Las campañas destinadas a la concienciación de que el agua es un bien escaso parecen haber dado sus frutos en materia de gestión y ahorro. El presente año hidrológico –que comenzó en octubre– apenas ha dejado precipitaciones en Córdoba y su provincia. Sin embargo, el trabajo de las instituciones públicas y la actitud de la población ha hecho que, en el caso de la capital, el consumo de agua haya descendido hasta un 25 por ciento respecto al último año de sequía, 1995, y con el que culminó un cuatrienio de escasez de recursos hídricos en toda Andalucía.

Los datos aportados por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) revelan que el gasto medio de agua por año que han acumulado los cordobeses ha sido de 29,8 hectómetros cúbicos. El período analizado arranca en el citado 1995, ejercicio en el que los técnicos de la CHG estiman que se hizo uso de unos 30 millones de metros cúbicos. "No tenemos datos exactos porque fue un año seco en el que se tuvo que recurrir a diversas fuentes de abastecimiento, pero fue semejante a los años cercanos". Así, las cifras del resto de ciclos anuales se instalan entre los 28 y los 32 hectómetros cúbicos.

La bajada considerable se produjo, por tanto, en el pasado ejercicio, en el que, comparado con 2003, se experimentó una reducción de consumo de ocho millones de metros cúbicos. Según fuentes de la confederación, esto demuestra "una mayor mentalización, tanto de los ciudadanos como de las empresas a la hora de utilizar el agua". Y es que el gasto doméstico supone algo más del 15 por ciento del total, pero el porcentaje que se dedica a las labores agrícolas y a las relacionadas con el resto de actividades empresariales es de un 80.

Con este panorama, si la primavera no lo remedia, empezarán a surgir los primeros fantasmas de una posible sequía, aunque desde la Junta transmiten seguridad. De hecho, el secretario general de Aguas, Juan Corominas, aseguró que hay "recursos hídricos suficientes para hasta dos años". Claro está que en todo ese tiempo hay que seguir cuidando la gestión del líquido elemento y esperar a que acompañe la meteorología.

No obstante, en la labor de ahorro, la CHG valora el esfuerzo realizado por la Empresa Municipal de Aguas de Córdoba (Emacsa), que trabaja para evitar al máximo las fugas en la red de abastecimiento. Las tareas que buscan acabar con las pérdidas en el sistema de canalizaciones es continua, según la empresa pública municipal de aguas, aunque desde la sociedad no han podido concretar la inversión y acciones actuales desarrolladas en este campo. En este sentido, la Unión Europea impone como fecha límite el año 2012 para que las pérdidas totales de estas redes de abastecimiento se sitúen por debajo de las cotas del 15,5 por ciento.