VALENCIA .- PHN. 41 per cent of engineers wants the divert, but only the half would combine with desalination
Tue, 14/12/2004
El 40,95 por ciento de los ingenieros de caminos emplearía los trasvases para el desarrollo del Plan Hidrológico Nacional (PHN), aunque el 48,77 por ciento se decanta por el uso de esta técnica en combinación la desalación. Sólo el 8,28 por ciento de estos profesionales se decanta por desalar el agua como método para desarrollar este plan.
En general, el 82,51 por ciento de estos ingenieros creen que se deben hacer trasvases, frente al 8,43 por ciento que no opta por este mecanismo. De ellos, la mayoría haría el trasvase del Ebro, aunque también se decantan por los del Duero-Tajo y varios señalan el del Ródano, según los resultados de una encuesta elaborada por la Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, entre 672 asociados.
Por otra parte, el 68,86 por ciento están a favor de las desaladoras, frente al 20,86 por ciento que están en contra de esta mecánica. El objeto de las desaladoras sería el abastecimiento (49,49 por ciento) y el regadío (9,35 por ciento), además de los dos fines en el 24,85 por ciento de los casos.
En cuanto a las presas, el 84,35 por ciento de los encuestados cree necesario construir más en España, principalmente para abastecimiento (68,56 por ciento), regulación (65,79 por ciento), riego (54,75 por ciento), contención de avenidas (54,14 por ciento) e hidroelectricidad (51,69 por ciento). El 70 por ciento integraría las aguas subterráneas en abastecimientos y el 49 por ciento, en regadíos.
ANALIZAR LA SOSTENIBILIDAD
Los resultados de esta encuesta se presentaron esta tarde en un encuentro de ingenieros celebrado en Madrid para debatir sobre el problema del agua en España. De ellos, el decano del Colegio de Ingenieros de Madrid, Florentino Santos, deduce que los ingenieros de caminos siguen en la línea de que había que hacer desaladoras y a lo mejor también un trasvase hasta Valencia, pero estudiando, en todo caso, su sostenibilidad.
A su juicio, la cuestión no es tan simple como elegir entre trasvase y desalación de agua. "¿Quién define la excedencia de algo? y ¿cuándo llega un territorio a la saturación?", se preguntó este experto, tras asegurar que "nunca" sobra agua y que hay que ser racional y generoso.
En todo caso, Santos rechazó el decreto de derogación del trasvase del Ebro porque se ha justificado por "prevaricación técnica", cuando, en su opinión, fue por cuestiones políticas. El decano, quien considera que el coste de la desalación "no está claro ni se puede definir", apuesta por la ósmosis inversa como técnica actual más adecuada para la desalación.
En general, el 82,51 por ciento de estos ingenieros creen que se deben hacer trasvases, frente al 8,43 por ciento que no opta por este mecanismo. De ellos, la mayoría haría el trasvase del Ebro, aunque también se decantan por los del Duero-Tajo y varios señalan el del Ródano, según los resultados de una encuesta elaborada por la Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, entre 672 asociados.
Por otra parte, el 68,86 por ciento están a favor de las desaladoras, frente al 20,86 por ciento que están en contra de esta mecánica. El objeto de las desaladoras sería el abastecimiento (49,49 por ciento) y el regadío (9,35 por ciento), además de los dos fines en el 24,85 por ciento de los casos.
En cuanto a las presas, el 84,35 por ciento de los encuestados cree necesario construir más en España, principalmente para abastecimiento (68,56 por ciento), regulación (65,79 por ciento), riego (54,75 por ciento), contención de avenidas (54,14 por ciento) e hidroelectricidad (51,69 por ciento). El 70 por ciento integraría las aguas subterráneas en abastecimientos y el 49 por ciento, en regadíos.
ANALIZAR LA SOSTENIBILIDAD
Los resultados de esta encuesta se presentaron esta tarde en un encuentro de ingenieros celebrado en Madrid para debatir sobre el problema del agua en España. De ellos, el decano del Colegio de Ingenieros de Madrid, Florentino Santos, deduce que los ingenieros de caminos siguen en la línea de que había que hacer desaladoras y a lo mejor también un trasvase hasta Valencia, pero estudiando, en todo caso, su sostenibilidad.
A su juicio, la cuestión no es tan simple como elegir entre trasvase y desalación de agua. "¿Quién define la excedencia de algo? y ¿cuándo llega un territorio a la saturación?", se preguntó este experto, tras asegurar que "nunca" sobra agua y que hay que ser racional y generoso.
En todo caso, Santos rechazó el decreto de derogación del trasvase del Ebro porque se ha justificado por "prevaricación técnica", cuando, en su opinión, fue por cuestiones políticas. El decano, quien considera que el coste de la desalación "no está claro ni se puede definir", apuesta por la ósmosis inversa como técnica actual más adecuada para la desalación.