European manifesto about the saving of water is supported by Narbona

Sat, 19/02/2005

ABC

La Declaración Europea por una Nueva Cultura del Agua apuesta por la modernización de las redes y la conservación de los ecosistemas

MADRID. Un centenar de científicos y expertos de dieciséis países suscribieron ayer, en la sede del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Declaración Europea por una Nueva Cultura del Agua, que apuesta por una nueva política del agua en el mundo, por un modelo de gestión en el que el protagonismo es para la conservación de los ecosistemas, el ahorro y la mejora en la eficiencia y los procesos de modernización de redes.

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, amparó con su presencia y de palabra este acto y esta declaración de los especialistas europeos. «El Gobierno escucha a los científicos que han advertido de una reducción de las precipitaciones y menos caudal en los ríos en los próximos años», dijo Narbona. En relación a nuestro país afirmó que se necesita «una mejor gestión del agua» y recordó su apuesta por «la desalación y la reutilización de las aguas residuales depuradas».

La ministra asumió los principios de la declaración, pero pidió tiempo para aplicarlos. Narbona dijo que su Departamento tiene que administrar la ejecución de grandes obras hidráulicas que estaban previstas desde hace años, pero recordó que también ha optado por revisar algunas de esas grandes infraestructuras, informa Efe.

Los expertos que firman la declaración proceden de Irlanda, Reino Unido, Francia, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Alemania, Italia, España, Portugal, Grecia, Chipre, Austria, Suecia, Finlandia y Hungría. La iniciativa es promovida por la Fundación española Nueva Cultura del Agua que preside el profesor Pedro Arrojo, quien dijo que se debe recuperar la ecología de los ríos, implantar la ética del agua, la racionalidad, el servicio público y el derecho del hombre al agua, informa Ep.

Esta nueva concepción de la cultura del agua pretende involucrar a la comunidad científica internacional con el fin de conseguir la sostenibilidad, la igualdad y una gobernabilidad democrática en la gestión del agua para dar respuesta en el siglo XXI a este gran reto. Para ello será necesario asumir una visión global y reconocer las múltiples dimensiones de los valores éticos, medioambientales, sociales, económicos, políticos y emocionales integrados en los ecosistemas acuáticos, indicó Arrojo. «Tomando como base el principio universal del respeto a la vida, los ríos, los lagos, las fuentes, los humedales y los acuíferos deben ser considerados como patrimonio de la biosfera y deben ser gobernados por las comunidades y las instituciones públicas para garantizar su gestión democrática sostenible», proclama la declaración.