Fishing Season is started with problems due to scarcity of water in the rivers

Fri, 18/03/2005

La Voz de Galicia

Mañana se abre la veda en los ríos de Galicia hasta el próximo 21 de agosto A las seis menos veinte de la madrugada de mañana comienza la temporada de pesca en los ríos de Galicia. Las previsiones meteorológicas hablan de lluvia a lo largo del fin de semana, una engorrosa circunstancia para los casi cien mil aficionados reprimidos por la veda de los seis últimos meses. Pero la presencia de las nubes es la mejor noticia para salvar la temporada de pesca que llega con mil incógnitas y una preocupante realidad: los ríos de la Comunidad agonizan por la escasez de caudal tras un invierno en el que ha llovido un cuarenta por ciento menos de lo habitual. Y la fauna fluvial es la primera víctima. Entre todos las especies, el salmón vivirá auténticas penurias para subir a desovar si las lluvias no reaparecen, sufriendo un estancamiento en su camino de retorno. Por eso ha sido tratada con mimo desde el Gobierno autonómico. Otras especies como el reo apenas acusarán la sequía, y en medio, la trucha oscila entre la abundancia y la escasez según el río. Los biólogos encargados de vigilar la red fluvial anuncian un año pésimo en muchos tramos del Miño, así como en el Navia, el Arenteiro, el Limia, el Arnoia y el Neira. Por contra, el Ulla, el Umia o los afluentes de la Mariña lucense se prevén como muy dadivosos con respecto a los del resto de la Comunidad. En líneas generales, los ríos de Ourense y Pontevedra serán portadores de peores noticias. Las previsibles lluvias de marzo y abril salvarán una temporada que puede cambiar mucho hasta el 21 de agosto, fecha de su finalización, salvo algunas excepciones. Cebo natural La pesca no es una ciencia exacta pero la experiencia recomienda prescindir de la cucharilla y la mosca seca en este seco inicio de temporada. Con cauces tan exiguos, las bajas temperaturas nocturnas afectan más a todo el volumen acuífero, con lo que las truchas apenas se desplazan. Ante eso, el cebo natural se muestra como un estímulo mayor que otros artificiales. Aunque las circunstancias no invitan al optimismo, no difieren mucho de las de hace un año. Y al final de la temporada el país de los mil ríos proporcionó, solamente en truchas, alrededor de ocho millones de ejemplares.