Many rivers suffer heavy damages because of dams

Fri, 15/04/2005

El Mundo

MADRID.- Los seres humanos han provocado fuertes impactos en las grandes cuencas fluviales del planeta, debido a la construcción de embalses y otras infraestructuras. Más de la mitad de los ríos están afectados, lo que se traduce en una disminución del 20% de los sedimentos que arrastran los ríos al mar, según una investigación que publica hoy Science.
El estudio, dirigido por Christer Nilsson, detecta graves problemas en 172 de las 292 grandes cuencas fluviales del mundo, que comprenden a su vez ocho de los ecosistemas más biodiversos de la Tierra.
Actualmente existen más de 945.000 presas de más 15 metros de altura, que almacenan tras su muro 96.500 kilómetros cúbicos de agua dulce. De estas infraestructuras, destacan 300 diques gigantes con más de 150 metros de altura, de los que el mayor es la presa Tres Gargantas de China, con 181 metros de altura, que contiene 943 kilómetros cúbicos de agua.
Aunque estas grandes obras han ayudado al hombre para abastecerse de agua, energía y transporte, también han perjudicado a millones de personas, a un incontable número de especies animales y vegetales y han fragmentado territorios. Además, han producido anoxía (falta de oxígeno) en las aguas, gases de invernadero al pudrirse la materia vegetal, y finalmente, retienen los sedimentos terrestres, vitales para los ecosistemas de agua dulce y marinos.
Según los datos que aportan los investigadores, amplias regiones del mundo tienen fuertes impactos ambientales. Muchas de esas agresivas obras se han llevado a cabo en el Hemisferio Norte, donde hay un mayor nivel de PIB y máyor número de infraestructuras por territorio. Pero también afectan al sur, especialmente a Africa y Asia.
Impacto en Europa
Las 292 cuencas estudiadas presentan un 52% del territorio con fuertes impactos, un 36% del territorio con impactos moderados y un 12% de territorio no afectado. Sin embargo las infraestrucuras hidráulicas son más impactantes en Europa y Norteamérica, con un 74% del territorio europeo bajo fuertes impactos; en el caso de Norteamerica, es del 61%, mientras que en Suramérica es del 30%.
Una segunda investigación, publicada también en Science, demuestra que las actividades humanas han aumentado considerablemente la erosión, con respecto a situaciones donde no había actividades agrícolas o urbanísticas. Esos sedimentos fluyen por los ríos, pero las presas los detienen. Se calcula que 1,4 billones de toneladas de sedimentos quedan retenidos en los embalses cada año.
Esta falta de aportes en las regiones costeras acelerará el impacto de la subida del nivel del mar por efecto del cambio climático, según la investigación. El Nilo, el Ebro y el Orange son los tres ríos que más sedimentos han perdido en sus presas.