The irrigated land is decreasing in Valencia and Alicante while it is increasing in other places of the mediterranean basin
Sat, 05/02/2005
Narbona reconoce en un informe que el crecimiento de las zonas regadas en Albacete asciende un 50% pese a que se trata de cultivos “escasamente rentables” La Comunidad es la única región del arco mediterráneo en España que ha reducido superficie de regadío. La autonomía valenciana ha perdido un 11,84% de explotaciones, mientras otras provincias como Albacete han ganado un 50,3%. El Gobierno admite que estos cultivos en la Mancha son “escasamente rentables”. LOURDES NADAL/VALENCIA Varios agricultores durante la recolecta de aceitunas en una explotación de Castellón. Publicidad Más noticias La Comunidad ha perdido en los últimos diez años un 11,84% de su superficie de regadío. Este dato convierte a la región en la única de todo el arco mediterráneo español que ha experimentado un descenso de explotaciones de riego.
Según muestra el informe de Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) del programa Agua, en lo que se refiere a superficie cultivada, el regadío experimenta, en el conjunto de las regiones afectadas por este plan, un incremento significativo, alcanzando un 16,8%.
El documento, que remitió la semana pasada el Ministerio de Medio Ambiente a los gobiernos de Andalucía, Comunidad Valenciana, Murcia, Cataluña y Castilla-La Mancha, asegura que el crecimiento de las zonas regadas “puede considerarse espectacular en el caso de Albacete”. Albacete, la primera de la listaEn esta zona, el aumento en los últimos diez años es del 50,3% y es igualmente importante en Almería, (un 18,4% más) y Murcia, con un incremento del 17,3%.
La evaluación remitida por la ministra Cristina Narbona, que se basa en los estudios realizados por la Agencia Europea del Medio Ambiente, añade que la extensión de riego “no sólo no crece, sino que se reduce de forma importante” en los casos de la Comunidad Valenciana, con un 11,84% menos y Barcelona, donde han desaparecido un 12%.
En el caso catalán el descenso será compensado con las actuaciones derivadas del trasvase Xerta-Sénia, que suponen transformar en regadío 20.000 hectáreas de secano y abastecer a 40.000 ya existentes, con lo que el aumento será un 7,8% en el conjunto de Cataluña.
La Comunidad se convierte así en la única región de todas las afectadas por el programa Agua que ha perdido 4.250 hectáreas de superficie de riego (-11,84%). Por provincias, en Valencia ha desaparecido un 22,8%, o lo que es lo mismo, 3.800 hectáreas de cultivos, mientras que en Alicante el descenso se ha cifrado en 600 hectáreas (un 4%). Castellón es la única provincia de la región que ha experimentado un ligero incremento, un 6,7%, ganando en diez años 137 hectáreas de regadío.
CompromisosEl Plan Nacional de Regadíos prohíbe que la Comunidad tenga más de 380.000 hectáreas de superficie de riego. Este compromiso fue uno de los que adquirió el Gobierno valenciano como condición sine qua non para la ejecución del derogado trasvase del Ebro.
Otra de las exigencias planteadas entonces fue que las cuencas receptoras de la transferencia no utilizaran ese agua para regar campos de golf. La Comunidad cuenta con una extensión de regadío de 350.000 hectáreas. Estos datos son especialmente significativos teniendo en cuenta que la región valenciana es la única que ha perdido explotaciones de riego, mientras comunidades como Aragón prevén duplicar las hectáreas (de 390.000 a 700.000). La previsión supone convertir en regadío casi tantas hectáreas como las que tienen las tres provincias valencianas.
Paradójicamente, las autonomías a las que el Plan Nacional de Regadíos permite transformar sus cultivos son, según el informe de Cristina Narbona, las menos rentables.
14 millones para AlbaceteLa página 73 de la EAE, elaborado por el Ministerio, señala que en el caso de Albacete “se trata de regadíos extensivos, altamente consumidores de agua, especializados en cultivos excedentarios, fuertemente subvencionados, escasamente rentables y sometidos, con frecuencia, a las incertidumbres derivadas de la Política Agraria Común”.
Esta conclusión se contrapone, sin embargo, con la inyección de ayudas que el Ministerio ha destinado a la mejora de la gestión de recursos hídricos, prevención de inundaciones y restauración ambiental en la provincia albaceteña, que asciende a 14 millones de euros.
El uso intensivo que hace años realiza Albacete del denominado acuífero de la Mancha Oriental se observa también en la reducción de los recursos del Júcar.
