Los grandes y caudalosos ríos del corazón de Sudamérica podrían lucir cauces secos hacia mediados de siglo si no se detiene el efecto del calentamiento global, pronosticó hoy un experto argentino.
"En 50 años el calentamiento de América el Sur será tan fuerte que se reducirán los caudales de los ríos", vaticinó en una rueda de prensa el climatólogo Vicente Barros, quien participa de la X Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que delibera en Buenos Aires hasta el 17 de diciembre.
El fenómeno ya se verifica en Chile y en la región centro-oeste de Argentina, donde las cada vez más magras masas de agua de los ríos amenaza las economías regionales, basadas en la agricultura, ya que en esas zonas apenas llueve 100 milímetros por año y es necesario el riego.
Sin embargo, el proceso será paulatino. En principio, según explicó Barros, en los próximos diez años Sudamérica tendrá más lluvia y un aumento de los caudales de los ríos, o al menos no grandes bajadas.
"Pero a más largo plazo, si la humanidad no reacciona, van a pasar cosas muy graves. Se prevé un calentamiento local importante en América del Sur, del orden de entre 4 y 5 grados más en la zona del Amazonas y menos lluvia en el centro de Brasil", señaló el climatólogo, investigador de la estatal Universidad de Buenos Aires.
El experto, que estuvo a cargo del informe que presento Argentina en 1997 sobre el impacto del cambio climático en el país, destacó la gravedad del fenómeno que afectará a la Amazonía, ya que "se pierde la mitad de la diversidad biológica de la tierra porque desaparece la selva tropical".
"A todo lo demás nos podemos adaptar, pero los sistemas ecológicos no los recuperamos más", subrayó.
La bajada de los caudales de los ríos en el centro de Sudamérica por evaporación tiene, además del riesgo para la biodiversidad, un alto coste económico, ya que el 90 por ciento de la energía que consume Brasil, por ejemplo, es de origen hidroeléctrico