se insta a los regantes a moderar el consumo de agua, ya que éste está siendo superior al de años anteriores. El abastecimiento urbano en esta zona también está asegurado.

Situación límite

La peor parte en todo esta situación se la llevan los regantes que se abastecen del pantano de Rosarito. En esta zona la situación es agonizante, según se asegura desde las comunidades de regantes de la margen derecha e izquierda. De momento, y con niveles inferiores del 50%, los responsables están salvando la campaña.

Sin embargo, la situación es limite hasta el punto que de momento no está asegurado el abastecimiento hasta final de la campaña o, en caso de llegar al mes de septiembre con agua suficiente, ésta será mínima.

Este hecho conllevaría pérdidas económicas para los agricultores de la zona, que verían cómo la falta de agua obstaculizaría el regadío de sus cosechas de tabaco, las más importantes de la zona.

En caso de que no lloviera las cosechas se perderían puesto que hasta octubre necesitan ser regadas con asiduidad.