El Servicio Vasco de Metereología del Gobierno vasco tendrá a su disposición dentro de siete meses un radar metereológico que permitirá localizar en tiempo real los núcleos tormentosos y realizar una radiografía de los mismos.
El consejero de Transportes y Obras Públicas, Alvaro Amann, presentó hoy en Vitoria esta herramienta metereológica, que cuenta con un presupuesto de 4 millones de euros y cuyas obras de construcción comenzarán previsiblemente este mes.
El radar metereológico es un instrumento que emite pulsos electromagnéticos que chocan contra las partículas de agua de las nubes. Los ecos reflejados de esos choques son captados por el propio radar, que así determinará dónde se localizan las nubes y las precipitaciones.
Además, permitirá medir la precipitación en 3 dimensiones con una precisión muy alta, distinguir los tipos de precipitación en cada zona y determinar el movimiento de los núcleos tormentosos, así como medir la intensidad de precipitación en cada zona.
El citado radar se situará en Kapildui, cerca de Berroci (Alava), ya que se trata de un lugar centrado dentro de la Comunidad Autónoma Vasca y debido a la limpieza de barrido del que dispone el radar en esa colocación.
LOCALIZACION DE TORMENTAS SEVERAS
Según manifestó Amann, el Gobierno vasco "necesita saber con cierta antelación la posibilidad de tener precipitaciones severas de agua, nieve o granizo y es importante, por lo menos, tenerlas localizadas". El radar ayudará en todo este trabajo, así como en la visualización del núcleo tormentoso en una distancia y tiempo suficiente, esto es, 400 kilómetros y 2 ó 3 horas, determinando la potencial intensidad del mismo.
Añadió que el radar, después de localizar el núcleo tormentoso, realizará el seguimiento del mismo y será en la última media hora cuando especificará con exactitud el trazado de la tormenta. Toda este información, será trasladada a Protección Civil quién decidirá sobre las medidas necesarias.
Las instalaciones contarán con una torre y un edificio auxiliar, "con un diseño perfectamente incorporado al paisaje", según manifestó el titular de Transportes y Obras Públicas. La torre contará con una altura de 58 metros, un diámetro de entre 4,5 y 6 metros y un radio de 9 metros. El radar, además, contará con una oscilación de 0,1 grados centígrados incluso con vientos de 250 km/h y estará cubierto con una bola para protegerlo y que los impactos que éste pudiera tener no afecten a la lectura del radar.
Amann aclaró, además, que mediante este radar se tendrá "capacidad de predicción", así como, de "análisis del cambio climático". En lo referente a este tema, informó de la próxima creación de la Fundación Euskadi para el análisis del cambio climático, mediante la cual, "se construirá la historia del clima de Euskadi", según avanzó.
Este será el único radar de estas características que tenga una Comunidad Autónoma, ya que el resto de Comunidades no tiene como competencia la metereología. Según recordó Amann, "en Euskadi no se ha producido esa transferencia, pero nosotros la estamos desarrollando", porque "es necesario para esta Comunidad". "Sólo hay que ver la evaluación de los daños producidos de una tormenta", indicó, para añadir que "con un sólo evento de ese tipo hemos amortizado lo que nos cuesta el radar".
Amann hizo saber que "necesitamos tener más información y éso es lo que estamos haciendo, la cual es compatible con la que da el Instituto Nacional Metereológico".
Esta instalación complementará los numerosos instrumentos de los que dispone el Gobierno vasco en materia de metereología, esto es, 90 estaciones metereológicas, 7 boyas marinas, 1 radar y un perfilador que mide en altura tanto vientos como temperaturas. Próximamente, además, se instalará una boya a 5 millas de la costa y un centro de capitación de rayos