Según las estimaciones del proyecto Inaris, Investigación Analítica de Riesgos Naturales en España en el Decenio 1990-2000, detalladas en el libro Riesgos naturales, coordinado por Francisco Javier Ayala-Carcedo y Jorge Olcina Cantos, en dicho periodo se produjeron en España 1.046 víctimas mortales por la acción de tales riesgos, con un promedio de 95 víctimas al año. Los accidentes marítimos en alta mar debidos a temporales fueron la principal fuente de víctimas (con 511), seguidos de las inundaciones (207); los rayos (73); los aludes de nieve (54); los vendavales terrestres y olas de calor (45 cada uno); los golpes de mar en la costa (43); las olas de frío (24); los deslizamientos y desprendimientos naturales (15); los accidentes aéreos por mal tiempo (14); ventiscas (10); y colapso de edificios por lluvias (5).
Por comunidades autónomas, las más castigadas en términos absolutos fueron, por orden de más a menos, Aragón; Cataluña; Andalucía; Galicia; Extremadura; Castilla-La Mancha; Asturias; Canarias; Castilla y León; Comunidad Autónoma Vasca; Madrid; Comunidad Valenciana; Cantabria; Murcia; Baleares; Navarra; y La Rioja. Los principales desastres naturales, a su vez, fueron, por orden de incidencia, las inundaciones de Biescas (1996) y Badajoz (1997); la ventisca de Camprodón (2000); las inundaciones de Yebra (1995) y Cataluña (1994); el alud de Benasque (1991); la inundación de Alicante (1997); y el alud de Frondielles (1995).
En las cuatro décadas anteriores, cabe destacar asimismo no pocos desastres en España. En 1956 se produjeron grandes heladas en el mes de febrero. En 1957 tuvo lugar, en octubre, la riada del Turia (Valencia). En 1961, las inundaciones en el Vallés (Barcelona), producidas en septiembre, dejaron 794 muertos. En 1973, las que tuvieron lugar en octubre en el sureste peninsular causaron 250 víctimas mortales. En 1982, destacaron las producidas en Alicante y Valencia, así como la rotura de la presa de Tous. En 1983, se produjeron en agosto graves inundaciones en el País Vasco. En octubre de 1984, el ciclón Hortensia afectó a la fachada cantábrica. En noviembre de 1987 tuvieron lugar inundaciones en las cuencas del Segura y del Júcar. En septiembre y noviembre de 1989, en el litoral mediterráneo y Málaga. En el periodo 1989-90 se produjo una grave sequía en el País Vasco, que durante el lustro siguiente se registró en toda España. En diciembre de 1995 hubo varios desbordamientos en Andalucía. En agosto de 1996 el desastre del cámping de Biescas provocó 87 muertos. En 1997 tuvieron lugar inundaciones en Alicante (septiembre) y Badajoz (noviembre). En octubre de 2000, las inundaciones afectaron al litoral mediterráneo. En 2000-01 hubo frecuentes desbordamientos en el centro y norte del país. En 2002 hubo riadas intensas e inundaciones en distintos puntos del país.
Por último, en 2003 se produjo el hundimiento del petrolero Prestige.