Más del 95% de la población catalana, que vive en 890 de los 946 municipios existentes, sufrirá desde mañana ciertas restricciones en algunos usos del agua --industriales, agrícolas y recreativos--, que no afectarán al consumo doméstico.
El director de la Agencia Catalana del Agua (ACA), Jaume Solà, firmó hoy un edicto, que se publicará mañana en el Diario Oficial de la Generalitat (DOGC), por el cual se amplía el número de cuencas que ya aplicaban las medidas previstas en el decreto de sequía desde el 23 de mayo. Esta ampliación responde a la actualización que se efectúa cada 15 días del nivel de reservas de los embalses.
Ahora, toda Cataluña excepto los municipios que se abastecen de la cuenca del Muga (Girona) y del sistema Siurana-Riudecanyes (Tarragona) entra en la llamada fase de excepcionalidad 1. El decreto de sequía establece aún una segunda fase de excepcionalidad que "podría darse este verano", según Solà, con medidas más severas.
El decreto de sequía en ningún caso prevé restricciones para el uso doméstico del agua, para lo cual sería necesaria una nueva disposición de la Generalitat. Solà quiso tranquilizar a la población asegurando que "no estamos gestionando una emergencia" por falta de agua, "sino proveyendo una emergencia". Por este motivo, el decreto de sequía se ha adoptado este año cuando los embalses aún están al 47% de su capacidad, en vez del 30%, que era el umbral tradicional al que se esperaba.
Aunque los meteorólogos no ven indicios de lluvia en los próximos meses, Solà explicó que "hasta mediados o final de octubre, en términos generales, no haya problemas" con el abastecimiento de agua de boca, aunque instó a los ciudadanos a ser conscientes de que Cataluña no vivía una sequía semejante desde 1945, por lo que es necesario "hacer un uso racional del agua y ahorrar".
Solà admitió que existen 10 "pequeños" municipios, la mayoría de la provincia de Lleida, que sí están sufriendo problemas para abastecer de agua de boca a sus vecinos, además de que existen "cinco o seis más en riesgo inminente". No obstante, insistió en que el volumen de población con problemas domésticos es "inapreciable".
MEDIDAS DE AHORRO
Entre las medidas dirigidas a los ayuntamientos en esta primera fase de excepcionalidad, figura la prohibió de usar agua potable para las fuentes ornamentales. Asimismo, sólo se usará agua potable para limpiar las calles cuando sea imprescindible por motivos higiénicos, mientras que el riego de los parques públicos se reducirá al mínimo imprescindible.
En el caso de municipios de más de 20.000 habitantes, las empresas abastecedoras estarán obligadas a presentar planes de contingencia, al tiempo que se limita la dotación por habitante a 280 litros por habitante y día, volumen "más que suficiente", comentó Solà.
EMPRESAS Y DEPORTE
Respecto a las hidroeléctricas, no podrán provocar oscilaciones en el régimen de caudales del río, por lo que emplearán turbinas y tendrán que desaguar un volumen de agua suficiente para mantener las funciones ecológicas del río.
En cuanto a los regantes, Solà explicó que dispondrán de un "20% menos de dotación" de agua, mientras que los campos de golf sóo podrán recibir un máximo de 840 metros cúbicos de agua por hectárea siempre que ésta no proceda de una depuradora. Finalmente, la Generalitat sólo autorizará prácticas deportivas en ríos si no exigen desembalses extraordinarios.
MEDIDAS ADICIONALES
Solà añadió que la ACA "también invita a los ayuntamientos, que son los que tienen la competencia para abastecer de agua a su población, a que adopten medidas" adicionales a las que fija el decreto y "expliquen a los ciudadanos la inmensa importancia de ahorrar agua".
Entre las iniciativas sugeridas a los municipios figura "promover el uso de las piscinas privadas" en detrimento de las públicas y usar agua reutilizada si hay que vaciar alguna instalación pública. Por otra parte, la ACA concederá ayudas a los ayuntamientos que tengan que traer agua en cisternas o que se vean en la necesidad de acometer obras de urgencia, como apertura de pozos.
AFRONTAR CRISIS CÍCLICAS
El director de la ACA advirtió de que este tipo de crisis de sequía "son cíclicas en el Mediterráneo", por lo que defendió el paquete de medidas contenidas en el Plan Hidrológico Nacional (PHN), al margen del trasvase del Ebro.
Entre ellas, figuran los "mecanismos legales" para "usar integradamente los acuíferos y las aguas superficiales", optando por uno u otro en función del régimen de precipitaciones. Asimismo, apoyó elevar el porcentaje de agua que se reutiliza, que ahora se sitúa en el 7% del volumen tratado por las depuradoras, junto con la construcción de desaladoras.
La ACA trabaja ya con los Ministerios de Medio Ambiente y Agricultura, Ganadería y Pesca para modificar la actual normativa y permitir el uso de aguas reutilizadas para el riego agrícola.