Hydrological plans will be checked on 2006 due to european laws
Mon, 11/04/2005
El próximo año comenzará a elaborarse un nuevo Plan Hidrológico del Ebro, que, de acuerdo con la directiva marco del Agua, se aplicará entre 2009 y 2010. El documento marcará una nueva planificación hidráulica para toda la cuenca y planteará algunas novedades importantes, como la inclusión de las aguas marítimas costeras más próximas, la adopción de numerosos criterios ambientales y la necesidad de que se trate de un documento elaborado con una mayor participación social y de las Comunidades Autónomas.
La revisión del plan comenzará el año próximo, aunque se tratará de un proceso cuya duración se estima no inferior a tres años. No en vano, el actual fue aprobado por el Consejo del Agua la cuenca en 1996, después de más de un lustro de debate, y en 1998 recibió la aprobación por parte del Consejo de Ministros. La puesta en marcha del proceso ha disparado el nerviosismo por concluir obras hidráulicas que se fijaron en el anterior Plan y está en el fondo de la escalada de tensión que se está viviendo en los últimos meses en relación con el agua en Aragón y en el Congreso de los Diputados. Además, la inminencia de este proceso es una de las razones por las que el Ejecutivo del PSOE justifica ciertas indefiniciones y expresiones ambiguas dentro del nuevo texto del Plan Hidrológico Nacional (PHN).
La directiva del Agua se incorporó al ordenamiento jurídico español en diciembre del año 2003. El Gobierno del PSOE considera que no se realizó correctamente y desde hace meses hay un grupo de especialistas que trabajan en el Ministerio de Medio Ambiente para abordar algunas modificaciones en esta trasposición legal. En cualquier caso, las distintas confederaciones hidrográficas, y particularmente la del Ebro, llevan tiempo trabajando para ponerse al día en todos los requisitos de la directiva.
La CHE ha estudiado en los últimos meses la situación de las aguas superficiales y subterráneas, ha caracterizado los distintos tramos y ha elaborado una serie de pautas técnicas para determinar la calidad de los caudales, así como su volumen mínimo. Este trabajo no depende sólo de una cuenca, sino que los parámetros finales y los objetivos se van a fijar de forma conjunta para toda Europa. Los trabajos, una vez concluídos, deberán publicarse en 2009 e incluirse en el Plan de la cuenca.
Establecer los caudales mínimos o ecológicos de los ríos es una de las cuestiones esenciales que deberá incluir el próximo Plan Hidrológico del Ebro (PHE). No valdrán referencias vagas como las que aparecen en el actual, sino que la previsión es que se marquen con claridad volumenes por los distintos tramos y según las épocas del año. Y todo ello con una premisa; garantizar el buen estado ecológico del agua con el plazo puesto en el año 2015.
Criterios ambientales
Es decir, que la prioridad será la sostenibilidad ambiental de las actuaciones. Ello condicionará de forma muy importante tanto la planificación de nuevas obras hidráulicas como la gestión de las cuencas hidrográficas.
Los nuevos planes de cuenca deberán incluir, entre otras, las siguientes cuestiones mínimas: descripción general de la demarcación, descripción de los usos, la identificación y mapas de las zonas protegidas, redes de control, resumen del análisis económico del agua, resumen de los programas de medidas adoptados, resumen de las medidas de información pública y de consulta, sus resultados y los cambios consiguientes efectuados en el plan y una lista de las autoridades competentes designadas.
Participación
La participación pública tiene gran importancia en la planificación, así la ley establece que el organismo de cuenca o administración hidráulica competente de la Comunidad Autónoma publicará y pondrá a disposición del público una serie de documentos establecidos en la ley. La complejidad de este proceso, así como la de establecer unos criterios homogéneos en una Europa cargada de diferencias climáticas y orográficas, obligan a que los trabajos deban comenzar ya a lo largo del próximo año.
Tras este proceso, y previa intervención del comité de autoridades y del Consejo del Agua de la demarcación, el Gobierno deberá aprobar por decreto los nuevos planes hidrológicos
La revisión del plan comenzará el año próximo, aunque se tratará de un proceso cuya duración se estima no inferior a tres años. No en vano, el actual fue aprobado por el Consejo del Agua la cuenca en 1996, después de más de un lustro de debate, y en 1998 recibió la aprobación por parte del Consejo de Ministros. La puesta en marcha del proceso ha disparado el nerviosismo por concluir obras hidráulicas que se fijaron en el anterior Plan y está en el fondo de la escalada de tensión que se está viviendo en los últimos meses en relación con el agua en Aragón y en el Congreso de los Diputados. Además, la inminencia de este proceso es una de las razones por las que el Ejecutivo del PSOE justifica ciertas indefiniciones y expresiones ambiguas dentro del nuevo texto del Plan Hidrológico Nacional (PHN).
La directiva del Agua se incorporó al ordenamiento jurídico español en diciembre del año 2003. El Gobierno del PSOE considera que no se realizó correctamente y desde hace meses hay un grupo de especialistas que trabajan en el Ministerio de Medio Ambiente para abordar algunas modificaciones en esta trasposición legal. En cualquier caso, las distintas confederaciones hidrográficas, y particularmente la del Ebro, llevan tiempo trabajando para ponerse al día en todos los requisitos de la directiva.
La CHE ha estudiado en los últimos meses la situación de las aguas superficiales y subterráneas, ha caracterizado los distintos tramos y ha elaborado una serie de pautas técnicas para determinar la calidad de los caudales, así como su volumen mínimo. Este trabajo no depende sólo de una cuenca, sino que los parámetros finales y los objetivos se van a fijar de forma conjunta para toda Europa. Los trabajos, una vez concluídos, deberán publicarse en 2009 e incluirse en el Plan de la cuenca.
Establecer los caudales mínimos o ecológicos de los ríos es una de las cuestiones esenciales que deberá incluir el próximo Plan Hidrológico del Ebro (PHE). No valdrán referencias vagas como las que aparecen en el actual, sino que la previsión es que se marquen con claridad volumenes por los distintos tramos y según las épocas del año. Y todo ello con una premisa; garantizar el buen estado ecológico del agua con el plazo puesto en el año 2015.
Criterios ambientales
Es decir, que la prioridad será la sostenibilidad ambiental de las actuaciones. Ello condicionará de forma muy importante tanto la planificación de nuevas obras hidráulicas como la gestión de las cuencas hidrográficas.
Los nuevos planes de cuenca deberán incluir, entre otras, las siguientes cuestiones mínimas: descripción general de la demarcación, descripción de los usos, la identificación y mapas de las zonas protegidas, redes de control, resumen del análisis económico del agua, resumen de los programas de medidas adoptados, resumen de las medidas de información pública y de consulta, sus resultados y los cambios consiguientes efectuados en el plan y una lista de las autoridades competentes designadas.
Participación
La participación pública tiene gran importancia en la planificación, así la ley establece que el organismo de cuenca o administración hidráulica competente de la Comunidad Autónoma publicará y pondrá a disposición del público una serie de documentos establecidos en la ley. La complejidad de este proceso, así como la de establecer unos criterios homogéneos en una Europa cargada de diferencias climáticas y orográficas, obligan a que los trabajos deban comenzar ya a lo largo del próximo año.
Tras este proceso, y previa intervención del comité de autoridades y del Consejo del Agua de la demarcación, el Gobierno deberá aprobar por decreto los nuevos planes hidrológicos