La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, anunció ayer en Barcelona que el Gobierno creará un canon que grave el consumo del agua. 'Nuestra intención es que hasta 2010, de forma gradual, el precio del agua se acerque a sus costes reales', aseguró. El nuevo canon afectará también a los agricultores, la mayoría de los cuales se ha manifestado en contra de la medida en numerosas ocasiones. Por ello, Narbona agregó: 'Medio Ambiente subvencionará los regadíos que queramos conservar', y 'el Gobierno elaborará planes de cuenca' para estructurar los recursos hídricos.
El aumento del precio, que entronca con la normativa comunitaria, es uno de los pilares de 'la nueva cultura del agua' que pretende impulsar el Gobierno. La idea es que si el precio no refleja su coste real, el agua acaba por desperdiciarse, y elevar el precio fomenta el ahorro.
Narbona lanzó esta propuesta tras la firma de un convenio con el Gobierno catalán para realizar las dos primeras obras hidráulicas de Cataluña que prevé el nuevo plan hidrológico, y que permitirán garantizar el suministro de agua en el área metropolitana de Barcelona disminuyendo el coste de obtención del agua que suponía la ejecución del Plan Hidrológico Nacional.
La ministra se refirió ayer también a los acuerdos alcanzados con las comunidades autónomas afectadas por el nuevo plan hidrológico. 'El Ministerio de Medio Ambiente ha procurado pactar con los gobiernos autónomos la selección de los proyectos del nuevo plan. En el caso de Cataluña y Andalucía se alcanzaron acuerdos previos a la derogación del Plan Hidrológico Nacional. En la Comunidad Valenciana y Murcia no fue posible trabajar conjuntamente', lamentó, aunque agregó que la actitud de las dos últimas comunidades 'está cambiando'.
Narbona también anunció la creación de una 'mesa nacional' entre el Gobierno y los Ejecutivos autónomos que coordinará medidas contra la sequía. En las próximas semanas, añadió, se celebrará una reunión en Barcelona con la participación de todas las Administraciones implicadas