Desalination cost will fix the rates.

Fri, 03/06/2005

Expansión

La elevada factura energética derivada del uso de esta tecnología puede encarecer el precio del agua.
EXPANSION explica por qué en el segundo capítulo de la serie de ocho entregas.
MARTA FERNANDEZ. Madrid
¿Cuánto subirá el precio del agua en España como consecuencia de la desalación? Esta es la pregunta inevitable del último año, desde que el Ejecutivo anunció en mayo de 2004 su plan para atajar la falta de agua en España, basado principalmente en la desalación y la reutilización.

El PSOE ha defendido en todo momento su viabilidad técnica y económica. Sin embargo, la desalación es una tecnología que, pese a sus avances, todavía resulta cara, además del impacto que tiene sobre el consumo energético. De hecho, para muchos técnicos son necesarias transferencias de agua, ya que la desalación no puede constituir la única alternativa al trasvase del Ebro, por mucho que se apoye en actuaciones de reutilización de agua.
Estimación de costes
Desde el punto de vista económico, el Ministerio de Medio Ambiente ha estimado que el precio del agua desalada se sitúa en 30 céntimos de euro por metro cúbico, aunque esta cifra puede variar en función de los gastos de personal.

Se trata de un precio muy inferior al estimado por el PSOE para el trasvase del Ebro: 91 céntimos, frente a los 39 céntimos que el PP calculaba. En sus cálculos, El Ejecutivo del PP consideraba los fondos europeos que quería obtener para su financiación.
Sin embargo, fuentes del sector constructor estiman en 70 céntimos de euros por metro cúbico el precio de producción de agua desalada en una planta media española, con una tecnología de hace una década.
Además, los cálculos de algunos expertos empujan el precio del agua desalada en origen hasta el euro por metro cúbico.
Todas estas tarifas son los precios en origen, es decir, sin contar con los costes de abastecimiento, saneamiento, potabilización o desalación, distribución y depuración.
Todos estos costes son los que se incluyen en las tarifas finales que se cobran en España, cuya media se situó en 1,17 euros por metro cúbico en 2004, según la última encuesta elaborada por Aeas (Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento).
Baleares es la comunidad autónoma con el agua más cara, con un precio medio de 2,06 euros por tonelada, mientras Cantabria ofrece las tarifas más bajas, con 0,75 euros por metro cúbico. En la práctica, los precios varían hasta un 174% de unas autonomías a otras.
En general, el agua facturada a los usuarios industriales es más cara que la cobrada a los consumidores domésticos.
En cuanto a los precios por provincias, las capitales de Baleares tienen los más elevados, con una media de 2,06 euros por metro cúbico, seguidos por Las Palmas de Gran Canarias. En cambio, Lugo vende el recurso más barato, con una tarifa de 0,49 euros, seguida de Albacete, con una tarifa de 0,62 euros.

Se estima que el año pasado se produjo un incremento de precios de entre el 5% y el 10% anual en los últimos dos años. Uno de los principales motivos para este incremento de precios ha sido el aumento del uso de la desalación.
Varios factores influyen en el precio de la desalación. El primero es que, pese a los avances de los últimos años, todavía resulta una tecnología cara. 'Hasta que no se generalice y se construyan más desaladoras, esta tecnología no será realmente competitiva', señalan fuentes del sector constructor.
Factura eléctrica
Otro factor que influye directamente en el precio del agua desalada, y que es un factor más a sumar dentro de su estructura de costes, es su factura energética.
Las plantas desaladoras tienen un elevado consumo energético.
Se estima que para desalar un metro cúbico de agua, se necesita el equivalente a un kilogramo de petróleo en energía eléctrica.
El elevado consumo energético es una consecuencia directa de la fuerte presión a la que se somete el agua en el proceso de ósmosis inversa, a través del que se elimina la sal del agua.
Además, el fuerte consumo de energía genera un problema de contaminación.
Aunque una desaladora no produce emisiones contaminantes directamente, el elevado consumo de energía es responsable indirecto del aumento de los gases de efecto invernadero.

El coste total derivado del consumo energético es de 3,5 kilovatios por metro cúbico, según estimaciones de la Fundación Nueva Cultura del Agua.
Como consecuencia, el uso de desaladoras podría agravar las dificultades para cumplir el Protocolo de Kioto, el acuerdo internacional de lucha contra el cambio climático. En la actualidad, la industria española está sujeta al Plan Nacional de Asignación de Emisiones, que fija unos topes contaminantes a las empresas. Para ajustarse a ellos, las compañías pueden acudir a la bolsa europea de dióxido de carbono.
Con todo, desde el punto de vista energético, la tecnología de desalación ha avanzado mucho. Además, la ministra Cristina Narbona ya ha avanzado la intención del Ministerio de fomentar el uso de energías renovables para elevar la eficiencia de las desaladoras.
De hecho, algunas plantas ya apoyan sus procesos en sistemas de cogeneración, que están permitiendo elevar su eficiencia y reducir su consumo energético hasta un 40%.
La tarifa media cobrada al consumidor en España asciende
a 1,17 euros
por metro cúbico
Lo que pagamos
La tarifa de agua final cobrada a los usuarios es la suma de un conjunto de costes.
El grueso del precio es el coste de producción del agua
Si se deriva de la desalación, este coste puede suponer entre 30 céntimos de euros por metro cúbico (según las estimaciones del Ministerio de Medio Ambiente) y 70 céntimos de euro (con estimaciones del sector constructor).
A esto hay que sumar los costes de abastecimiento, saneamiento, potabilización o desalación, distribución y depuración).
Fórmulas de abaratamiento
El Gobierno tiene que acudir a los fondos europeos para financiar su plan de desalación. Son las ayudas que el PP pidió en su día para el trasvase del Ebro. El coste previsto para las actuaciones hidrológicas, incluida la desalación, planeadas por el Gobierno, asciende a 3.900 millones de euros. El Ministerio de Medio Ambiente confía en financiar en torno a un 33% de esta cifra (más de 1.260 millones de euros) con dinero de la Unión Europea. Sin embargo, el paulatino recorte de los fondos comunitarios, unido con el previsible aumento del precio del agua, han llevado a las propias empresas a buscar fórmulas viables económicamente para garantizar la construcción de desaladoras, que contribuyan a resolver los problemas del Levante y el sur de España. Así, la patronal CEOE ha lanzado una oferta al Ejecutivo, a través de la que las constructoras cubrirían los costes de construcción, gestión y explotación de las plantas. Como contrapartida, las empresas se encargarían de llevar a cabo estos proyectos. Y, como condición, quieren tener asegurada la venta al por mayor de un producción anual determinada de agua. CEOE, con el apoyo de la patronal de la construcción Seopan, ha propuesto que las empresas privadas se encarguen la inversión de 1.600 millones de euros necesaria para construir una veintena de desaladoras. Con ello, pretenden para amortiguar la posible subida del precio del agua y ayudar a hacer competitiva esta tecnología.
Las plantas están reduciendo su consumo energético hasta un 40%, con cogeneración el nuevo NEGOCIO del agua (II)