Risk of water restrictions due to drought in summer, according to University of Alicante
Fri, 11/03/2005
Jorge Olcina señala que las seis olas de frío no han dejado agua y en algunas zonas ha llovido la mitad de lo habitual Meteorología destaca, en cambio, los puntos de superávit
AGENCIAS/ALICANTE / VALENCIA
Las seis olas de frío árticas o polares registradas en los meses de enero y febrero no han aliviado la situación técnica de sequía en las comarcas del sur de la Comunidad Valenciana, donde este invierno ha llovido la mitad que otros años. El responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, el catedrático Jorge Olcina, afirma que en enero y febrero se han recogido solamente entre 25 y 30 litros por metro cuadrado en las comarcas del Mitjà y Baix Vinalopó, de l'Alacantí y de la Vega Baja.
Olcina explica que estas cantidades representan, aproximadamente, la mitad de los valores medios que suelen observarse en los dos primeros meses del año en esta zona, lo que agrava la situación de falta de agua que se padece en el 2005 y que se acumula a la falta de lluvia que se arrastra desde mediados del pasado año.
El catedrático subraya que la escasez de lluvias también se ha dado en la cabecera del Alto Tajo, de cuyos pantanos de Entrepeñas y Buendía depende en buena medida el caudal del trasvase Tajo-Segura. «La situación ha llegado a tal punto que la Mancomunidad de Canales del Taibilla, que abastece a un gran número de poblaciones del sur de Alicante, tiene que hacer frente al suministro a estas alturas de año con recursos procedentes de pozos», señala Jorge Olcina.
En su opinión, «si la situación no cambia radicalmente en marzo y abril con lluvias, el verano puede ser complicado desde el punto de vista del abastecimiento, puesto que podrían registrarse restricciones o disminuciones de los suministros».
Nieve beneficiosa
Las sucesivas olas polares y árticas sí han permitido, en cambio, beneficiar y corregir la situación de las reservas hídricas en el Alto Vinalopó, El Comtat, l'Alcoià y en la Marina Alta y Baixa, en muchos de cuyos puntos hay acumulación de nieve.
En cuanto al frío, Olcina recuerda que, según los datos del Laboratorio de la UA, el presente invierno ha sido el que más días de frío intenso ha causado en la Comunidad desde 1952, con más de 50 días con valores inferiores a la media entre enero y febrero.
Según los datos del Laboratorio de Climatología, durante esos días los termómetros se situaron a una media de entre 2 y 3 grados centígrados por debajo de la media, que en otros años se situaba en torno a los 11 y 12 grados en las poblaciones del litoral.
«No ha sido normal que se sucedieran tantas invasiones de aire frío, hasta 6 polares o árticas, ya que lo habitual es que haya una o dos», explica.
Olcina confirma que el frío ha resultado «bastante dañino para la agricultura, especialmente en las comarcas del sur», para las hortalizas y frutales, sobre todo a los limoneros.
También el Centro Meteorológico de Valencia difundió ayer el resumen pluviométrico del invierno climatológico de la Comunidad, con matices que cambian la perspectiva más negativa del Laboratorio de Climatología. Según el Centro, la provincia de Castellón y el interior norte de la de Valencia han registrado este invierno déficit pluviométrico, mientras que el norte de Alicante y sur de Valencia, y algunas localidades de la Vega Baja y el litoral norte de Valencia han acumulado lluvias que doblan lo considerado normal.
Meteorología indica que prácticamente toda la provincia de Castellón y el interior norte de la de Valencia han registrado lluvias entre un 10% y un 30% por debajo de lo normal (la media del periodo 1971-2000). En algunas localidades de l'Alacantí las precipitaciones recogidas este invierno llegan a ser sólo la mitad de lo que se considera normal.
Entre las poblaciones que menos lluvias han medido este invierno, el Centro Meteorológico cita San Vicente del Raspeig, con 49 litros por metro cuadrado; Mutxamel y Pinoso, con 54 litros por m2.
Como contraste, en estos tres meses hay zonas del sur de Valencia y norte de Alicante en las que se han superado los 700 litros por m2, como en el pantano de Beniarrés (Alicante), donde se han registrado 712 litros por m2.
En la ciudad de Alicante se han recogido este invierno 62 litros por m2, una cifra que representa un déficit del 4% respecto a la media registrada entre los años 1971 y 2000. En la ciudad de Castellón se han medido 108 litros, con un déficit del 1%, mientras que en la ciudad de Valencia se han recogido 189%, con un superávit del 57% respecto a la media. En San Miguel de Salinas ha habido un superávit del 123%, con 201 litros; en Callosa d'En Sarrià el superávit ha llegado al 65%, con 308 litros.
Las características pluviométricas y térmicas del invierno climatológico (diciembre, enero y febrero) en la Comunidad Valenciana han venido determinadas por la presencia en el Atlántico norte de anticiclones de bloqueo que han favorecido las circulaciones meridianas (de norte a sur) de masas de aire frías, en vez de las circulaciones oeste-este predominantes en latitudes medias en esta estación.
Esta tipo de circulación ha propiciado un invierno frío, con anomalías de temperatura de dos grados menos que la media normal.
