New system improves underground waters and it doesn´t need to build big sanitation plants
Tue, 07/12/2004
Una empresa murciana se abre camino con un proceso que elimina olores y genera humedales y zonas verdes para actividades deportivas. Proyecta depuradoras a la medida para viviendas y urbanizaciones.Los vientos de la nueva cultura del agua y del desarrollo sostenible -los dos pilares sobre los que se asienta la moderna biblia del agua- no son nuevos en la cuenca del Segura, donde la imaginación y la investigación para conseguir recursos adicionales y aprovechar al máximo los que ya existen no conoce límites. La guerra contra la sequía histórica ha hecho que estén floreciendo en Murcia los mayores avances en modernización de técnicas de riego, desalinización y depuración de aguas.
Una nueva técnica, cien por cien murciana, permite depurar aguas residuales sin necesidad de construir complejas obras civiles; no produce olores, se puede instalar en casa, genera humedales y trabaja bajo tierra mientras se juega al golf en la superficie. Es la depuración simbiótica, y su descubridor y promotor es el hidrogeólogo Javier Fábregas González, director de la empresa Golftrat.
«Su principal inconveniente es que tiene tantas ventajas que hasta ahora pocos se han creído que este sistema resulte rentable», señala Fábregas. Después de varios años de experimentación y de recorrer muchos despachos oficiales, esta técnica empieza a abrirse camino con numerosos proyectos en cartera, muchos de ellos vinculados a campos de golf en proyecto que, debido a la escasez de agua, reclaman abastecimientos no convencionales.
Proyecto en la Universidad
En el campus de Espinardo, esta empresa ha acometido el reto de depurar todas las aguas residuales del recinto académico, creando una zona verde y transformando en un embarcadero la sucia laguna de aguas estancadas de 10.000 metros cúbicos que ahora existe. «La Universidad estaba buscando un sistema de depuración adecuado y al final nos encontró a través de Internet», explica Javier Fábregas.
«Con este sistema se matan dos pájaros de un tiro, ya que además de depurar, se puede desarrollar una actividad económica rentable, como es un campo de golf o de tenis», añade.
El sistema lo ideó en 1999. «No habría surgido de no estar en Murcia. Conocía los problemas de escasez de recursos y de depuración de las aguas residuales. Me fijé en que el mundo del golf necesitaba impregnarse de un contenido medioambiental. El propio terreno debía actuar como una depuradora; y la idea surgió con las posibilidades que ofrecía el tratamiento terciario del agua. La depuración simbiótica es un sistema elástico que funciona mejor con aguas malas».
Una nueva técnica, cien por cien murciana, permite depurar aguas residuales sin necesidad de construir complejas obras civiles; no produce olores, se puede instalar en casa, genera humedales y trabaja bajo tierra mientras se juega al golf en la superficie. Es la depuración simbiótica, y su descubridor y promotor es el hidrogeólogo Javier Fábregas González, director de la empresa Golftrat.
«Su principal inconveniente es que tiene tantas ventajas que hasta ahora pocos se han creído que este sistema resulte rentable», señala Fábregas. Después de varios años de experimentación y de recorrer muchos despachos oficiales, esta técnica empieza a abrirse camino con numerosos proyectos en cartera, muchos de ellos vinculados a campos de golf en proyecto que, debido a la escasez de agua, reclaman abastecimientos no convencionales.
Proyecto en la Universidad
En el campus de Espinardo, esta empresa ha acometido el reto de depurar todas las aguas residuales del recinto académico, creando una zona verde y transformando en un embarcadero la sucia laguna de aguas estancadas de 10.000 metros cúbicos que ahora existe. «La Universidad estaba buscando un sistema de depuración adecuado y al final nos encontró a través de Internet», explica Javier Fábregas.
«Con este sistema se matan dos pájaros de un tiro, ya que además de depurar, se puede desarrollar una actividad económica rentable, como es un campo de golf o de tenis», añade.
El sistema lo ideó en 1999. «No habría surgido de no estar en Murcia. Conocía los problemas de escasez de recursos y de depuración de las aguas residuales. Me fijé en que el mundo del golf necesitaba impregnarse de un contenido medioambiental. El propio terreno debía actuar como una depuradora; y la idea surgió con las posibilidades que ofrecía el tratamiento terciario del agua. La depuración simbiótica es un sistema elástico que funciona mejor con aguas malas».