Seven thousand irrigators will mobilize to defend the divert of river Tajo

Sun, 26/09/2004

La Opinión de Murcia

El Sindicato Central celebrará el veinticinco aniversario del canal con un acto multitudinario en el Palacio de los Deportes para plantar cara a Castilla-La Mancha

El Sindicato Central de Regantes del Trasvase Tajo- Segura celebrará este otoño los veinticinco años del Acueducto bajo el asedio de Castilla-La Mancha. Los usuarios del agua del Tajo conmemorarán la llegada de los primeros caudales procedentes de Entrepeñas y Buendía el próximo 27 de noviembre, en el Palacio de los Deportes. Su presidente, Francisco del Amor, espera reunir a 7.000 agricultores en este encuentro para reafirmar la vigencia del Trasvase, en respuesta a los intentos de poner fecha de caducidad al canal.
El actual clima de protestas y reivindicaciones del Ejecutivo de Toledo, al que se han unido los partidos, sindicatos y organizaciones agrarias, reproduce los mismos debates que se plantearon hace un cuarto de siglo, cuando el ministro de Obras Públicas Joaquín Garrigues Walker defendía la ley de 1980 que estableció la regulación definitiva del Trasvase. El entonces diputado por Toledo Licinio de la Fuente también decía en el Congreso que Castilla-La Mancha "ha llegado al límite del sacrificio".
Veinticinco años después, el Sindicato Central del Trasvase celebrará el aniversario del Acueducto con un acto multitudinario en el Palacio de los Deportes de Murcia, que reunirá a 7.000 regantes de Murcia, Alicante y Almería para responder a la campaña desatada en la comunidad vecina para clausurar el canal, según explicaba Francisco del Amor.
El primer envío de agua del Tajo llegaba a la Región el 20 de marzo de 1979, a las ocho de la mañana y su duración fue de dieciséis horas. Aquel trasvase trajo a la cuenca del Segura 1,2 millones de metros cúbicos. Se trataba de un desembalse de prueba, después de trece años de obras, que terminaron en septiembre de 1978 y emplearon a 3.000 personas. Su coste total se elevó a 101.500 millones de pesetas.
La realidad del último cuarto de siglo ha demostrado que la agricultura murciana habría languidecido sin los caudales del Tajo, que utilizan 70.000 agricultores y que abastecen a dos millones de personas a través de la Mancomunidad del Taibilla. Las aportaciones a la cuenca del Segura han ido reduciéndose desde entonces y el regadío ha atravesado por situaciones dramáticas, tal como ocurrió a mediados de los 90. La huerta tradicional, sometida a las inclemencias de la sequía, ha ido perdiendo rentabilidad, mientras que el agua del Tajo alimentaba a una potente industria agroalimentaria, que emplea a tanta gente en los almacenes y en las fábricas como en el campo.
La productividad del agua del riego en la Región multiplica por 3,9 a media la nacional y genera 2.580 euros por metro cúbico, frente a los 720 euros de la agricultura española. El Trasvase también tuvo otros efectos económicos. Las expectativas de crecimiento que generaba la llegada del agua del Tajo llevó a los bancos y a empresas como El Corte Inglés a instalarse en Murcia mucho antes que a otras ciudades con mayor población o con un poder adquisitivo superior, favoreciendo el desarrollo del sector servicios, que atrajo a la población de las provincias vecinas.