Flemish won´t nest in Fuente de piedra this year because lagoon is salinitied due to drought
Tue, 17/05/2005
Miles de parejas de estas aves han pasado de largo por el islote y no se reproducirán, al igual que en el año 1995 PILAR R. QUIRÓS/MÁLAGA CORRAL. Este año no habrá polluelos en Fuente de Piedra. / ARCHIVO El gran espectáculo natural del anillamiento de crías de flamencos, una de las citas veraniegas en la laguna de Fuente de Piedra que mayor proyección internacional en el ámbito ambiental tiene, tendrá que posponerse al menos hasta el próximo año. Esta primavera, seguramente muy a su pesar, -ya que las crías de flamencos archivan en sus 'cartas de vuelo' el lugar donde nacieron- han pasado de largo al menos 6.000 parejas dispuestas a realizar el cortejo en Fuente de Piedra.
Sin embargo, la laguna de reproducción de flamenco rosa ('Phoenicopterus roseus') más importante del Mediterráneo 'ha cerrado' este año sus puertas al apareamiento de esta enigmática ave, como ya lo hiciera en los años 1992, 93 y 95 del pasado ciclo de sequía, y al igual que en 1989, tal y como indicó a este periódico el director conservador las zonas húmedas de la provincia, Manuel Rendón.
Aportes de lluvia
El humedal, que es una laguna endorreica (cuyos aportes a la cuenca son sólo los de la lluvia) está actualmente hecho un auténtico mar de sal, como al final de cada verano cuando se realiza el anillamiento de los pollos. Los flamencos, que son muy exigentes con el hábitat donde van a reproducirse, necesitan al menos 300 milímetros de lámina de agua. La razón no es otra que el hecho de que al ser aves filtradoras necesitan de pequeños microorganismos que viven en los lodos para alimentarse y engordar a su prole. Y también demandan un amplio espacio rodeado de agua para poder preservar a sus crías de los predadores, algo que otras primaveras sí ha sido posible en la laguna de Fuente de Piedra.
Este año, y puesto que no nacerán pollos en el norte de la provincia, la Consejería de Medio Ambiente no ha tenido más remedio que suspender el anillamiento de crías, unos animales grisáceos más bien feos, que más tarde se convierten en majestuosos.
Sin embargo, otras lagunas del Mediterráneo sí que verán nacer a estos polluelos, entre ellas el Delta del Ebro, la Camarga francesa, Cerdeña y seguramente Orbetello (Italia).
Pese a todo, los biólogos y conservacionistas, así como el propio director conservador de la las zonas húmedas de la provincia, Manuel Rendón, aseguran que no hay por qué alarmarse ya que, al igual que las lluvias, la laguna y los flamencos también tienen sus ciclos. Sólo hay que poner la vista en la próxima primavera, ya que si los niveles de agua son los adecuados, volverán a su cita reproductora en esta reserva natural.
Como dato a tener en cuenta desde que se iniciara el programa de anillamiento de flamencos en 1984, este humedal ha albergado la friolera de 207.500 parejas, que han tenido 124.600 polluelos.
Esta primavera en la laguna tan sólo se han apareado tres especies acuáticas: pagaza piconegra, chorlitejo patinegro y gaviota reidora. Así que la reserva sigue albergando vida pese a ser un inmenso mar de sal.
Sin embargo, la laguna de reproducción de flamenco rosa ('Phoenicopterus roseus') más importante del Mediterráneo 'ha cerrado' este año sus puertas al apareamiento de esta enigmática ave, como ya lo hiciera en los años 1992, 93 y 95 del pasado ciclo de sequía, y al igual que en 1989, tal y como indicó a este periódico el director conservador las zonas húmedas de la provincia, Manuel Rendón.
Aportes de lluvia
El humedal, que es una laguna endorreica (cuyos aportes a la cuenca son sólo los de la lluvia) está actualmente hecho un auténtico mar de sal, como al final de cada verano cuando se realiza el anillamiento de los pollos. Los flamencos, que son muy exigentes con el hábitat donde van a reproducirse, necesitan al menos 300 milímetros de lámina de agua. La razón no es otra que el hecho de que al ser aves filtradoras necesitan de pequeños microorganismos que viven en los lodos para alimentarse y engordar a su prole. Y también demandan un amplio espacio rodeado de agua para poder preservar a sus crías de los predadores, algo que otras primaveras sí ha sido posible en la laguna de Fuente de Piedra.
Este año, y puesto que no nacerán pollos en el norte de la provincia, la Consejería de Medio Ambiente no ha tenido más remedio que suspender el anillamiento de crías, unos animales grisáceos más bien feos, que más tarde se convierten en majestuosos.
Sin embargo, otras lagunas del Mediterráneo sí que verán nacer a estos polluelos, entre ellas el Delta del Ebro, la Camarga francesa, Cerdeña y seguramente Orbetello (Italia).
Pese a todo, los biólogos y conservacionistas, así como el propio director conservador de la las zonas húmedas de la provincia, Manuel Rendón, aseguran que no hay por qué alarmarse ya que, al igual que las lluvias, la laguna y los flamencos también tienen sus ciclos. Sólo hay que poner la vista en la próxima primavera, ya que si los niveles de agua son los adecuados, volverán a su cita reproductora en esta reserva natural.
Como dato a tener en cuenta desde que se iniciara el programa de anillamiento de flamencos en 1984, este humedal ha albergado la friolera de 207.500 parejas, que han tenido 124.600 polluelos.
Esta primavera en la laguna tan sólo se han apareado tres especies acuáticas: pagaza piconegra, chorlitejo patinegro y gaviota reidora. Así que la reserva sigue albergando vida pese a ser un inmenso mar de sal.