In Spain there were two cases of seismicity induced by reservoirs
Sat, 30/10/2004
En España hubo dos casos de sismicidad inducida por embalses que hoy funcionan con total normalidad. Las presas de Camarillas (Albacete) y La Almendra (Zamora), construidas entre los años sesenta y 1970, indujeron seísmos durante el proceso de llenado «y luego desaparecieron». Así lo indicó, recientemente, Emilio Carreño, coordinador jefe de la Red de Alerta Sísmica del Instituto Geográfico Nacional.
Este organismo estudiará los temblores que se han producido en Navarra desde el pasado 16 de septiembre y cuyos epicentros se han localizado, sobre todo, en Lizoáin (valle de Lizoáin) y en Nagore (valle de Arce). La Coordinadora de Itoiz levantó la alarma el 8 de octubre afirmando que los seísmos los inducía el embalse y que suponían un grave peligro para la seguridad de los habitantes de la zona, según las teorías del geólogo Antonio Casas.
Emilio Carreño rechazó que se alarme a la población e indicó que «sin datos, no se puede afirmar que la sismicidad es inducida por el embalse y no pueden tener esos datos sin un estudio». Carreño añadió que de haber habido algún peligro en Itoiz lo hubieran dicho.
Pocos indicios
«En el caso de que los seísmos en la zona fuesen inducidos por el embalse, pararán cuando se haya completado el llenado». Esa misma condición es la que hace que Emilio Carreño considere que en el embalse de Itoiz haya pocos indicios de sismicidad inducida. «Cuando se dan esos seísmos, es cuando la presa está más llena y en el caso del embalse de Itoiz había muy poca agua. Si hubiera habido algún peligro de algo en Itoiz lo hubiéramos dicho». Carreño apuntó que, años atrás y antes de haber embalse en esta zona también hubo temblores y de las mismas características. «Aunque ahora hayan coincidido con el llenado».
Los temblores que produjeron los embalses de Camarillas y La Almendra no superaron los 4 grados de magnitud, «nunca provocaron un gran terremoto y por la sismicidad inducida no se ha roto ninguna presa», apuntó Carreño. El embalse de Camarillas (Albacete), tiene una capacidad de 36 hm³ y el de La Almendra, una de las presas más altas de España, con 197 metros de altura, tiene capacidad de 2.586,3 hm³. Itoiz tiene una presa de 135 metros (122 sobre cimientos) y capacidad de 418 hm³.
Otros dos casos de sismicidad inducida, añadió Carreño, se dieron en la India y al sur de Carolina. «Son de estudio científico». En el caso del embalse de Itoiz, el jefe de la Red de Alerta Sísmica del Instituto Geográfico indicó que todavía están estudiando los lugares y la infraestructura que se empleará para analizar los temblores. «Se trata de una infraestructura para varios años y no hay que precipitarse».
La instrumentación, apuntó, que se instalará en 20 o 30 kilómetros a la redonda del embalse de Itoiz, permitirá registrar los temblores con más precisión y un error mínimo, se verá el alineamiento «y dirá si hay fallas». «Todos esos datos se compararán con la evolución del llenado del embalse y habrá que comparar los parámetros de antes y después de que se hiciera el embalse», afirmó Carreño. No precisó cuánto tiempo tardarán. «También puede ser que veamos enseguida si los temblores tienen o no relación con la presa».
Este organismo estudiará los temblores que se han producido en Navarra desde el pasado 16 de septiembre y cuyos epicentros se han localizado, sobre todo, en Lizoáin (valle de Lizoáin) y en Nagore (valle de Arce). La Coordinadora de Itoiz levantó la alarma el 8 de octubre afirmando que los seísmos los inducía el embalse y que suponían un grave peligro para la seguridad de los habitantes de la zona, según las teorías del geólogo Antonio Casas.
Emilio Carreño rechazó que se alarme a la población e indicó que «sin datos, no se puede afirmar que la sismicidad es inducida por el embalse y no pueden tener esos datos sin un estudio». Carreño añadió que de haber habido algún peligro en Itoiz lo hubieran dicho.
Pocos indicios
«En el caso de que los seísmos en la zona fuesen inducidos por el embalse, pararán cuando se haya completado el llenado». Esa misma condición es la que hace que Emilio Carreño considere que en el embalse de Itoiz haya pocos indicios de sismicidad inducida. «Cuando se dan esos seísmos, es cuando la presa está más llena y en el caso del embalse de Itoiz había muy poca agua. Si hubiera habido algún peligro de algo en Itoiz lo hubiéramos dicho». Carreño apuntó que, años atrás y antes de haber embalse en esta zona también hubo temblores y de las mismas características. «Aunque ahora hayan coincidido con el llenado».
Los temblores que produjeron los embalses de Camarillas y La Almendra no superaron los 4 grados de magnitud, «nunca provocaron un gran terremoto y por la sismicidad inducida no se ha roto ninguna presa», apuntó Carreño. El embalse de Camarillas (Albacete), tiene una capacidad de 36 hm³ y el de La Almendra, una de las presas más altas de España, con 197 metros de altura, tiene capacidad de 2.586,3 hm³. Itoiz tiene una presa de 135 metros (122 sobre cimientos) y capacidad de 418 hm³.
Otros dos casos de sismicidad inducida, añadió Carreño, se dieron en la India y al sur de Carolina. «Son de estudio científico». En el caso del embalse de Itoiz, el jefe de la Red de Alerta Sísmica del Instituto Geográfico indicó que todavía están estudiando los lugares y la infraestructura que se empleará para analizar los temblores. «Se trata de una infraestructura para varios años y no hay que precipitarse».
La instrumentación, apuntó, que se instalará en 20 o 30 kilómetros a la redonda del embalse de Itoiz, permitirá registrar los temblores con más precisión y un error mínimo, se verá el alineamiento «y dirá si hay fallas». «Todos esos datos se compararán con la evolución del llenado del embalse y habrá que comparar los parámetros de antes y después de que se hiciera el embalse», afirmó Carreño. No precisó cuánto tiempo tardarán. «También puede ser que veamos enseguida si los temblores tienen o no relación con la presa».