El presidente murciano también le arranca el compromiso para que el Gobierno estudie nuevas transferencias del Tajo Medio y del Ródano

M. BUITRAGO/ A. ACOSTA

MADRID. El caparazón antitrasvasista del Gobierno central empezó ayer a resquebrajarse después de que el presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel, arrancara a Rodríguez Zapatero el compromiso de estudiar la construcción de nuevos trasvases, como el del Tajo Medio para abastecer a la llanura manchega o del Ródano hacia las cuencas mediterráneas. Este cambio de actitud del Ejecutivo fue confirmado por el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, al finalizar la reunión entre Valcárcel y Zapatero en el palacio de La Moncloa. El presidente del Gobierno también se mostró claro y contundente sobre el futuro del acueducto Tajo-Segura: «Este trasvase funciona bien y no se toca», dijo, según aseguró luego Valcárcel.

El ministro Jordi Sevilla corroboró posteriormente la postura del Ejecutivo central al señalar que «evidentemente, no está ahora en la voluntad del Gobierno alterar la regulación de ese trasvase». Sevilla explicó que lo inmediato es resolver el problema en la cuenca del Segura con las medidas que prevé el Programa Agua, y que el objetivo final es conseguir que la Región de Murcia tenga independencia y autonomía hídrica, y no siga a expensas de la lluvia o de lo que pase en otras regiones, en alusión a las plantas desalinizadoras. «Este Gobierno no está en contra de los trasvases, sino de determinados trasvases mal definidos», recalcó.

Ramón Luis Valcárcel se mostró «enormemente satisfecho» por el compromiso de Zapatero de no modificar el Trasvase Tajo-Segura, y de que haya reafirmado esta intención precisamente ahora, en uno de los peores años hidrológicos y con un enfrentamiento abierto entre Murcia y Castilla-La Mancha que el presidente murciano cree que «no conduce a nada». Valcárcel volvió a reclamarle al presidente del Gobierno la ejecución del Trasvase del Ebro, pero en este punto se topó de nuevo con una negativa.

Situación crítica

Mientras tanto, la situación provocada por la sequía que atraviesa nuestro país continúa siendo crítica en la cuenca del Segura. Los embalses almacenan sólo 166 hectómetros cúbicos, lo que se traduce en un 14,7 por ciento de agua embalsada; es decir, por debajo de la reserva de garantía para abastecimiento y riego, que los expertos sitúan en el 15 por ciento de la capacidad de embalse de una cuenca.

Si bien es cierto que esta cuenca suele moverse en valores cercanos al 20 por ciento y que ha estado por debajo de esa reserva de garantía en otras ocasiones, no lo es menos que en las circunstancias actuales -cuando no son de esperar lluvias y los trasvases desde el Tajo se han visto reducidos por la crítica situación de los embalses de Entrepeñas y Buendía- estas cifras adquieren otro significado. «Lo que está ocurriendo es muy grave», dijo a ABC el consejero de Agricultura y Agua de Murcia, Antonio Cerdá. «Sin duda, la situación más grave la está viviendo la agricultura, pero si esto persiste se va a complicar y podría peligrar el abastecimiento, garantizado por ahora durante dos o tres meses», añadió.