Over 25% of spanish dams have problems of water due to drought

Sun, 26/06/2005

La Voz de Galicia

Sólo un pantano de la comunidad se encuentra al 100% de su capacidad tras meses sin lluvias En Ferrolterra en verano hay más miedo al colapso en las carreteras de la playa que a la falta de suministro de agua. Está garantizado. El embalse que da servicio a toda la zona, el de As Forcadas, se encuentra prácticamente al 100%; al 99,96% dice la Confederación Hidrográfica del Norte que está su capacidad. «Desborda», observan algunos vecinos. Además, ha aumentado de un año a otro, pese a que en Ferrolterra las fuertes lluvias escasean desde diciembre. Y es el agua el oro negro del siglo XXI. El caso ferrolano es una excepción en el panorama gallego, ya que es la presa que mejor está preparada para la sequía que se avecina. Las reservas de los grandes embalses de la comunidad -los que disponen de más de diez hectómetros cúbicos y cuyo registro lleva semanalmente la Confederación Hidrográfica del Norte- muestran unos niveles cuando menos preocupantes: el 25% de ellos se encuentran actualmente con menos de la mitad de su capacidad. Es decir, en una situación similar a la que registran pantanos de la cuenca del Tajo, donde la situación es grave, según el Gobierno central. Son ya el doble de casos que hace doce meses. Déficit en la costa De hecho, si se atiende sólo a la zona costera, la media es la peor del último decenio (434 hectómetros cúbicos este año, frente a los 500 de promedio de los diez años anteriores), aunque la situación se compensa con algunos pantanos del interior de Ourense, donde los niveles de agua embalsada son iguales o incluso mejores que las del 2003. En su conjunto, las presas están hoy al 68% de su capacidad, un 5% menos que hace doce meses, y un 11% por debajo de sus marcas en el seco y caluroso verano del 2003. Galicia, donde el agua nunca ha sido problema, ya no es, con todo, la zona española con mejores reservas en sus embalses. Los superan las infraestructuras asturianas, cántabras o vascas. Con todo, no se prevén restricciones en el abastecimiento a los concellos. «Podría cambiar si durante seis meses no se pudiera almacenar agua de lluvia, por ejemplo», indica uno de los técnicos de Urbaser, firma que también tiene participación en empresas de agua. Las pequeñas presas que nutren a las ciudades cuentan con una buen nivel de almacenamiento. Las grandes, las que se dedican al suministro (Cecebre, por ejemplo) se encuentran entre el 98% y el 70%. En situación algo regular sí está uno de los mayores abastecedores para regadío, el de Vilasouto, en Lugo, gestionado por la propia Confederación Hidrográfica del Norte: hoy se ve al 64%. Las principales deficiencias se aventuran en los embalses que están orientados a la generación de energía eléctrica. En Galicia hay al menos una treintena dedicados a esa utilidad, y la mayoría de ellos se encuentran al 50% de sus reservas totales. Existe alguna excepción, como el de Belesar, en Lugo, que se nutre del río Miño: al 85% se halla ahora, incluso algo por encima de su estado en el 2003. Una garantía, por cuanto ese pantano es el mayor de Galicia, con un volumen total de 654,6 hectómetros cúbicos. La situación en España ¿Y qué sucede en el resto de España? Según los últimos datos difundidos por el Ministerio de Medio Ambiente, la situación de la vertiente mediterránea es la que se encuentra en una peor situación. Es decir, la que se vale del caudal del Segura, del Ebro o del Júcar, la zona del controvertido trasvase que ahora ha derogado el Gobierno central. También en este caso la situación es peor que en el último decenio, cuando la media se establecía en unos 7.700 hectómetros cúbicos, frente a los 6.400 de la actualidad. En esas zonas, en el sur peninsular, sí han comenzado las restricciones: desde la agricultura hasta las fuentes públicas, todos han tenido que ir cerrando el grifo.