A expert says Ebro delta was made in 18th century due to breaking-up field
Sat, 13/11/2004
El catedrático Antonio Gil asegura que surgió por los aportes sólidos de la desembocadura que permitieron su expansión frente a la erosión del litoral Pide a los expertos que consulten la cartografía de 1600, donde no aparecía PILAR WALS/LORCA LLEGADA. El catedrático Antonio Gil Olcina a su llegada a la nueva sede de la Patronal. / P. ALONSO / AGM
El Delta del Ebro no existía a mediados del siglo XVII. Esta afirmación fue realizada en la noche del pasado jueves por el catedrático de Análisis Geográfico de la Universidad de Alicante, el lorquino Antonio Gil Olcina. Este aseguró que «el Delta del Ebro no existía a mediados del siglo XVII. Es una creación posterior», y que generó como producto de «una roturación masiva de tierras». Estos aportes sólidos de desembocadura permitieron la expansión frente a la erosión del litoral.
La principal prueba de que los argumentos que aportaba eran ciertos se pueden comprobar, según señaló, «en la cartografía del siglo XVIII. Si buscan en ella, no lo encontrarán». Y añadió que el Delta del Ebro tiene problemas antes de que se realicen trasvases a otras cuencas. «El Delta del Ebro tiene problemas, pero esos problemas los tiene antes de la trasferencia, y los va a continuar teniendo, si ustedes [refiriéndose a los aragoneses], no plantean soluciones».
Además, apuntó que los problemas podrían ser aún mayores si finalmente se lleva a cabo el plan de aguas propuesto por los aragoneses. «No digamos los que va a tener, si se lleva a cabo esa desmesura, ese delirio que es el pacto del agua». Y calificó los planes de cuenca de 1998 como cartas de Reyes. «Cada cuenca ha escrito su particular carta a los Reyes Magos. Lo que era necesario, fundamental, complementario, y lo que era accesorio, sin una debida jerarquización».
El catedrático de Análisis Geográfico de la Universidad de Alicante hizo alusión de las cantidades de agua de que disponen los agricultores aragoneses, frente a los de otras regiones secas. «En el Delta del Ebro algunos agricultores disponen de hasta 33.000 metros cúbicos de agua hectárea y año, cuando se pide en otras zonas de deshidrato, como anhelo máximo es contar con 6.500 metros cúbicos hectárea año. Estamos, por tanto, en situación muy diferente».
Gil Olcina pidió a los que se «consideran expertos en el Delta del Ebro», que «consulten la cartografía de 1600, donde no aparecía esa zona». Poco antes, el catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante, Antonio M. Rico Amorós, también ofreció otra conferencia sobre desalación.
El Delta del Ebro no existía a mediados del siglo XVII. Esta afirmación fue realizada en la noche del pasado jueves por el catedrático de Análisis Geográfico de la Universidad de Alicante, el lorquino Antonio Gil Olcina. Este aseguró que «el Delta del Ebro no existía a mediados del siglo XVII. Es una creación posterior», y que generó como producto de «una roturación masiva de tierras». Estos aportes sólidos de desembocadura permitieron la expansión frente a la erosión del litoral.
La principal prueba de que los argumentos que aportaba eran ciertos se pueden comprobar, según señaló, «en la cartografía del siglo XVIII. Si buscan en ella, no lo encontrarán». Y añadió que el Delta del Ebro tiene problemas antes de que se realicen trasvases a otras cuencas. «El Delta del Ebro tiene problemas, pero esos problemas los tiene antes de la trasferencia, y los va a continuar teniendo, si ustedes [refiriéndose a los aragoneses], no plantean soluciones».
Además, apuntó que los problemas podrían ser aún mayores si finalmente se lleva a cabo el plan de aguas propuesto por los aragoneses. «No digamos los que va a tener, si se lleva a cabo esa desmesura, ese delirio que es el pacto del agua». Y calificó los planes de cuenca de 1998 como cartas de Reyes. «Cada cuenca ha escrito su particular carta a los Reyes Magos. Lo que era necesario, fundamental, complementario, y lo que era accesorio, sin una debida jerarquización».
El catedrático de Análisis Geográfico de la Universidad de Alicante hizo alusión de las cantidades de agua de que disponen los agricultores aragoneses, frente a los de otras regiones secas. «En el Delta del Ebro algunos agricultores disponen de hasta 33.000 metros cúbicos de agua hectárea y año, cuando se pide en otras zonas de deshidrato, como anhelo máximo es contar con 6.500 metros cúbicos hectárea año. Estamos, por tanto, en situación muy diferente».
Gil Olcina pidió a los que se «consideran expertos en el Delta del Ebro», que «consulten la cartografía de 1600, donde no aparecía esa zona». Poco antes, el catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante, Antonio M. Rico Amorós, también ofreció otra conferencia sobre desalación.