La constante construcción de grandes infraestructuras en la parte inferior del curso del Llobregat ha dejado al río en una difícil situación que requiere "una intervención urgente", según un manifiesto rubricado por los 30 alcaldes del Baix Llobregat. El consejo comarcal, el Área Metropolitana y la Diputación de Barcelona han elaborado un plan para recuperar el cauce fluvial y los márgenes, desde Collbató hasta el inicio del tramo de la nueva desembocadura en El Prat, cuya ejecución costaría 168 millones de euros (28.000 de pesetas).
Rosa Boladeras (PSC), alcaldesa de Corbera de Llobregat y presidenta del Consell Comarcal del Baix Llobregat, reconoce que el plan es "muy ambicioso" porque persigue recuperar 50 kilómetros de río "medioambientalmente y para uso ciudadano". Boladeras afirma que ejecutar la operación podría necesitar una década, pero "si no se empieza no se acabará nunca".
COMPENSACIÓN Los alcaldes reclaman al Gobierno que destine a la mejora del Llobregat los 27 millones de euros (4.500 millones de pesetas) que se comprometió a aportar como compensación por las últimas grandes obras realizadas en la comarca, como la A-2, que dañó seriamente el cauce
"Las administraciones tienen una deuda histórica con el río, que está muy degradado", aunque la calidad de las aguas haya mejorado, apunta Boladeras.
El proyecto comarcal supondría crear una red de 117 kilómetros de caminos rurales, paralelos al cauce o que conecten con las poblaciones de la ribera, recuperar masías y fomentar el uso lúdico y cultural de los márgenes. "No podemos seguir viviendo de espaldas al río", concluye la alcaldesa de Corbera.