Scientists warn that the Ebro is contaminated downstream from Flix
El río Ebro se encuentra contaminado por restos de elementos contaminantes, como mercurio, más allá del propio embalse de Flix (Tarragona), de acuerdo con las advertencias formuladas por algunos de los científicos que han participado en la elaboración del informe del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) sobre el hallazgo de cientos de miles de toneladas de desechos tóxicos en el mencionado pantano.
Uno de los principales temores actuales reside en la posibilidad de que los sedimentos contaminados del embalse puedan haber sido removidos, de forma que los desechos hayan alcanzado el curso fluvial del Ebro aguas abajo. Cabe recordar, como informó ayer este diario, que el embalse de Flix se encuentra unos 70 kilómetros aproximadamente aguas arriba del punto en que estaba planificada la toma de agua para el trasvase del Ebro a la Comunidad Valenciana, proyecto que finalmente fue cancelado por parte del Ministerio de Medio Ambiente.
En los últimos días, la prensa de Cataluña -donde este asunto ha generado una gran conmoción popular- se ha hecho eco del testimonio de algunos de los investigadores que han participado en los estudios del CSIC, que fueron encargados por la Generalitat de Cataluña.
Según el científico Joan Grimal, cuyas declaraciones recoge el rotativo El País, se han detectado restos de mercurio y otros contaminantes aguas abajo del embalse, si bien según este investigador se trata de sedimentos estables y no puede hablarse en este momento de riesgos para la población. Por su parte, el diario La Vanguardia recogía las advertencias de Joan Albert Sánchez-Cabeza, del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental de la Universidad Autónoma de Barcelona, quien sostiene que «existe riesgo radiológico» para la red de agua potable, la pesca o el riego en el curso bajo del Ebro. Según este científico, «siempre que se remuevan los sedimentos en el embalse, habrá un posible riesgo» y «puede haber elementos radiactivos solubles que viajen a lo largo del río y luego se incorporen a los productos agrícolas». Por ello, Sánchez Cabeza se ha mostrado partidario de un nuevo estudio que determine los riesgos reales en el Ebro.
En relación con este asunto y en la misma línea, el presidente de Ercros -la empresa que reconoce haber hecho los vertidos-, Antoni Zabalza, afirmó ayer a Catalunya Radio que los expertos internacionales de la empresa recomiendan como principio general que no se remuevan los sedimentos de residuos tóxicos acumulados en los ríos si no hay constancia de que tienen un efecto nocivo sobre la calidad del agua.
Uno de los principales temores actuales reside en la posibilidad de que los sedimentos contaminados del embalse puedan haber sido removidos, de forma que los desechos hayan alcanzado el curso fluvial del Ebro aguas abajo. Cabe recordar, como informó ayer este diario, que el embalse de Flix se encuentra unos 70 kilómetros aproximadamente aguas arriba del punto en que estaba planificada la toma de agua para el trasvase del Ebro a la Comunidad Valenciana, proyecto que finalmente fue cancelado por parte del Ministerio de Medio Ambiente.
En los últimos días, la prensa de Cataluña -donde este asunto ha generado una gran conmoción popular- se ha hecho eco del testimonio de algunos de los investigadores que han participado en los estudios del CSIC, que fueron encargados por la Generalitat de Cataluña.
Según el científico Joan Grimal, cuyas declaraciones recoge el rotativo El País, se han detectado restos de mercurio y otros contaminantes aguas abajo del embalse, si bien según este investigador se trata de sedimentos estables y no puede hablarse en este momento de riesgos para la población. Por su parte, el diario La Vanguardia recogía las advertencias de Joan Albert Sánchez-Cabeza, del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental de la Universidad Autónoma de Barcelona, quien sostiene que «existe riesgo radiológico» para la red de agua potable, la pesca o el riego en el curso bajo del Ebro. Según este científico, «siempre que se remuevan los sedimentos en el embalse, habrá un posible riesgo» y «puede haber elementos radiactivos solubles que viajen a lo largo del río y luego se incorporen a los productos agrícolas». Por ello, Sánchez Cabeza se ha mostrado partidario de un nuevo estudio que determine los riesgos reales en el Ebro.
En relación con este asunto y en la misma línea, el presidente de Ercros -la empresa que reconoce haber hecho los vertidos-, Antoni Zabalza, afirmó ayer a Catalunya Radio que los expertos internacionales de la empresa recomiendan como principio general que no se remuevan los sedimentos de residuos tóxicos acumulados en los ríos si no hay constancia de que tienen un efecto nocivo sobre la calidad del agua.