Risk of floods is kept in Benavente, Ciudad Rodrigo and Arlanza basin due to shortage of dams
Fri, 19/11/2004
Responsables de Protección Civil de las nueve provincias y directivos de la Confederación Hidrográfica del Duero analizaron ayer los protocolos de prevención
MONTSE SERRADOR
VALLADOLID. La comarca de Benavente y Los Valles vuelve a ser el punto de la Comunidad al que los servicios de protección civil y de la Confederación Hidrográfica del Duero presten, un invierno más, especial atención por el riesgo de sufrir inundaciones. Así lo confirmó ayer el Comisario de Aguas de la CHD, Ignacio Rodríguez, quien señaló que los principales problemas pueden producirse en esta zona zamorana, donde confluyen importantes ríos como el Órbigo, el Tera, el Eria y el Duerna.
Pero además, y aunque según Rodríguez hay que prestar atención, por sus características, a toda la cuenda del Duero (80.000 kilómetros cuadrados y 34.000 kilómetros de cauces fluviales, también reconoció que Ciudad Rodrigo (Salamanca) y la cuenca baja del Arlanza (Burgos) son los otros dos puntos de Castilla y León que pueden resultar especialmente conflictivos.
Se trata de tres zonas en las que las inundaciones, sobre todo en Benavente, se repiten cada año sin que hasta el momento se hayan adoptado las medidas necesarias que pongan fin a las riadas. Precisamente, en el caso de Benavente es un embalse en el río Eria el que podría controlar parte del caudal que cada invierno lleva a este valle, embalse proyectado en el Plan Hidrológico de Cuenca y para el que ya se ha realizado un primer estudio informativo pero que, por el momento, no cuenta con proyecto definitivo y, mucho menos, con presupuesto.
Pendientes de Castrovido
La otra zona inundable es la cuenca baja del Arlanza, pendiente de que se construya el polémico embalse de Castrovido que está a la espera de que se decida el proyecto definitivo de la presa, después de que la ministra de Medio Ambiente Cristina Narbona decidiera reducir en once metros la cota de la presa (y por lo tanto disminuir casi a la mitad la capacidad del embalse).
Las protestas de los vecinos de municipios como Salas de los Infantes, Lerma, Puentedura o Tordómar, y de la propia Junta, que consideran que con el nuevo proyecto no se evitarán las inundaciones, ha llevado a la ministra ha ordenar la realización de un nuevo informe técnico, precisamente para conocer si son necesarias otras actuaciones contra las avenidas.
La tercera zona, la de Ciudad Rodrigo, vive también pendiente de un río, el Águeda. La solución pasa por el embalse de Irueña, actualmente pendiente de un recurso ante el Tribunal Constitucional, presentado por los colectivos ecologistas, después de que la Audiencia Nacional, en respuesta al recurso ecologista, autorizase el pasado verano el llenado del vaso del embalse, lo que, al mismo tiempo, hace necesario la redacción de un nuevo proyecto.
Con este panorama tuvo lugar ayer una reunión entre responsables de Protección Civil de las nueve Subdelegaciones del Gobierno de Castilla y León y cargos directivos de la CHD, entre ellos el Comisario de Aguas, bajo la presidencia del Delegado del Gobierno, Miguel Alejo. El encuentro sirvió para analizar el protocolo de prevención en materia de inundaciones que por segundo año consecutivo se pone en marcha en Castilla y León.
Ignacio Rodriguez señaló que dicho protocolo ha resultado lo suficientemente operativo como para que en el comienzo del nuevo año hidrológico se opte por su mantenimiento.
Se trata, fundamentalmente, de un instrumento de coordinación entre las diferentes administraciones con el objetivo de no sólo actuar cuando ya se ha producido la catástrofe sino, sobre todo, de prevenir y mantener a la población suficientemente informada, en contacto permanente con los centros meteorológicos.
Primeras nevadas
José Luis González, Jefe de Protección Civil de la Delegación del Gobierno, señaló a ABC que según las previsiones más avanzadas y siempre con el margen de error que este tipo de información puede tener, este invierno se espera que sea lluvioso y con mucha nieve, lo que en una cuenca como la del Duero puede crear situaciones especialmente complicadas. De hecho, ya hay mucha nieve acumulada en la zonas montañosas de la Comunidad, lo que puede producir una situación de alarma si las temperaturas suben y se produce el deshielo. Cuando tiene lugar este hecho, si el río está regulado por embalses se puede controlar la avenida, no así si carece de regulación.
José Luis González también apuntó que hay puntos a los que se presta especial atención porque pueden tener un mayor riesgo de inundación y que son, además de Benavente, Ciudad Rodrigo y la cuenca baja del Arlanza (entre Burgos y Palencia), en Salamanca, el Tormes; en Zamora, el propio Duero; en León, el Bernesga; en Soria, también el Duero; en Ávila, el Adaja; en Palencia, el Pisuerga y el Carrión, y en Valladolid, el Esgueva y el Pisuerga.
