La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, anunció hoy en rueda de prensa en Murcia, después de mantener un encuentro con el presidente autonómico, Ramón Luis Valcárcel, la construcción "de emergencia" de una segunda desaladora en San Pedro del Pinatar, que aportaría 24 hectómetros al año.
Narbona señaló que la nueva desaladora tiene un presupuesto de 83 millones de euros y que estaría concluida en el año 2006, al tiempo que informó de que había 21 millones de euros más para unas obras de modernización de regadíos en Marchena (Lorca).
También anunció que la primera desaladora que se está terminando en San Pedro del Pinatar aportará 1 hectómetro cúbico de agua al mes hasta principios del año 2006, en que está previsto que terminen las obras del emisario que transportará la salmuera.
A juicio de la ministra, estas dos obras darían en parte solución al déficit hídrico de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, organismo que abastece a 3 millones de personas.
"Vamos a evitar las restricciones de agua que hubo en el año 2003", subrayó Narbona, ya que el objetivo más inmediato del ministerio será "acabar de verdad" con los problemas de abastecimiento, y que limitan el desarrollo económico de la Región.
La ministra calificó de "importante" el encuentro "por el cambio de actitud" del gobierno regional por su compromiso de "no obstaculizar" las plantas desaladoras previstas, mientras que Valcárcel habló de "reunión provechosa" en cuestiones en las que no había sintonía en problemas "que tenemos que superar".
Cristina Narbona acentuó la necesidad de desalación de agua de mar en una comunidad como la murciana, ya que de ello "dependerá buena parte del futuro y desarrollo de esta región", agregó.
El presidente murciano comentó que las discrepancias "son inevitables y necesarias en el cotidiano vivir", y aclaró que la desaladora de San Pedro presentaba "serios problemas de carácter ambiental" que podrían perjudicar la pradera de posidonias, por lo que la administración regional plantea garantías.
Al respecto, hizo hincapié en que "la necesidad de agua era imperiosa y de absoluta urgencia y negarnos sería irresponsable", por lo que se ha llegado a una "fórmula" de liberar 1 hectómetro al mes hasta que concluyan las obras del emisario.
Por otro lado, Valcárcel hizo hincapié en que el trasvase Tajo-Segura no tiene problemas jurídicos ni técnicos, sino políticos, y explicó que los problemas de abastecimiento en Ciudad Real, ambientales en las Tablas de Daimiel o los del corredor de La Sagra (Guadalajara) tienen soluciones compatibles con el envío de agua al Segura, y citó una serie de obras para llevar agua a esas zonas donde se carece de infraestructuras.
Advirtió asimismo que la Ley del Trasvase Tajo-Segura prioriza las necesidades de la cabecera, "luego no puede haber ningún problema", por lo que estimó legítimo llegar a un diálogo y colaboración para solucionar los problemas "sin tocar" el trasvase.
La ministra, por su parte, afirmó que el ministerio no necesita modificar las reglas de explotación del citado trasvase, y apuntó que los problemas de falta de agua potable en Castilla-La Mancha se deben a que "se prometieron muchas inversiones que no se hicieron".