Water leaks will be detected with a new system
Tue, 10/05/2005
Se colocarán 78 caudalímetros, sufragados en un 75% por la UE, para conocer en tiempo real dónde se producen incluso las pequeñas pérdidas AINGERU MUNGUIA/ Con el nuevo sistema se detectarán antes las fugas de la red de abastecimiento de agua. [USOZ] SAN SEBASTIAN. DV. El agua que llega a nuestras casas recorre cientos de kilómetros por tuberías y, a día de hoy, alrededor de un 17% se pierde en fugas. El Ayuntamiento aprobó el año pasado un proyecto para mejorar el control del caudal y la presión de las conducciones que están a su cargo y hace unos días la Junta de Gobierno adjudicó la materialización del proyecto con un coste de casi tres millones de euros, una cantidad que será sufragada en un 75% por la Unión Europea. El concejal responsable del área, Alberto Rodríguez, explicó que el objetivo es lograr una mejora del rendimiento de la red de abastecimiento de dos o tres puntos porcentuales en tres años.
El Ayuntamiento se marca, no obstante, unos objetivos a más largo plazo. El costo va a ser elevado -se va a gastar mucho más de lo que suponen económicamente las pérdidas de agua- pero la rentabilidad del proyecto se obtendrá en términos medioambientales. «Todo lo que sea mejorar el ahorro de agua es positivo, es un dinero bien invertido y el gobierno municipal va a continuar aplicando este tipo de medidas», explicó Rodríguez.
Un informe del servicio de explotación de agua y saneamiento recuerda que la Directiva Marco del Agua de la UE establece la «necesidad de perfeccionar la calidad del agua y de efectuar su mejor gestión posible como recurso natural limitado que es, modernizando los sistemas de distribución para reducir la demanda del suministro».
La Mancomunidad del Añarbe proporcionó al municipio de San Sebastián 22.184.002 metros cúbicos de agua el año pasado, de los que el 17% se perdieron por fugas. Pero es que en el año 2000 las pérdidas de agua llegaron al 29,6%. La política de ahorro en el consumo de agua ha llevado no sólo a reducir las fugas sino también a reducir en un 20% en diez años la cantidad de agua que aporta la Mancomunidad del Añarbe a San Sebastián, pese al aumento de población.
La red municipal de distribución de agua potable está compuesta por 17 grandes depósitos; 550 kilómetros de tuberías, con un diámetro variable de entre 6 y 70 centímetros y unos 30 años de antigüedad media; y unas 8.000 acometidas. La modernización de la red de abastecimiento comenzó hace 20 años con la instalación de telemandos en los depósitos, que eliminaron la mayoría de las operaciones manuales. Posteriormente se colocaron caudalímetros en la salida de los depósitos y la última actuación ha sido la implantación del sistema Gis de información, que permite «controlar en tiempo real la situación de las instalaciones y hacer estudios teóricos sobre el funcionamiento de la red de distribución».
Caudalímetros
El proyecto recién adjudicado instalará 78 «caudalímetros electromagnéticos con captadores de presión y teletransmisión de los datos obtenidos vía radio a la central de control». Para colocar estos aparatos hay que proceder a seccionar las tuberías para introducirlos en su interior. El anterior sistema sólo posibilitaba detectar las pérdidas de caudal importantes, pero no las pequeñas. Hay que tener en cuenta que buena parte de la red está enterrada a 6 ó 7 metros de profundidad y una fuga pequeña a esa cota es muy difícil de advertir. Estos mecanismos culminarán la automatización de los sistemas de control de la red.
El nuevo sistema permitirá un mejor control de la calidad del agua y, sobre todo, detectará cualquier variación en el caudal y la presión. Esto no sólo es importante para ofrecer un buen servicio a los hogares. Alberto Rodríguez explicó que los hidrantes que utilizan los bomberos para su suministro en caso de incendio deben tener presiones de 6-7 kilos/cm2 para ser útiles en caso de emergencia.
