Pollution due to Flix wastes will be solved at the end 2008

Thu, 04/11/2004

ABC

La solución técnica adoptada para resolver la descontaminación del río se dará a conocer a principios de 2005 y las tareas concretas no empezarán antes del 2006

TARRAGONA. La Comisión Técnica que investiga la acumulación de residuos tóxicos en el embalse de Flix comunicó ayer que a principios del 2005 dará a conocer la solución para la descontaminación, mientras que las tareas concretas no empezarán antes del 2006 y se alargarán hasta finales de 2008. Tal y como manifestó el secretario general para el Territorio y la Biodiversidad, Antonio Serrano, «el proyecto de la actuación seleccionada estaría disponible, más o menos, en octubre del año que viene».

Las dos soluciones más viables son el confinamiento o entierro de los residuos en el fondo del pantano dentro de un sarcófago y la extracción de las más de 2.000 toneladas de residuos. La comisión cuenta con un presupuesto de 4, 2 millones de euros, a cargo de la empresa pública Acuamed, para realizar el estudio entre las dos opciones.

En junio de 2005 se presentará la declaración de impacto ambiental en Flix y también se hará efectiva la petición de cofinanciación de las obras a la Unión Europea. Sin embargo, el Ministerio ya ha avanzado que poner en marcha la mejor solución no dependerá nunca de la disponibilidad europea de financiar estas obras.

Por su parte, el alcalde de Flix, Pere Muñoz, manifestó que la opción preferible es que se extraigan los residuos del embalse, aunque también aseguró que el consistorio ejecutará lo que decidan los científicos. A lo largo de todo el proceso también habrá un proyecto de investigación y de seguimiento para evitar que la contaminación vaya río abajo.

Por otra parte, el diputado de CiU en el Parlament Josep Sancho lamentó ayer «profundamente» la negativa de los consellers de Salud y de Medio Ambiente a comparecer ante la comisión parlamentaria de Política Social para informar sobre «la potabilidad del agua del Ebro» tras las declaraciones de la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, que dijo que el agua del Ebro no era buena para el trasvase. «¿Qué garantías de potabilidad tenemos sobre el agua que consume la gente de las Terres de l´Ebre?», inquirió Sancho, al entender que «si no sirve para una cosa, tampoco debe servir para la otra». Asimismo, destacó que tales riesgos aumentan «mientras no se retiren los residuos de Flix» y mientras siga sin convocarse la Asamblea General del Consorcio de Aguas de Tarragona. Por ello, Sancho pidió la comparecencia de los consellers para que explicaran los «efectos sobre la salud» que puede presentar el agua del Ebro y «las medidas adoptadas o previstas para asegurar su calidad».