New water transfer from Tajo to Levante brings about indignation at Castilla-La Mancha

Fri, 03/06/2005

ABC

Según Díaz-Cano, «la ratificación del nuevo trasvase es imprudente y errónea y, además, se ha puesto en riesgo futuros trasvases para consumo humano»

TOLEDO. En plena sequía y cuando las reservas de los embalses de Entrepeñas y Buendía se encuentran en unos niveles muy bajos, la Comisión de Explotación del Trasvase Tajo-Segura autorizó ayer la transferencia para el tercer mes del tercer trimestre hidrológico de 37,5 hectómetros cúbicos para la Cuenca del Segura, que se destinarán a abastecimiento de poblaciones y regadíos de Alicante, Murcia y Almería. La comisión constató también que, una vez realizado este desembalse, previsiblemente, el 1 de julio se entrará en una situación de excepción, ya que el volumen de agua de los embalses de Entrepeñas y Buendía está por debajo de lo que establece la normativa para que sea la Comisión la que decida, por lo que desde ese momento la capacidad de decisión pasa al Consejo de Ministros.

La reunión de ayer fue la continuación de la celebrada el pasado 31 de marzo, en la que se aprobó el desembalse para dos meses y se puso como condición para el tercer mes una nueva reunión, en la que se analizaría la situación de los embalses de Entrepeñas y Buendía. Y aunque la situación respecto a entonces no sólo no ha mejorado, sino que ha empeorado, finalmente se aprobó este nuevo trasvase, un hecho que ha levantado gran indignación en toda Castilla-La Mancha.

El Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de su consejero de Presidencia, Máximo Díaz-Cano, calificó de «imprudente» la decisión de la Comisión de Explotación del Acueducto Tajo-Segura porque «no se ha tenido en cuenta la gravísima situación en la que se encuentran los embalses de la cabecera del Tajo y se ha puesto en riesgo futuros trasvases para consumo humano».

Precisamente ayer, el día de la aprobación de este nuevo trasvase, el Ministerio de Medio Ambiente aprobó la realización de obras de emergencia en 43 puntos de Castilla-La Mancha para hacer frente a la sequía, por un importe global de 39,1 millones de euros, un hecho que fue elogiado por la consejera de Obras Públicas, María Encina Álvarez, que destacó que este conjunto de actuaciones viene a cubrir situaciones de emergencia en materia de abastecimiento que puedan sufrir aquellos municipios de la región ante una previsible sequía. La misma situación se produjo hace dos meses, cuando se aprobó la cesión de 112,5 hectómetros cúbicos. En aquella ocasión la noticia del trasvase se hizo coincidir con la adjudicación por parte del Ministerio de Medio Ambiente de la tubería que llevará el agua del trasvase a la Llanura manchega.

La reacción del PP

Desde el PP, el viceportavoz de Castilla-La Mancha y diputado nacional, Alejandro Ballestero, destacó que ayer se produjo «una doble mala noticia para nuestra región». Por el nuevo trasvase del Tajo y porque también ayer se aprobó definitivamente la ley que modifica el Plan Hidrológico Nacional, «lo que supone un duro golpe para los intereses de nuestra región en materia de agua».

«De nada sirve, dijo Ballestero, que quieran ocultar la situación anunciando una inversión de 39 millones de euros» porque «esas son obras que debieron hacer hace muchos años puesto que, tal como ha reconocido el director general del Agua de la Junta, hay un gran déficit en infraestructuras de abastecimiento de agua ya que un 40 por ciento de la población debe ser atendida por unas fuentes de abastecimiento muy vulnerables a la sequía».