The main problems of andalusian rivers are water wastes and urban increase
Mon, 18/04/2005
La alteración de la calidad de las aguas, la modificación del régimen de caudal a consecuencia de presas y trasvases y la amenaza de la biodiversidad por la introducción de especies exóticas son los principales problemas ecológicos de los ríos andaluces.
Estas son las conclusiones que se extraen del trabajo de investigación desarrollado en la Universidad de Huelva bajo la dirección del profesor José Prenda, que se presentó en la I Fiesta del Agua en Andalucía, que ha reunido en Ronda (Málaga) a 150 personas representantes de la administración pública y, sobre todo, de colectivos ecologistas y plataformas vecinales, que consideraron que la movilización es "urgente y no exclusiva del movimiento ecologista".
El diagnóstico de la Universidad de Huelva no es halagüeño, según explicaron desde la organización en un comunicado, ya que de 65 ríos analizados en toda la geografía andaluza, las aguas de 35 (51%) arrojaron valores de contaminación altos, mientras que sólo el 19% reúne requisitos para que sus aguas sean consideradas de calidad. Ningún río analizado obtuvo la calificación de excelente.
Las muestras se tomaron en las estaciones de la Red de Evaluación de Calidad que la Consejería de Medio Ambiente gestiona. Según este estudio, las aguas de peor calidad entre las analizadas son de los ríos Guadalete, Tinto y Odiel, en este caso por la composición geológica del cauce; o Guadaira, mientras que los mejores resultados distinguen al Genil a su paso por Granada y al Guadalquivir aguas abajo de Córdoba.
Prenda dedicó especial atención a los efectos antiecológicos de los embalses, al considerar que "transforman negativamente el hábitat acuático, crean un efecto barrera que altera el caudal del río, bloquean las migraciones de peces y destruyen zonas de reproducción de especies autóctonas".
"Lejos de lo que pueda pensarse, no son la solución para las inundaciones, sino todo lo contrario", señaló, al tiempo que recordó que las presas han provocado a lo largo de la historia "más catástrofes que las inundaciones de ríos cuyo cauce no ha sido alterado".
MOVILIZACION VECINAL
Sin embargo, los cauces "se alteran" y las aguas reciben todo tipo de vertidos, según se desprende de las 12 comunicaciones de plataformas ciudadanas en defensa del agua que se escucharon ayer en la primera jornadas, procedentes de toda Andalucía.
Así, mientras los colectivos de la Costa del Sol --Plataforma Cueveña por el Agua, Plataforma en Defensa del Agua de Coín, Grupo de Trabajo del Valle del Genal, Plataforma contra la presa de Río Verde, Grupo de Trabajo del Hozgaranta (Cádiz)-- señalaron la presión urbanística como la principal amenaza para sus cauces y acuíferos, en casos como el del río Guadiamar o el Guadajoz los problemas vienen por el vertido.
Pese a que el diagnóstico es "desalentador", el profesor de Geografía Humana de la Universidad de Sevilla, Leandro del Moral, coordinador de la Red Andaluza de la Nueva Cultura del Agua, extrajo conclusiones positivas al término de la primera jornada.
"En primer lugar, si nos fijamos en los grupos que están hoy aquí, la gran conclusión es que hay un fortalecimiento y una proliferación de las formas de resistencia social y de las alternativas a la destrucción de nuestra riqueza hídrica, y esas nuevas formas tienen además el valor de entender la ecología como algo más holístico que la mera preocupación ambiental", apostilló.
Del Moral destacó también la "mayor implicación y diligencia de las administraciones", aunque subrayó como riesgo creciente el aumento de la presión urbanística y la "inercia que muchas veces nos hace seguir modelos inadecuados sin darnos cuenta de que acaban con nuestra riqueza".
Estas son las conclusiones que se extraen del trabajo de investigación desarrollado en la Universidad de Huelva bajo la dirección del profesor José Prenda, que se presentó en la I Fiesta del Agua en Andalucía, que ha reunido en Ronda (Málaga) a 150 personas representantes de la administración pública y, sobre todo, de colectivos ecologistas y plataformas vecinales, que consideraron que la movilización es "urgente y no exclusiva del movimiento ecologista".
El diagnóstico de la Universidad de Huelva no es halagüeño, según explicaron desde la organización en un comunicado, ya que de 65 ríos analizados en toda la geografía andaluza, las aguas de 35 (51%) arrojaron valores de contaminación altos, mientras que sólo el 19% reúne requisitos para que sus aguas sean consideradas de calidad. Ningún río analizado obtuvo la calificación de excelente.
Las muestras se tomaron en las estaciones de la Red de Evaluación de Calidad que la Consejería de Medio Ambiente gestiona. Según este estudio, las aguas de peor calidad entre las analizadas son de los ríos Guadalete, Tinto y Odiel, en este caso por la composición geológica del cauce; o Guadaira, mientras que los mejores resultados distinguen al Genil a su paso por Granada y al Guadalquivir aguas abajo de Córdoba.
Prenda dedicó especial atención a los efectos antiecológicos de los embalses, al considerar que "transforman negativamente el hábitat acuático, crean un efecto barrera que altera el caudal del río, bloquean las migraciones de peces y destruyen zonas de reproducción de especies autóctonas".
"Lejos de lo que pueda pensarse, no son la solución para las inundaciones, sino todo lo contrario", señaló, al tiempo que recordó que las presas han provocado a lo largo de la historia "más catástrofes que las inundaciones de ríos cuyo cauce no ha sido alterado".
MOVILIZACION VECINAL
Sin embargo, los cauces "se alteran" y las aguas reciben todo tipo de vertidos, según se desprende de las 12 comunicaciones de plataformas ciudadanas en defensa del agua que se escucharon ayer en la primera jornadas, procedentes de toda Andalucía.
Así, mientras los colectivos de la Costa del Sol --Plataforma Cueveña por el Agua, Plataforma en Defensa del Agua de Coín, Grupo de Trabajo del Valle del Genal, Plataforma contra la presa de Río Verde, Grupo de Trabajo del Hozgaranta (Cádiz)-- señalaron la presión urbanística como la principal amenaza para sus cauces y acuíferos, en casos como el del río Guadiamar o el Guadajoz los problemas vienen por el vertido.
Pese a que el diagnóstico es "desalentador", el profesor de Geografía Humana de la Universidad de Sevilla, Leandro del Moral, coordinador de la Red Andaluza de la Nueva Cultura del Agua, extrajo conclusiones positivas al término de la primera jornada.
"En primer lugar, si nos fijamos en los grupos que están hoy aquí, la gran conclusión es que hay un fortalecimiento y una proliferación de las formas de resistencia social y de las alternativas a la destrucción de nuestra riqueza hídrica, y esas nuevas formas tienen además el valor de entender la ecología como algo más holístico que la mera preocupación ambiental", apostilló.
Del Moral destacó también la "mayor implicación y diligencia de las administraciones", aunque subrayó como riesgo creciente el aumento de la presión urbanística y la "inercia que muchas veces nos hace seguir modelos inadecuados sin darnos cuenta de que acaban con nuestra riqueza".