Cantabrico basin is the only one with high reserves of water
Wed, 08/06/2005
Mientras los ríos españoles han perdido en un año más del 38% de su caudal y la sequía es ya muy preocupante, Cantabria está al 84,8% de su capacidad A. P./MADRID CANTABRIA. Vista parcial del pantano del Ebro. / JOSÉ LUIS SARDINA La ausencia de lluvias en casi toda España y las altas temperaturas pre veraniegas se aliaron esta pasada semana para mermar aún más las reservas de agua embalsada. En los últimos siete días cayeron casi un punto, hasta el 58,3% de su capacidad total, y 17 puntos por debajo del nivel de los pantanos en 2004 por estas mismas fechas (75,4%). Los principales ríos españoles también acusan la actual sequía hidrológica; su caudal es un 38% inferior al de hace doce meses, según los últimos datos facilitados por el Ministerio de Medio Ambiente. Un problema, sin embargo, que no tienen las cuencas del Norte, con una capacidad que en todos los casos supera el 80 por ciento. La I y II, Asturias y Cantabria, se encuentra al 84,8%.
El informe semanal del departamento que dirige Cristina Narbona se ha convertido en un 'barómetro' sobre la inquietante evolución de la reserva hidrológica en puertas de los meses de más calor. La última semana, sin apenas lluvias -las precipitaciones máximas cayeron en Navacerrada (Madrid-Segovia) con 31 litros por metro cuadrado- y fuerte calor en buena parte del país, ha hecho descender la reserva hidráulica en 468 hectómetros cúbicos, el 0,9%, con respecto a los niveles registrados siete día atrás. A fecha de hoy quedan almacenados en pantanos y embalses 31.016 hectómetros cúbicos de agua.
A medida que avanza el año hidrológico y se mantiene la sequía empeora la situación de las cuencas con déficit estructural. Es el caso de la cuenca del Segura, al 17% de su capacidad. También preocupa la cuenca del Júcar, con un 30,7% de reserva, y están asimismo por debajo de la media estatal las cuencas internas de Cataluña (42,7%), Sur (44,8%) y Tajo (45,5%).
En el Norte, bien
El panorama sólo es bueno en la Cornisa Cantábrica, con índices superiores al 80% de su capacidad en las cuencas del Norte I y II (Asturias y Cantabria, al 84,8%; y País Vasco excepto cuencas internas, al 85,9%). Las cuencas internas del País Vasco rebasan el 90,5% de su capacidad total. La cuenca del Ebro marca un 72,8%, y la del Duero, en el 62,1%.
Sequía
Junto a la menguante reserva de agua embalsada, los ríos peninsulares también acusan los rigores de un año meteorológico tan seco como el actual. La comparación de caudales trazada por el Ministerio de Medio Ambiente a fecha del 6 de junio muestra una pérdida superior al 38% de media respecto a las mismas fechas del año pasado. Hay casos particularmente llamativos. El Tajo pasa casi seco por las estaciones medidoras de Cedillo y de Torrejón-Tajo, que hace un año presentaba un curso con 164 metros cúbicos por segundo. Otro tanto le ocurre al Tiétar en el mismo punto de cruce, a su paso por la estación de Torrejón-Tiétar; los 45 metros cúbicos/segundo en 2004 se han evaporado este año. También es llamativa la pérdida de caudal del Tajo a la altura de Valdecañas, de 116 m/s a sólo 11 en un año.
En el Duero el descenso más severo se da al paso por la estación de Saucelle, menos de un tercio, de 162,57 metro cúbicos de agua por segundo, a los 55,26 de la actualidad. El Ter y el Llobregat, en las cuencas internas catalanas, han visto evaporarse, en ambos casos más del 60% de sus respectivos cauces.
Las expectativas, de cara al verano, no son buenas, admite el Ministerio de Medio Ambiente. Aunque las predicciones meteorológicas a semanas vista carecen de fiabilidad, entre este mes y el final del año hidrológico, el 30 de septiembre, «no cabe esperar lluvias que corrijan significativamente el déficit de precipitación que ha tenido lugar» , según el diagnóstico de situación presentado por el Gobierno el viernes pasado. Algunas cuencas empiezan a registrar restricciones en determinados regadíos, aunque, el suministro a la población «está garantizado», según Medio Ambiente.
El informe semanal del departamento que dirige Cristina Narbona se ha convertido en un 'barómetro' sobre la inquietante evolución de la reserva hidrológica en puertas de los meses de más calor. La última semana, sin apenas lluvias -las precipitaciones máximas cayeron en Navacerrada (Madrid-Segovia) con 31 litros por metro cuadrado- y fuerte calor en buena parte del país, ha hecho descender la reserva hidráulica en 468 hectómetros cúbicos, el 0,9%, con respecto a los niveles registrados siete día atrás. A fecha de hoy quedan almacenados en pantanos y embalses 31.016 hectómetros cúbicos de agua.
A medida que avanza el año hidrológico y se mantiene la sequía empeora la situación de las cuencas con déficit estructural. Es el caso de la cuenca del Segura, al 17% de su capacidad. También preocupa la cuenca del Júcar, con un 30,7% de reserva, y están asimismo por debajo de la media estatal las cuencas internas de Cataluña (42,7%), Sur (44,8%) y Tajo (45,5%).
En el Norte, bien
El panorama sólo es bueno en la Cornisa Cantábrica, con índices superiores al 80% de su capacidad en las cuencas del Norte I y II (Asturias y Cantabria, al 84,8%; y País Vasco excepto cuencas internas, al 85,9%). Las cuencas internas del País Vasco rebasan el 90,5% de su capacidad total. La cuenca del Ebro marca un 72,8%, y la del Duero, en el 62,1%.
Sequía
Junto a la menguante reserva de agua embalsada, los ríos peninsulares también acusan los rigores de un año meteorológico tan seco como el actual. La comparación de caudales trazada por el Ministerio de Medio Ambiente a fecha del 6 de junio muestra una pérdida superior al 38% de media respecto a las mismas fechas del año pasado. Hay casos particularmente llamativos. El Tajo pasa casi seco por las estaciones medidoras de Cedillo y de Torrejón-Tajo, que hace un año presentaba un curso con 164 metros cúbicos por segundo. Otro tanto le ocurre al Tiétar en el mismo punto de cruce, a su paso por la estación de Torrejón-Tiétar; los 45 metros cúbicos/segundo en 2004 se han evaporado este año. También es llamativa la pérdida de caudal del Tajo a la altura de Valdecañas, de 116 m/s a sólo 11 en un año.
En el Duero el descenso más severo se da al paso por la estación de Saucelle, menos de un tercio, de 162,57 metro cúbicos de agua por segundo, a los 55,26 de la actualidad. El Ter y el Llobregat, en las cuencas internas catalanas, han visto evaporarse, en ambos casos más del 60% de sus respectivos cauces.
Las expectativas, de cara al verano, no son buenas, admite el Ministerio de Medio Ambiente. Aunque las predicciones meteorológicas a semanas vista carecen de fiabilidad, entre este mes y el final del año hidrológico, el 30 de septiembre, «no cabe esperar lluvias que corrijan significativamente el déficit de precipitación que ha tenido lugar» , según el diagnóstico de situación presentado por el Gobierno el viernes pasado. Algunas cuencas empiezan a registrar restricciones en determinados regadíos, aunque, el suministro a la población «está garantizado», según Medio Ambiente.