MONTSE SERRADOR
VALLADOLID. La comarca de Benavente y Los Valles vuelve a ser el punto de la Comunidad al que los servicios de protección civil y de la Confederación Hidrográfica del Duero presten, un invierno más, especial atención por el riesgo de sufrir inundaciones. Así lo confirmó ayer el Comisario de Aguas de la CHD, Ignacio Rodríguez, quien señaló que los principales problemas pueden producirse en esta zona zamorana, donde confluyen importantes ríos como el Órbigo, el Tera, el Eria y el Duerna.
Pero además, y aunque según Rodríguez hay que prestar atención, por sus características, a toda la cuenda del Duero (80.000 kilómetros cuadrados y 34.000 kilómetros de cauces fluviales, también reconoció que Ciudad Rodrigo (Salamanca) y la cuenca baja del Arlanza (Burgos) son los otros dos puntos de Castilla y León que pueden resultar especialmente conflictivos.
Se trata de tres zonas en las que las inundaciones, sobre todo en Benavente, se repiten cada año sin que hasta el momento se hayan adoptado las medidas necesarias que pongan fin a las riadas. Precisamente, en el caso de Benavente es un embalse en el río Eria el que podría controlar parte del caudal que cada invierno lleva a este valle, embalse proyectado en el Plan Hidrológico de Cuenca y para el que ya se ha realizado un primer estudio informativo pero que, por el momento, no cuenta con proyecto definitivo y, mucho menos, con presupuesto.
Pendientes de Castrovido
La otra zona inundable es la cuenca baja del Arlanza, pendiente de que se construya el polémico embalse de Castrovido que está a la espera de que se decida el proyecto definitivo de la presa, después de que la ministra de Medio Ambiente Cristina Narbona decidiera reducir en once metros la cota de la presa (y por lo tanto disminuir casi a la mitad la capacidad del embalse).
Las protestas de los vecinos de municipios como Salas de los Infantes, Lerma, Puentedura o Tordómar, y de la propia Junta, que consideran que con el nuevo proyecto no se evitarán las inundaciones, ha llevado a la ministra ha ordenar la realización de un nuevo informe técnico, precisamente para conocer si son necesarias otras actuaciones contra las avenidas.
La tercera zona, la de Ciudad Rodrigo, vive también pendiente de un río, el Águeda. La solución pasa por el embalse de Irueña, actualmente pendiente de un recurso ante el Tribunal Constitucional, presentado por los colectivos ecologistas, después de que la Audiencia Nacional, en respuesta al recurso ecologista, autorizase el pasado verano el llenado del vaso del embalse, lo que, al mismo tiempo, hace necesario la redacción de un nuevo proyecto.
Con este panorama tuvo lugar ayer una reunión entre responsables de Protección Civil de las nueve Subdelegaciones del Gobierno de Castilla y León y cargos directivos de la CHD, entre ellos el Comisario de Aguas, bajo la presidencia del Delegado del Gobierno, Miguel Alejo. El encuentro sirvió para analizar el protocolo de prevención en materia de inundaciones que por segundo año consecutivo se pone en marcha en Castilla y León.
Ignacio Rodriguez señaló que dicho protocolo ha resultado lo suficientemente operativo como para que en el comienzo del nuevo año hidrológico se opte por su mantenimiento.
Se trata, fundamentalmente, de un instrumento de coordinación entre las diferentes administraciones con el objetivo de no sólo actuar cuando ya se ha producido la catástrofe sino, sobre todo, de prevenir y mantener a la población suficientemente informada, en contacto permanente con los centros meteorológicos.
Primeras nevadas
José Luis González, Jefe de Protección Civil de la Delegación del Gobierno, señaló a ABC que según las previsiones más avanzadas y siempre con el margen de error que este tipo de información puede tener, este invierno se espera que sea lluvioso y con mucha nieve, lo que en una cuenca como la del Duero puede crear situaciones especialmente complicadas. De hecho, ya hay mucha nieve acumulada en la zonas montañosas de la Comunidad, lo que puede producir una situación de alarma si las temperaturas suben y se produce el deshielo. Cuando tiene lugar este hecho, si el río está regulado por embalses se puede controlar la avenida, no así si carece de regulación.
José Luis González también apuntó que hay puntos a los que se presta especial atención porque pueden tener un mayor riesgo de inundación y que son, además de Benavente, Ciudad Rodrigo y la cuenca baja del Arlanza (entre Burgos y Palencia), en Salamanca, el Tormes; en Zamora, el propio Duero; en León, el Bernesga; en Soria, también el Duero; en Ávila, el Adaja; en Palencia, el Pisuerga y el Carrión, y en Valladolid, el Esgueva y el Pisuerga.