Heavy pollution on several aquiferous of Ebro
Sun, 10/04/2005
Un 38 % de los acuíferos de la cuenca del Ebro está afectado por la contaminación, aunque en la mayoría de los casos se trata de problemas muy concretos y localizados. Un estudio de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) pone de relieve que existen importantes problemas con la calidad de las aguas subterráneas, aunque el organismo de cuenca considera que el análisis en su conjunto es "positivo", dado además que los acuíferos afectados son aquellos menos profundos y con menores volúmenes de agua.
Carmen Costa, jefe de sección de Calidad de Aguas Subterráneas de la CHE, explicó que se han analizado más de 2.000 puntos de muestreo. Entre ellos, se incluyen los 556 que corresponden a la Red Básica (RBAS) y a la denominada Red de Nitratos (RNIT), por lo que se obtienen datos de forma periódica. De estos 556 se pueden consultar las fichas en la página web del organismo de cuenca www.chebro.es.
El trabajo se enmarca dentro de los que se están realizando con la puesta en marcha de la Directiva Marco del Agua. Costa destaca que este informe ha supuesto un notable incremento de los puntos de muestreo y de las sustancias analizadas. Se han identificado 106 masas de agua. De ellas, 66 están en buen estado, lo que corresponde con el 62 % y el resto, un 38 %, tiene problemas de contaminación.
Las masas de agua en buen estado se encuentran en zonas montañosas, tanto del Pirineo como de la cordillera Ibérica. "La mayor parte del agua subterránea está bien, dado que los acuíferos de montaña pueden llegar a tener 500 metros de profundidad, mientras que los aluviales apenas llegan a los 20 metros. La cantidad de agua en buen estado es infinitamente más", afirma Costa. Además, los manantiales afectados están identificados y sus posibles usuarios, sobre aviso.
De los 40 acuíferos con problemas de contaminación, 29 (27 % del total) tienen un origen agrario y la sustancia detectada son los nitratos. Estas aguas subterráneas coinciden con zonas de intensa actividad agraria, especialmente en llanuras aluviales (ver gráfico).
Red de vigilancia.
Estos acuíferos están vigilados desde el año 2003 por la RNIT, que cuenta con 200 puntos de muestreo en aquellas zonas en las que hay constancia de la existencia de contaminación difusa o en las que existen indicios de que pudiera haberla. Desde el año 2003, la CHE explica que la situación permanece estable.
La contaminación de origen industrial o urbano se ha detectado en 11 casos (11 %). La responsables de las aguas subterráneas de la Confederación señala que se trata de focos muy concretos, de pequeñas dimensiones, pero muy persistente en el tiempo. Según explica, son pequeñas manchas alargadas, áreas inferiores a 1 kilómetro y de espacios relacionados con polígonos industriales que llevan décadas en funcionamiento. En la mayoría de las ocasiones tienen relación con una gestión incorrecta de los residuos o con la fuga de tanques de materias primas.
Costa señala que aunque los nitratos están más extendidos, el problema es menos grave que la contaminación industrial. Mientras que las sustancias de origen agrícola son fundamentalmente nitratos y los acuíferos se pueden recuperar, las de tipo industrial tienen naturalezas muy diferentes y en muchas ocasiones se trata de elementos químicos persistentes y casi imposibles de eliminar.
Zonas vulnerables
Las Comunidades Autónomas son las responsables para, de acuerdo con el informe elaborado por la CHE, declarar las zonas vulnerables por contaminación de nitratos. La Confederación se encarga de realizar un control periódico de la calidad del agua.
En el caso de la contaminación industrial, la responsabilidad corresponde a las Comunidades, aunque en muchos casos es posible determinar con claridad el origen concreto y exigir responsabilidades a los particulares.
Carmen Costa, jefe de sección de Calidad de Aguas Subterráneas de la CHE, explicó que se han analizado más de 2.000 puntos de muestreo. Entre ellos, se incluyen los 556 que corresponden a la Red Básica (RBAS) y a la denominada Red de Nitratos (RNIT), por lo que se obtienen datos de forma periódica. De estos 556 se pueden consultar las fichas en la página web del organismo de cuenca www.chebro.es.
El trabajo se enmarca dentro de los que se están realizando con la puesta en marcha de la Directiva Marco del Agua. Costa destaca que este informe ha supuesto un notable incremento de los puntos de muestreo y de las sustancias analizadas. Se han identificado 106 masas de agua. De ellas, 66 están en buen estado, lo que corresponde con el 62 % y el resto, un 38 %, tiene problemas de contaminación.
Las masas de agua en buen estado se encuentran en zonas montañosas, tanto del Pirineo como de la cordillera Ibérica. "La mayor parte del agua subterránea está bien, dado que los acuíferos de montaña pueden llegar a tener 500 metros de profundidad, mientras que los aluviales apenas llegan a los 20 metros. La cantidad de agua en buen estado es infinitamente más", afirma Costa. Además, los manantiales afectados están identificados y sus posibles usuarios, sobre aviso.
De los 40 acuíferos con problemas de contaminación, 29 (27 % del total) tienen un origen agrario y la sustancia detectada son los nitratos. Estas aguas subterráneas coinciden con zonas de intensa actividad agraria, especialmente en llanuras aluviales (ver gráfico).
Red de vigilancia.
Estos acuíferos están vigilados desde el año 2003 por la RNIT, que cuenta con 200 puntos de muestreo en aquellas zonas en las que hay constancia de la existencia de contaminación difusa o en las que existen indicios de que pudiera haberla. Desde el año 2003, la CHE explica que la situación permanece estable.
La contaminación de origen industrial o urbano se ha detectado en 11 casos (11 %). La responsables de las aguas subterráneas de la Confederación señala que se trata de focos muy concretos, de pequeñas dimensiones, pero muy persistente en el tiempo. Según explica, son pequeñas manchas alargadas, áreas inferiores a 1 kilómetro y de espacios relacionados con polígonos industriales que llevan décadas en funcionamiento. En la mayoría de las ocasiones tienen relación con una gestión incorrecta de los residuos o con la fuga de tanques de materias primas.
Costa señala que aunque los nitratos están más extendidos, el problema es menos grave que la contaminación industrial. Mientras que las sustancias de origen agrícola son fundamentalmente nitratos y los acuíferos se pueden recuperar, las de tipo industrial tienen naturalezas muy diferentes y en muchas ocasiones se trata de elementos químicos persistentes y casi imposibles de eliminar.
Zonas vulnerables
Las Comunidades Autónomas son las responsables para, de acuerdo con el informe elaborado por la CHE, declarar las zonas vulnerables por contaminación de nitratos. La Confederación se encarga de realizar un control periódico de la calidad del agua.
En el caso de la contaminación industrial, la responsabilidad corresponde a las Comunidades, aunque en muchos casos es posible determinar con claridad el origen concreto y exigir responsabilidades a los particulares.