Las precipitaciones más importantes en estos tres meses invernales se han registrado en la mitad sur, sobre todo en el norte de Alicante y sur de Valencia, donde el flujo de viento del nordeste con recorrido marítimo en determinadas situaciones ha provocado precipitaciones intensas.
AGENCIAS/ALICANTE / VALENCIA
Las seis olas de frío árticas o polares registradas en los meses de enero y febrero no han aliviado la situación técnica de sequía en las comarcas del sur de la Comunidad Valenciana, donde este invierno ha llovido la mitad que otros años. El responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, el catedrático Jorge Olcina, afirma que en enero y febrero se han recogido solamente entre 25 y 30 litros por metro cuadrado en las comarcas del Mitjà y Baix Vinalopó, de l'Alacantí y de la Vega Baja.
Olcina explica que estas cantidades representan, aproximadamente, la mitad de los valores medios que suelen observarse en los dos primeros meses del año en esta zona, lo que agrava la situación de falta de agua que se padece en el 2005 y que se acumula a la falta de lluvia que se arrastra desde mediados del pasado año.
El catedrático subraya que la escasez de lluvias también se ha dado en la cabecera del Alto Tajo, de cuyos pantanos de Entrepeñas y Buendía depende en buena medida el caudal del trasvase Tajo-Segura. «La situación ha llegado a tal punto que la Mancomunidad de Canales del Taibilla, que abastece a un gran número de poblaciones del sur de Alicante, tiene que hacer frente al suministro a estas alturas de año con recursos procedentes de pozos», señala Jorge Olcina.
En su opinión, «si la situación no cambia radicalmente en marzo y abril con lluvias, el verano puede ser complicado desde el punto de vista del abastecimiento, puesto que podrían registrarse restricciones o disminuciones de los suministros».
Nieve beneficiosa
Las sucesivas olas polares y árticas sí han permitido, en cambio, beneficiar y corregir la situación de las reservas hídricas en el Alto Vinalopó, El Comtat, l'Alcoià y en la Marina Alta y Baixa, en muchos de cuyos puntos hay acumulación de nieve.
En cuanto al frío, Olcina recuerda que, según los datos del Laboratorio de la UA, el presente invierno ha sido el que más días de frío intenso ha causado en la Comunidad desde 1952, con más de 50 días con valores inferiores a la media entre enero y febrero.
Según los datos del Laboratorio de Climatología, durante esos días los termómetros se situaron a una media de entre 2 y 3 grados centígrados por debajo de la media, que en otros años se situaba en torno a los 11 y 12 grados en las poblaciones del litoral.
«No ha sido normal que se sucedieran tantas invasiones de aire frío, hasta 6 polares o árticas, ya que lo habitual es que haya una o dos», explica.
Olcina confirma que el frío ha resultado «bastante dañino para la agricultura, especialmente en las comarcas del sur», para las hortalizas y frutales, sobre todo a los limoneros.
También el Centro Meteorológico de Valencia difundió ayer el resumen pluviométrico del invierno climatológico de la Comunidad, con matices que cambian la perspectiva más negativa del Laboratorio de Climatología. Según el Centro, la provincia de Castellón y el interior norte de la de Valencia han registrado este invierno déficit pluviométrico, mientras que el norte de Alicante y sur de Valencia, y algunas localidades de la Vega Baja y el litoral norte de Valencia han acumulado lluvias que doblan lo considerado normal.
Meteorología indica que prácticamente toda la provincia de Castellón y el interior norte de la de Valencia han registrado lluvias entre un 10% y un 30% por debajo de lo normal (la media del periodo 1971-2000). En algunas localidades de l'Alacantí las precipitaciones recogidas este invierno llegan a ser sólo la mitad de lo que se considera normal.
Entre las poblaciones que menos lluvias han medido este invierno, el Centro Meteorológico cita San Vicente del Raspeig, con 49 litros por metro cuadrado; Mutxamel y Pinoso, con 54 litros por m2.
Como contraste, en estos tres meses hay zonas del sur de Valencia y norte de Alicante en las que se han superado los 700 litros por m2, como en el pantano de Beniarrés (Alicante), donde se han registrado 712 litros por m2.
En la ciudad de Alicante se han recogido este invierno 62 litros por m2, una cifra que representa un déficit del 4% respecto a la media registrada entre los años 1971 y 2000. En la ciudad de Castellón se han medido 108 litros, con un déficit del 1%, mientras que en la ciudad de Valencia se han recogido 189%, con un superávit del 57% respecto a la media. En San Miguel de Salinas ha habido un superávit del 123%, con 201 litros; en Callosa d'En Sarrià el superávit ha llegado al 65%, con 308 litros.
Las características pluviométricas y térmicas del invierno climatológico (diciembre, enero y febrero) en la Comunidad Valenciana han venido determinadas por la presencia en el Atlántico norte de anticiclones de bloqueo que han favorecido las circulaciones meridianas (de norte a sur) de masas de aire frías, en vez de las circulaciones oeste-este predominantes en latitudes medias en esta estación.
Esta tipo de circulación ha propiciado un invierno frío, con anomalías de temperatura de dos grados menos que la media normal.
Las precipitaciones más importantes en estos tres meses invernales se han registrado en la mitad sur, sobre todo en el norte de Alicante y sur de Valencia, donde el flujo de viento del nordeste con recorrido marítimo en determinadas situaciones ha provocado precipitaciones intensas.