El Plan Hidrológico del Júcar obliga a desembalsar desde Alarcón dos metros cúbicos de agua por segundo adicionales para paliar la ‘‘pérdida de caudal en el río (Júcar) por la recarga inducida hasta el mencionado acuífero’’. Esta cantidad supone dos tercios del consumo urbano de Valencia y el área metropolitana.
El citado plan fija una asignación de 80 hectómetros para sustitución de bombeos de la Mancha, una reserva de 185 hectómetros para Albacete y un metro cúbico para abastecer a esa ciudad
Según muestra el informe de Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) del programa Agua, en lo que se refiere a superficie cultivada, el regadío experimenta, en el conjunto de las regiones afectadas por este plan, un incremento significativo, alcanzando un 16,8%.
El documento, que remitió la semana pasada el Ministerio de Medio Ambiente a los gobiernos de Andalucía, Comunidad Valenciana, Murcia, Cataluña y Castilla-La Mancha, asegura que el crecimiento de las zonas regadas “puede considerarse espectacular en el caso de Albacete”. Albacete, la primera de la listaEn esta zona, el aumento en los últimos diez años es del 50,3% y es igualmente importante en Almería, (un 18,4% más) y Murcia, con un incremento del 17,3%.
La evaluación remitida por la ministra Cristina Narbona, que se basa en los estudios realizados por la Agencia Europea del Medio Ambiente, añade que la extensión de riego “no sólo no crece, sino que se reduce de forma importante” en los casos de la Comunidad Valenciana, con un 11,84% menos y Barcelona, donde han desaparecido un 12%.
En el caso catalán el descenso será compensado con las actuaciones derivadas del trasvase Xerta-Sénia, que suponen transformar en regadío 20.000 hectáreas de secano y abastecer a 40.000 ya existentes, con lo que el aumento será un 7,8% en el conjunto de Cataluña.
La Comunidad se convierte así en la única región de todas las afectadas por el programa Agua que ha perdido 4.250 hectáreas de superficie de riego (-11,84%). Por provincias, en Valencia ha desaparecido un 22,8%, o lo que es lo mismo, 3.800 hectáreas de cultivos, mientras que en Alicante el descenso se ha cifrado en 600 hectáreas (un 4%). Castellón es la única provincia de la región que ha experimentado un ligero incremento, un 6,7%, ganando en diez años 137 hectáreas de regadío.
CompromisosEl Plan Nacional de Regadíos prohíbe que la Comunidad tenga más de 380.000 hectáreas de superficie de riego. Este compromiso fue uno de los que adquirió el Gobierno valenciano como condición sine qua non para la ejecución del derogado trasvase del Ebro.
Otra de las exigencias planteadas entonces fue que las cuencas receptoras de la transferencia no utilizaran ese agua para regar campos de golf. La Comunidad cuenta con una extensión de regadío de 350.000 hectáreas. Estos datos son especialmente significativos teniendo en cuenta que la región valenciana es la única que ha perdido explotaciones de riego, mientras comunidades como Aragón prevén duplicar las hectáreas (de 390.000 a 700.000). La previsión supone convertir en regadío casi tantas hectáreas como las que tienen las tres provincias valencianas.
Paradójicamente, las autonomías a las que el Plan Nacional de Regadíos permite transformar sus cultivos son, según el informe de Cristina Narbona, las menos rentables.
14 millones para AlbaceteLa página 73 de la EAE, elaborado por el Ministerio, señala que en el caso de Albacete “se trata de regadíos extensivos, altamente consumidores de agua, especializados en cultivos excedentarios, fuertemente subvencionados, escasamente rentables y sometidos, con frecuencia, a las incertidumbres derivadas de la Política Agraria Común”.
Esta conclusión se contrapone, sin embargo, con la inyección de ayudas que el Ministerio ha destinado a la mejora de la gestión de recursos hídricos, prevención de inundaciones y restauración ambiental en la provincia albaceteña, que asciende a 14 millones de euros.
El uso intensivo que hace años realiza Albacete del denominado acuífero de la Mancha Oriental se observa también en la reducción de los recursos del Júcar.
El Plan Hidrológico del Júcar obliga a desembalsar desde Alarcón dos metros cúbicos de agua por segundo adicionales para paliar la ‘‘pérdida de caudal en el río (Júcar) por la recarga inducida hasta el mencionado acuífero’’. Esta cantidad supone dos tercios del consumo urbano de Valencia y el área metropolitana.
El citado plan fija una asignación de 80 hectómetros para sustitución de bombeos de la Mancha, una reserva de 185 hectómetros para Albacete y un metro cúbico para abastecer a esa ciudad