BARCELONA. La lluvia caída desde anteayer en toda Cataluña, acompañada de tormentas y granizo en algunos casos, ha puesto fin a varios meses sin apenas precipitaciones, al descargar más de 50 litros por metro cuadrado en numerosas comarcas, la mayoría del litoral de Tarragona y Girona.

Las fuertes precipitaciones provocaron, el lunes por la noche, una treintena de salidas de los Bomberos, sobre todo en Tarragona, donde se llevaron a cabo 17 de las actuaciones, aunque no de importancia. En esta provincia, se registraron hasta 77,3 litros por metro cuadrado en Aldover; 57,4 en Tarragona capital; 40,6 en Mas de Barberans y 33,41 en L´Espluga de Francolí.

En Girona, algunas localidades de la costa acumularon también gran cantidad de agua. Fue el caso de poblaciones como Begur, con 57,4 litros por metro cuadrado; Roses, con 40, o Anglés, con 32,4 litros. En Barcelona, en Granollers se contaron 45,6 litros y 42 en Vilassar de Mar.

Tampoco se quedaron sin lluvia la Cataluña central -en Cervera (Lleida), por ejemplo, se registraron 32,4 litros por metro cuadrado- y las comarcas pirenaicas -San Esteve de la Sarga (Lleida) acumuló 25,6 litros-. En otras poblaciones como Sant Pau de Segúries (Girona) y sus alrededores, la lluvia fue acompañada de granizo, aunque no de grandes proporciones.

Fuentes del Servicio Metereológico aseguraron ayer a Efe que, pese a su intensidad, el agua caída hasta ahora no se desaprovechará, puesto que será absorbida por la tierra casi por completo.

Las lluvias no salvarán la cosecha de cereales pero ayudará a los frutos secos

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La lluvia que cae estos días en Cataluña no salvará la cosecha de cereales, el 90 por ciento de la cual ya se ha perdido, pero puede ayudar a los frutos secos, en especial a la almendra, así como al olivar y la viña, tal y como han señalado algunos agricultores. Según el presidente de Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC), Josep Maria Jové, «en los cereales, aunque llueva, el daño ya está hecho», porque pese a que se encuentren en momento de cosechar la planta «ya no tiene tiempo de reaccionar». Excepto en algunas zonas de Girona, «se ha perdido el 90 por ciento de la cosecha», añadió.

La consecuencia inmediata de esta pérdida es que «no habrá paja» para alimentar al ganado, algo que ya habían notado los productores, que tuvieron que recurrir al pienso. Jové comentó que, en los últimos quince días, el precio del kilo de paja ha pasado de 0.03 euros a 0.08, y que «aumentará más porque habrá que ir a comprarla fuera de Cataluña».

En el caso de los frutales, «todavía no hay nada perdido», por lo que estas lluvias pueden favorecer a la cosecha. Aún así, Jové advirtió de que si las precipitaciones no se producen sobre los embalses, para poder elevar las reservas, los agricultores sufrirán restricciones y «no podrán regar», con lo que la cosecha de fruta se resentirá.

Respecto al olivo, el presidente de JARC explicó que «las pérdidas son del 80 por ciento» y «tampoco tienen remedio porque ya han florecido». No obstante, anunció que las lluvias podrían favorecer a los almendros y a los frutos secos.

En este mismo sentido se pronunció el presidente de la Federación de Cooperativas Agrarias Catalanas (FCAC), Joan Gené, quien admitió que las lluvias no llegan a tiempo con el cereal y se lamentó de que si las salvaran las cosechas de almendros, éstas serían de «menor calibre», teniendo en cuenta el peligro de morir que corrieron los árboles. Por este motivo, el efecto positivo para los almendros, la viña y parte de los olivos se conseguirá «si no deja de llover y tenemos dos o tres frentes como éste a lo largo del mes», comentó Gené.

Doblan la cuantía de los préstamos

El Consell Executiu de la Generalitata, por otra parte, aprobó ayer doblar el importe máximo de los préstamos que concede el Instituto Catalán del Crédito Agrario a los agricultores y ganaderos que hayan sufrido pérdidas debido a fenómenos meteorológicos.

El valor superior del préstamo por daños en caminos será de 7.500 euros; por desperfectos en medios de producción, 15.000 euros; por pérdidas en cosechas y ganado, 30.000 euros, y por daños en edificios e instalaciones de granjas, 30.000 euros. En los casos en que las pérdidas sean por más de un concepto, la cuantía global del préstamo será de 40.000 euros. Hasta ahora el importe máximo establecido era de 24.040 euros.