The White Book opens the debate about the new electrical frame
Tue, 19/07/2005
L. A.
Madrid. El reloj de las eléctricas está parado hasta que el miércoles el Ministerio de Industria reciba el Libro Blanco sobre la generación de energía. Su autor, el catedrático Ignacio Pérez Arriaga, ha mantenido celosamente guardado su contenido, aunque han ido transcendiendo algunas ideas que quedarán plasmadas en él y que apuntan a un mayor intervencionismo público en aras de incrementar la competencia.
En cualquier caso, antes de que se conozca el contenido de la propuesta para reformar el mercado de la generación eléctrica, el Ministerio de Industria insiste en que sus conclusiones no son vinculantes. Y que tiene la última palabra.
De hecho, una vez que la Administración reciba el Libro Blanco, lo enviará inmediatamente a la Comisión Nacional de Energía (CNE). El organismo que preside Maite Costa analizará el contenido del documento y realizará algunas aportaciones, al igual que harán otros ministerios, como el de Economía.
De esta forma, Industria no tendrá sólo un elemento, sino varios con los que trabajar tras el verano para determinar qué reformas se llevarán a cabo a finales de 2005.
Además, y para calmar el nerviosismo de las empresas, el Ministerio que dirige José Montilla les ha prometido que antes de tomar decisiones las negociará con los diferentes agentes del sector.
Esa negociación no se circunscribirá al negocio de la generación eléctrica, sino que en ella entrarán otras reformas pendientes, como la de la retribución a la distribución y, muy probablemente, el pago del déficit de tarifa, que puede alcanzar a final de año los 2.000 millones de euros.
Más intervencionismo
Según coinciden en señalar dos de las grandes eléctricas, el Libro Blanco recomendará algunas medidas que consagrarán un mayor intervencionismo en el sector en aras de aumentar la competencia.
La primera de ella es el establecimiento de contratos regulados entre algunas centrales de producción, fundamentalmente hidroeléctricas y de carbón, que recibirían un precio fijo por su energía.
Ahora los ingresos son variables y están ligados al mercado mayorista de la electricidad. A través de esos contratos regulados se pagarán los costes de transición a la competencia (CTC) que quedan por abonar. En cualquier caso, Industria va a revisar a la baja esa cifra tras el informe que al respecto ha realizado la Comisión de la Energía.
Endesa ha propuesto que el 80% de los CTC se cobre a través de un recargo en la tarifa eléctrica, mientras que el 20% restante proceda de esos contratos regulados.
El Libro Blanco contendrá, según la impresión de las eléctricas, algunas medidas más para reducir su poder de mercado, entre las que podría estar la utilización de las subastas virtuales, que ya están previstas en la ley.
Las firmas del sector esperan que el Libro Blanco se pronuncie también sobre la tarifa. Pérez Arriaga ha manifestado en algunos documentos que ésta debe recoger todos los costes del sistema, por lo que podría abogar por un incremento.
Madrid. El reloj de las eléctricas está parado hasta que el miércoles el Ministerio de Industria reciba el Libro Blanco sobre la generación de energía. Su autor, el catedrático Ignacio Pérez Arriaga, ha mantenido celosamente guardado su contenido, aunque han ido transcendiendo algunas ideas que quedarán plasmadas en él y que apuntan a un mayor intervencionismo público en aras de incrementar la competencia.
En cualquier caso, antes de que se conozca el contenido de la propuesta para reformar el mercado de la generación eléctrica, el Ministerio de Industria insiste en que sus conclusiones no son vinculantes. Y que tiene la última palabra.
De hecho, una vez que la Administración reciba el Libro Blanco, lo enviará inmediatamente a la Comisión Nacional de Energía (CNE). El organismo que preside Maite Costa analizará el contenido del documento y realizará algunas aportaciones, al igual que harán otros ministerios, como el de Economía.
De esta forma, Industria no tendrá sólo un elemento, sino varios con los que trabajar tras el verano para determinar qué reformas se llevarán a cabo a finales de 2005.
Además, y para calmar el nerviosismo de las empresas, el Ministerio que dirige José Montilla les ha prometido que antes de tomar decisiones las negociará con los diferentes agentes del sector.
Esa negociación no se circunscribirá al negocio de la generación eléctrica, sino que en ella entrarán otras reformas pendientes, como la de la retribución a la distribución y, muy probablemente, el pago del déficit de tarifa, que puede alcanzar a final de año los 2.000 millones de euros.
Más intervencionismo
Según coinciden en señalar dos de las grandes eléctricas, el Libro Blanco recomendará algunas medidas que consagrarán un mayor intervencionismo en el sector en aras de aumentar la competencia.
La primera de ella es el establecimiento de contratos regulados entre algunas centrales de producción, fundamentalmente hidroeléctricas y de carbón, que recibirían un precio fijo por su energía.
Ahora los ingresos son variables y están ligados al mercado mayorista de la electricidad. A través de esos contratos regulados se pagarán los costes de transición a la competencia (CTC) que quedan por abonar. En cualquier caso, Industria va a revisar a la baja esa cifra tras el informe que al respecto ha realizado la Comisión de la Energía.
Endesa ha propuesto que el 80% de los CTC se cobre a través de un recargo en la tarifa eléctrica, mientras que el 20% restante proceda de esos contratos regulados.
El Libro Blanco contendrá, según la impresión de las eléctricas, algunas medidas más para reducir su poder de mercado, entre las que podría estar la utilización de las subastas virtuales, que ya están previstas en la ley.
Las firmas del sector esperan que el Libro Blanco se pronuncie también sobre la tarifa. Pérez Arriaga ha manifestado en algunos documentos que ésta debe recoger todos los costes del sistema, por lo que podría abogar por un incremento.