El concejal se marcó como objetivo pasar de un rendimiento de la red -diferencia entre el caudal aportado por la Mancomunidad y lo consumido por los hogares- del actual 80-83% al 85% en tres años. Consideró que «lograr estos niveles se podría considerar todo un éxito». Las obras las llevará a cabo la Unión Temporal de Empresas formada por Electromecánicas Pasaia y Urbycolan con un presupuesto de 2.897.451 euros -el 79,3% a cargo de los Presupuestos de 2004-, con un plazo de ejecución de 16 meses. El 75% de esta cantidad será sufragado con cargo a los Fondos de Cohesión de la Unión Europea.
El Ayuntamiento se marca, no obstante, unos objetivos a más largo plazo. El costo va a ser elevado -se va a gastar mucho más de lo que suponen económicamente las pérdidas de agua- pero la rentabilidad del proyecto se obtendrá en términos medioambientales. «Todo lo que sea mejorar el ahorro de agua es positivo, es un dinero bien invertido y el gobierno municipal va a continuar aplicando este tipo de medidas», explicó Rodríguez.
Un informe del servicio de explotación de agua y saneamiento recuerda que la Directiva Marco del Agua de la UE establece la «necesidad de perfeccionar la calidad del agua y de efectuar su mejor gestión posible como recurso natural limitado que es, modernizando los sistemas de distribución para reducir la demanda del suministro».
La Mancomunidad del Añarbe proporcionó al municipio de San Sebastián 22.184.002 metros cúbicos de agua el año pasado, de los que el 17% se perdieron por fugas. Pero es que en el año 2000 las pérdidas de agua llegaron al 29,6%. La política de ahorro en el consumo de agua ha llevado no sólo a reducir las fugas sino también a reducir en un 20% en diez años la cantidad de agua que aporta la Mancomunidad del Añarbe a San Sebastián, pese al aumento de población.
La red municipal de distribución de agua potable está compuesta por 17 grandes depósitos; 550 kilómetros de tuberías, con un diámetro variable de entre 6 y 70 centímetros y unos 30 años de antigüedad media; y unas 8.000 acometidas. La modernización de la red de abastecimiento comenzó hace 20 años con la instalación de telemandos en los depósitos, que eliminaron la mayoría de las operaciones manuales. Posteriormente se colocaron caudalímetros en la salida de los depósitos y la última actuación ha sido la implantación del sistema Gis de información, que permite «controlar en tiempo real la situación de las instalaciones y hacer estudios teóricos sobre el funcionamiento de la red de distribución».
Caudalímetros
El proyecto recién adjudicado instalará 78 «caudalímetros electromagnéticos con captadores de presión y teletransmisión de los datos obtenidos vía radio a la central de control». Para colocar estos aparatos hay que proceder a seccionar las tuberías para introducirlos en su interior. El anterior sistema sólo posibilitaba detectar las pérdidas de caudal importantes, pero no las pequeñas. Hay que tener en cuenta que buena parte de la red está enterrada a 6 ó 7 metros de profundidad y una fuga pequeña a esa cota es muy difícil de advertir. Estos mecanismos culminarán la automatización de los sistemas de control de la red.
El nuevo sistema permitirá un mejor control de la calidad del agua y, sobre todo, detectará cualquier variación en el caudal y la presión. Esto no sólo es importante para ofrecer un buen servicio a los hogares. Alberto Rodríguez explicó que los hidrantes que utilizan los bomberos para su suministro en caso de incendio deben tener presiones de 6-7 kilos/cm2 para ser útiles en caso de emergencia.
El concejal se marcó como objetivo pasar de un rendimiento de la red -diferencia entre el caudal aportado por la Mancomunidad y lo consumido por los hogares- del actual 80-83% al 85% en tres años. Consideró que «lograr estos niveles se podría considerar todo un éxito». Las obras las llevará a cabo la Unión Temporal de Empresas formada por Electromecánicas Pasaia y Urbycolan con un presupuesto de 2.897.451 euros -el 79,3% a cargo de los Presupuestos de 2004-, con un plazo de ejecución de 16 meses. El 75% de esta cantidad será sufragado con cargo a los Fondos de Cohesión de la Unión Europea.