Los embalses de la provincia de Castelló todavía no disponen de planes de emergencias seis años después de que una normativa estatal estableciera su aplicación obligatoria, según confirmaron ayer fuentes del Ministerio de Medio Ambiente. Los citados planes, diseñados por Protección Civil, son obligatorios desde 1998.

Este retraso fue una de las carencias que ya advirtió un año atrás el grupo parlamentario socialista, que aún permanecía en la oposición. En aquel momento, el entonces presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), José María González, señaló que los planes de emergencia de las presas de la provincia de Castelló no se ejecutarían hasta el año 2004. Un año después, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) admite que los citados planes todavía se encuentran en fase de redacción y, una vez más, llegan tarde para aplicarse durante el periodo de tormentas otoñales.

Las mismas fuentes precisaron que los planes de emergencia del los pantanos de Regajo y l' Algar habrán concluido a principios de enero de 2005. Eso sí, el resto de embalses deberán esperar un poco más. La CHJ confirmó ayer que el plan de emergencias de los pantanos de Ulldecona, Sitjar, María Cristina y l'Alcora no habrá concluido hasta julio de 2005.

Limpieza de cauces

La Confederación Hidrológica del Júcar aseguró ayer que ha desarrollado de forma permanente trabajos de limpieza de cauces y barrancos. El objetivo de estas actuaciones pasa por eliminar aquellos elementos que puedan obstruir el paso del agua en caso de crecidas como la que aconteció el pasado miércoles.

Pese a ello, colectivos de agricultores como FEPAC-ASAJA advirtieron que sigue habiendo barrancos obstruidos y que buena parte de los problemas ocasionados por el último temporal viene derivada de una mala limpieza de los mismos. «Existe una serie de puntos débiles que deben ser detectados con el objetivo de adoptar medidas que permitan reducir el riesgo de inundaciones ante este tipo de fenómenos».