Irrigated region of the Waters Court decreased 50% since 33 years ago.

Wed, 13/10/2004

Levante

El azud de Rovella, que Patrimonio quiere proteger, sólo riega 86,4 hectáreas en Pinedo y La Punta
«En los próximos veinte años veremos desvanecerse dos o tres acequias, y en otros veinte años puede ser que no quede nada que valga la pena conservar. Las cifras de momento no pueden ser más claras». El vaticinio corresponde al experto, Carles Sanchis Ibor, del Centro Valenciano de Estudios del Riego de la Universidad Politécnica de Valencia que analiza en el artículo Les terres de l'Horta de València.
Laura Ballester, Valencia
Crònica de la recent reducció superficial del regadiu històric, publicado por la revista Afers, la disminución de los terrenos de huerta en el área metropolitana. En apenas 139 años la superficie regada por las siete acequias ha pasado de 7.350 hectáreas a 3.394 en el año 2003.
Si la Generalitat pretende solicitar que se declare patrimonio de la humanidad el Tribunal de las Aguas y el expediente la obliga a proteger legalmente alguno de sus elementos, poco sentido tiene declarar como bien de interés cultural (BIC) un azud si ya no quedan acequias ni huertas que regar.
Dos de los azudes para los que se ha iniciado el expediente de BIC implican al término de Valencia: el de Rascaña (que también afecta a Quart de Poblet) y el de Rovella, aunque el resto que se van a proteger también tienen zonas de riego en el cap i casal.
La antigua acequia de Na Rovella, de Russafa o sèquia Mare de la Ciutat es, según apunta Carles Sanchis Ibor, «la que está más cerca de su desaparición» ya que apenas «86,4 hectáreas continuaban regándose a final de 2003». Rovella siempre ha sido una «acequia urbana, concebida para abastecer los baños, molinos y talleres de la ciudad, la limpieza de cloacas y la lucha contra el fuego y los invasores» cuando la ciudad aún tenía murallas. De las 516 hectáreas que tenía en 1863 apenas quedaban 174 en 1995 y en 2003 se reducían a 86,4, lo que lleva a Sanchis Ibor a diagnosticar que «el fin de Rovella tendrá lugar en muy pocos años». La Ciudad de las Artes y las Ciencias y la ZAL finiquitaron buena parte de las tierras de cultivo de la acequia de Rovella que actualmente sólo riega «tres sectores de dimensiones muy modestas: unas tierras alrededor del Camí del Pou de N'Aparici, el más compacto y calificado como suelo no urbanizable en el PGOU pero también el más suculento para los promotores por su proximidad a a la Ciudad de las Artes y las Ciencias; otra área entre la ZAL y Natzaret; y 9 hectáreas entre la depuradora de Pinedo, la ZAL y la autovía del Saler».
Por tanto, proteger el azud de Rovella poco sentido tendría si se esfuma la huerta y, con ella, el sentido de ser de un azud que es repartir el agua del río a las acequias. El azud de Rovella, según recuerda Carles Sanchis en la revista Afers, fue suprimido por la ejecución del Plan Sur y se trasladó la presa de aguas a la Cassola del Repartiment. La antigua reclusa de Rovella se encuentra actualmente en la Casa del Agua construida en el viejo cauce del río Turia «donde se ha recreado un espacio hidráulico con acequias de hormigón aunque, al menos, queda parte del azud novecentista a la vista».
La acequia de Rascanya ha pasado de regar 1.260 hectáreas en el siglo XIX a 821 en 2003. Las pérdidas han sido «graduales, se iniciaron con la urbanización de Orriols, el entorno del camino de Alboraia y la antigua carretera de Barcelona durante los años cincuenta y sesenta». Actualmente, dentro de la ronda de la ciudad de Valencia «sólo quedan dos hectáreas, además de un campo de seis hanegadas aislado en el interior de Trànsits cerca de la calle Maximiliano Thous». Aunque mantiene en la partida de Sant Bernat, junto a San Miguel de los Reyes, «un sector de dimensiones importantes que se preservará como elemento indispensable de este entorno». El azud de Rascanya está situado entre Campanar y Quart de Poblet aunque de él poco queda que proteger. Una máquina arrasó un arco medieval del siglo XV y la casa de compuertas en 2001