The pollution of the river Segura is more than four times what was expected for a populution of a million inhabitants.
Wed, 03/11/2004
El Consell afirma que la carga contaminante del río producida por un millón de habitantes es similar a la de 4,7 millones de personas
E. G., Alacant
Los usos antrópicos que se registran actualmente en la cuenca del Segura contaminan sus aguas como si la zona tuviera cuatro veces su población real, es decir, aproximadamente como 4,7 millones de habitantes cuando apenas sobrepasa el millón, según recoge el Plan el Acción Territorial (PAT) de la Vega Baja, elaborado por la Conselleria de Territorio y Vivienda aludiendo al Libro Blanco del Agua de la Cuenca del Segura.
El PAT, que pretende ser un instrumento básico para la ordenación la comarca desde un contexto supramunicipal, apuesta por la recuperación y mejora del río Segura al estimar que «soporta una de las mayores degradaciones de los ríos españoles». Entre los impactos, el más llamativo es su contaminación, a lo que se une la sobreexplotación de sus recursos y las ocupaciones de sus márgenes responsable de la destrucción de la vegetación y bosque de ribera.
De manera especial, según el documento, en Murcia y en las localidades ribereñas se concentran la mayor cantidad de industrias de la cuenca en su mayoría alimentarias -cítricas, cárnicas y conserveras-, que producen vertidos cargados de materia orgánica y muchas veces de alta salinidad. Esto provoca, con su putrefacción, malos olores y asfixia de la vida del río.
También las industrias del encurtido poseen vertidos con alta carga de materia orgánica y, además, una altísima salinidad por la salmuera que «se vierte sin ningún tratamiento».
E. G., Alacant
Los usos antrópicos que se registran actualmente en la cuenca del Segura contaminan sus aguas como si la zona tuviera cuatro veces su población real, es decir, aproximadamente como 4,7 millones de habitantes cuando apenas sobrepasa el millón, según recoge el Plan el Acción Territorial (PAT) de la Vega Baja, elaborado por la Conselleria de Territorio y Vivienda aludiendo al Libro Blanco del Agua de la Cuenca del Segura.
El PAT, que pretende ser un instrumento básico para la ordenación la comarca desde un contexto supramunicipal, apuesta por la recuperación y mejora del río Segura al estimar que «soporta una de las mayores degradaciones de los ríos españoles». Entre los impactos, el más llamativo es su contaminación, a lo que se une la sobreexplotación de sus recursos y las ocupaciones de sus márgenes responsable de la destrucción de la vegetación y bosque de ribera.
De manera especial, según el documento, en Murcia y en las localidades ribereñas se concentran la mayor cantidad de industrias de la cuenca en su mayoría alimentarias -cítricas, cárnicas y conserveras-, que producen vertidos cargados de materia orgánica y muchas veces de alta salinidad. Esto provoca, con su putrefacción, malos olores y asfixia de la vida del río.
También las industrias del encurtido poseen vertidos con alta carga de materia orgánica y, además, una altísima salinidad por la salmuera que «se vierte sin ningún tratamiento».