Hydrologic Plan. More than 900 desalination plants desalinate 1.400.000 m3 water per day

Tue, 22/02/2005

EFE

Las más de 900 plantas desalinizadoras que funcionan actualmente en España desalan aproximadamente 1.400.000 metros cúbicos de agua al día, informó hoy el presidente de AEDIR (Asociación Española Desalación y Reutilización), José Antonio Medina San Juan.
De ellas, 150 desalinizan agua de mar y en total significan que España tiene el cuarto lugar en la lista de países desalinizadores del mundo, después de Arabia Saudí, Emiratos Arabes Unidos, y Kuwait.
En su intervención ante la Comisión de Medio Ambiente, Medina explicó que si entra en funcionamiento la veintena de plantas que prevé el Plan Hidrológico Nacional, la producción de agua se elevaría en 1.700.000 metros cúbicos, lo cual significaría un aumento de consumo energético en desalación del 2,5 por ciento, que a su vez significa un 6 por ciento del consumo de energía en total.
"Si no se cumple el Protocolo de Kioto, no seremos culpables las desaladoras", argumentó Medina y agregó que "hoy desalamos en España a precios impensables hace 30 años".
Así, en 1970 eran necesarios 22 kilowatios por hora para que funcionara una planta desalinizadora, mientras que actualmente son suficientes 3,5 kilowatios/hora.
Según Medina, la producción de gases de efecto invernadero en las plantas desalinizadoras es "exactamente igual a lo que generamos por consumo eléctrico".
En cuanto a las salmueras como problema para la obtención de agua desalinizada, indicó que "es algo más pesada que el agua" y en concentraciones elevadas amenaza las praderas de poseidonia, pero afirmó que es perfectamente posible evitar esos efectos, porque "lo sabemos, lo hacemos y lo podemos hacer".
Por otro lado, Santiago Martín Barajas, de Ecologistas en Acción, señaló que la costa mediterránea está en una situación de "absoluta insostenibilidad" en cuanto al agua y que el anuncio de nuevos recursos "dispara la demanda".
Así, el anuncio del trasvase del Ebro, a su juicio, provocó un incremento de la demanda hídrica en toda la costa, que ha vuelto a caer en picado desde que se anunció que el agua procedería de plantas desalinizadoras.